lunes, 15 de octubre de 2018

Yo Soy su Herencia



Cuando leo Efesios 1: 17-20, no puedo evitar lamentar la falta de comprensión que tenemos sobre el poder de Dios hacia nosotros.
Y cuando digo Dios, hablo del gran YO SOY, el glorioso padre, el que dijo: "Hágase la luz, y se hizo la luz". El que puso el aliento de vida en nosotros, el mismo Dios que hizo las estrellas y las galaxias y el espacio infinito, y en medio de Su creación, nos dio un lugar para que viviéramos, para que pudiéramos vivir para alabanza de Su gloria.
Ese mismo Dios, el Dios del universo, el único Dios verdadero, me ama, y ​​Él me ama tanto que envió a su único hijo a la tierra, a vivir como uno de nosotros, en el limitado, frágil y corrompido cuerpo perecedero de un ser humano. Para que Él pudiera entregarse como sacrificio en nuestro lugar, y darnos vida.
Pero no se detiene ahí. Él eligió hacernos su herencia, esto es cuánto valor tenemos para Él; Él nos llama su gloriosa herencia, y ve las riquezas, el triunfo y el placer de tenernos un día viviendo en su presencia, cuando Él podrá disfrutar de nosotros en toda la plenitud de su poder. WOW, esto es demasiado grande para mi limitada mente, me mareo solo de pensarlo.
Cuando Pablo ora para que el Dios de todas las maravillas nos brinde el Espíritu de sabiduría y revelación, él está tratando de que entendamos todo esto, está buscando que conozcamos a Dios, que lo conozcamos en todo su misterio, en toda su profundidad, en todo su poder y amor hacia nosotros, porque cuando lo hagamos, entonces entenderemos, entonces veremos la esperanza a la que Él nos ha llamado; la cual no es solo esperanza, sino el conocimiento de un futuro que ya es una realidad en nuestras vidas si estamos dispuestos a vivirlo.
El conocimiento de que todo su poder nos ha sido otorgado, que el mismo poder que Dios ejerció para hacer su creación, para traernos a la vida, para resucitar a nuestro Señor Jesucristo y sentarlo a su mano derecha, ese mismo poder está continuamente Trabajando en mí y en ti si estás dispuesto a recibirlo.
Entonces, ¿cuáles son mis limitaciones como persona? No hay ninguna, estas solo existen en mi mente, puestas allí por una existencia corrompida que no estaba destinada a ser, y solo mi mente es autolimitada, y limita mi corazón y mis esperanzas y toda mi existencia, limita mis potenciales, mi Sueños, e incluso mis acciones, y con ello, también limita mi eternidad.
 Pero la Biblia me dice que soy capaz de renovar mi mente, Pablo dice en Romanos 12: 2 "Sed transformado", lo que significa que puedo deshacerme de lo viejo y reajustar mi mente para vivir la realidad de mi nueva vida en Cristo. Y vivir de acuerdo con su poder, que está funcionando en mí (Ef. 3:20) y todo lo que necesito hacer es dejar volar mi mente, soñar, creer y actuar de acuerdo con ese poder; La Biblia dice que soy una nueva creación, (2 Corintios 5:17); que mi vieja carne limitante ha sido crucificada con Cristo, (Gálatas 2:20); y que he nacido de nuevo con un nuevo ADN incorruptible que ya está trabajando en mí con el poder sobrenatural que Dios hoy ejerce en mí.
Y siendo esto cierto, ¿qué es lo que limita mi ser? ¿Qué es lo que limita mi hacer? ¿Qué es lo que limita toda mi existencia?
Es hora de romper con el miedo y de dejar que nuestra mente se ponga a trabajar con el poder ilimitado disponible, es hora de dejar que nuestra nueva vida incorruptible tome el control y actúe en una eternidad que se apodera de nosotros mientras nuestra carne corruptible decae. Es hora de ser los hijos que Dios nos hizo ser y dejar de lado la corrupción limitante de la caída del hombre.
Las instrucciones que Dios nos da en su palabra no son para que aprendamos sino para que hagamos, no nos dice lo que podemos ser, nos dice lo que somos, quiénes somos y qué hacer de acuerdo con nuestra identidad y realidad.
Así que deja a un lado la realidad falsa en la que estás viviendo, ¡y VIVE!
Jose a luna
Un siervo de cristo Jesús

