lunes, 7 de junio de 2010

¡Profetas de Satanás!

En mis años como cristiano el Señor me ha bendecido con la oportunidad de experimentar su poder en acción en muchas ocasiones, en situaciones en las que la profecía ha flotado por el aire como un espeso humo transparente y esplendoroso, y se ha sentado sobre la unción de los hermanos mientras ellos permiten que el flujo del Espíritu Santo los conduzca a revelar la palabra del Señor para el beneficio de los demás, también he tenido la oportunidad de ver al Espíritu Santo en la acción por medio del don profético de una persona concreta, y todo esto es bueno, y es parte del poder soberano de Dios el cual se manifiesta en formas o circunstancias específicas, como Él quiere.
Yo mismo he tenido en ocasiones la oportunidad de recibir palabras de conocimiento, revelaciones y hasta mensajes específicos, destinados a determinadas personas, o congregaciones, o situaciones.
El Señor usará a sus hijos como a Él le plazca, para traer palabras útiles para corregir, redargüir, o educar, pero en todos los casos, la palabra de Dios es una sola y Él no dará a nadie una palabra que no sea coherente con su palabra escrita.
Me da náuseas cada vez que veo estos auto-nombrados profetas saltar de un lugar a otro frente a una congregación difundiendo palabras de complacencia, o palabras de prosperidad y bienestar en el nombre del Señor, palabras que son una invención de su propia imaginación, y que sólo traen una falsa esperanza y más desilusión a los hermanos.
"Por eso, su camino será resbaladizo, serán empujados a las tinieblas, y en ellas se hundirán. Yo traeré el mal sobre ellos en el año de su castigo", afirma el Señor. (Jeremías 23:12).
El Señor es paciente con sus hijos y lento para la ira, pero bajo ninguna circunstancia hará inocente al culpable (Números 14:8) Su verdad ya ha sido revelada; está en la Biblia, su verdad ya ha sido pronunciada, está en las escrituras, y su palabra dice que la orientación y la enseñanza y la reprobación y la convicción son discernidas completamente en el contexto de su revelación escrita.
No hay daño en la expresión de una palabra que viene del Señor, de acuerdo con su voluntad, pero su voluntad ha sido ya revelada, y si alguien espera poder obtener el favor del Señor en oposición a su palabra, es un soñador y está perdido, y tiene que arrepentirse y aprender a vivir según las enseñanzas de la Biblia.
En cuanto a los adivinos y los ilusionistas que tienen la costumbre de decir "así dice el Señor, tengo una palabra de advertencia para ellos, el juicio está a la puerta y no va a esperar, porque en el mejor de los casos “La longitud de nuestros días es setenta años; u ochenta, si tenemos la fuerza y, sin embargo solo traen pesadas cargas y calamidades, y pasan rápidamente, y con ellos pasamos nosotros”. (Salmo 90:10).
Y si tu continúas blasfemando su nombre diciendo "así dice el Señor, cuando Él no lo ha dicho, cada blasfemia te va a ser retornada en camino al infierno, donde tendrás que pagar por toda la eternidad por cada uno de sus iniquidades.
Es tiempo de arrepentirte y aceptar el regalo que tan generosamente el Señor te ha dado, y usarlo para su propósito y su gloria. Es tiempo de tirar tu ego a un lado, él es el único que puede darle significado a tu vida; no vendas su alma por un momento de poder o de adrenalina.
Esto es lo que dice el Dios Todopoderoso: "No le hagas caso a lo que los profetas os profetizan; los cuales os llenan de falsas esperanzas. Hablan visiones de sus propias mentes, no de la boca de Jehová". (Jeremías 23:16)
Una vida cristiana es una vida de alegría, pero de alegría vivida en el contexto de la voluntad de Dios, y su voluntad para tu vida esta escrita en su palabra.
Tu tienes el mismo espíritu que tengo yo y que tiene cualquiera de esos famosos profetas, el espíritu de Dios está en ti "(Efesios 4:4). Así que aguza el oído y escúchale a él con cuidado.
Como se acaba de decir: "Hoy, si escucháis su voz, no endurezcáis vuestros corazones como sucedió en la rebelión." (Hebreos 3:15)
El Espíritu Santo te dará el discernimiento para recibir o rechazar cualquier palabra que viene a ti de otra persona, y esta palabra tiene que atenerse a las palabras escritas en la Biblia la cuales tu has leído muchas veces; si no lo has hecho, entonces te sugiero que comiences hoy mismo, y veras por ti mismo la fuente de toda revelación. La palabra de Dios esta viva (Hebreos 4:12), y esta te revelará todo lo que hace falta en tu vida y cualquier cosa que el Señor haya reservado para ti. La palabra de Dios es la única fuente de verdad profética, pasada, presente y futura, y mediante su estudio te estás conectando con la revelación divina la cual te ofrece un aroma fragante de verdad y la sabiduría, de entendimiento y discernimiento.
Y cuando un profeta venga a ti con una palabra de conocimiento, no será más que una confirmación de lo que ya te ha sido revelado a través de la palabra.
No dejes que las emociones se involucren en tu relación con Dios, estas son una inútil fuente de error. Las emociones tienen su momento, y no están destinadas a controlar lo que tú crees.
Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo (1 Pedro 1:13)
Pero estos hombres blasfeman en asuntos que no entienden. Son como bestias, criaturas de instinto, nacidas sólo para ser capturadas y destruidas, y como las bestias, ellos también perecerán. (2 Pedro 2:12)
Todo el capítulo de 2 Pedro 2 nos revela esta enfermedad de la mente que está afectando hoy a muchos hermanos y hermanas, y que empuja a muchos seguidores de Cristo a caer en la trampa de la falsa esperanza al apoyarse en palabras que no vienen de Dios.
¡Sé el portador de tu propia revelación! Dios no te dio su espíritu para que tú tengas que depender de otros para conocer Su voluntad para tu vida. Los tiempos de las cartas del tarot y la quiromancia murieron con tu vieja vida, crece y se un verdadero seguidor de Cristo, lee su Palabra y ora fervientemente, y Él te revelará todo lo que necesitas saber.
En él, y por la fe en Él podemos acercarnos a Dios con libertad y confianza. Oro para que la riqueza de su gloria, os fortalezca con el poder de su Espíritu en tu ser interior. (Efesios 3:12, 16)

Rev. José A. Luna
Un siervo de Cristo Jesús

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