sábado, 25 de febrero de 2017

AVIVATE

Él no es el Dios de los muertos, sino de los vivos. (Mateo 22: 32b)
Cuando Jesús confronto a los saduceos acerca de la resurrección, Él dijo algo profundo y significativo, que a menudo pasamos por alto. Porque al decir estas palabras, estaba hablando de que Dios es el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Los tres patriarcas, que habían profesado fe en Dios, pero que obviamente están ahora muertos.
Esto nos hace pensar, que Jesús está hablando de algún tipo de condición especial, cuando está diciendo que Dios es el Dios de los vivos.
Yo Les propongo que Jesús habla específicamente de aquellos que han profesado fe en Cristo y, por lo tanto, están espiritualmente vivos en la tierra o en el cielo. Porque Dios no es el Dios de aquellos que viven en la tierra y rechazan el Señorío de Cristo, aquellos a quienes la Biblia declara muertos en sus transgresiones. (Efesios 2: 1) La Biblia dice acerca de ellos, en Romanos 1:24 que Dios los entregó a los deseos pecaminosos de sus corazones. Ni es Él el Dios de los que murieron en sus pecados y ahora están en sus tumbas esperando el juicio y su consecuente segunda muerte. (Apocalipsis 2:11)
Los que siguen a Jesús, sin embargo, son mencionados en la Biblia como resucitados y vivos en Cristo, (Romanos 6: 5, 6:11), y son hijos de una promesa mayor, la esperanza de la Gloria y la vida eterna en el cielo. (Colosenses 1:27, I Juan 5:13)

Por lo tanto, Avívate, abraza el regalo gratuito de la salvación, Cristo te está llamando!

lunes, 20 de febrero de 2017

Consolación en tiempos de Congoja!

Ya yo había oído antes similar aserción, 'sé por lo que estás pasando' y aunque nunca respondí a esta afirmación mi pensamiento fue, 'no, realmente no tienes ni idea'.
Esta es una dolorosa realidad de aquellos que están pasando por la pena y el sufrimiento, nadie sabe realmente lo que podríamos estar pasando, a excepción de Dios. Porque nosotros somos individuos, somos diferentes el uno del otro, incluso aun parientes cercanos quienes podrían tener muchos rasgos similares o similitudes culturales y sociales, sus caracteres no son iguales, su composición genética no es igual, su estructura interna no es igual, Sus pensamientos no son los mismos, y sus afectos no son los mismos.
Todos pensamos diferente, vemos cosas diferentes, amamos diferente, e incluso nuestras aflicciones se sienten diferente, así que es imposible que alguien diga que sabe lo que está pasando otra persona.
Incluso los psicólogos expertos y los psiquiatras pretenden entender la forma en que una persona piensa, pero aun cuando esta persona revela los secretos interiores dentro de su corazón, hay cosas que ni siquiera él o ella pueden revelar sobre sí mismos, porque ellos mismos no las entienden completamente. Sólo Dios conoce nuestros más íntimos secretos. El salmo 139:13 dice, porque tu formaste mis partes internas; Me tejiste en el vientre de mi madre.
Cuando mi padre murió en 1984 pensé que mi mundo había llegado a su fin; y no era sólo el amor o la ansiedad de separación lo que me afectó. yo era un joven orgulloso y egoísta que pensaba que el mundo tenía cosas asombrosas reservadas para mí, Y veía el deterioro de mi padre, un hombre de acero, como algo contrario a mi sistema de creencias interiores. No podía aceptar que la vida fuera tan frágil, y que pudiéramos simplemente desfallecer y morir. Y especialmente no mi padre, a quien yo había conocido como un hombre duro y emprendedor.
Más tarde ese año pasé una semana en un hospital, completamente desconectado de la realidad, tuve un colapso nervioso, perdí la noción de las cosas, y ni siquiera sabía lo que pasaba a mi alrededor. un Psiquiatra me trató, e intento restaurar mi estado mental; pero Él realmente no lo sabía, porque, la verdad es que, yo tampoco sabía, lo que estaba pasando dentro de mí. Sólo años de reflexión interna y meditación, y la poderosa mano de Dios trajo eventualmente la verdad a la luz.
Entonces en julio de del año 2000 perdí a mi prometida, en un abrir y cerrar de ojos, un instante ella estaba aquí, y en el siguiente ella se había ido, para siempre. La vida es tan fugaz, tan frágil y tan poco fiable, ni siquiera como una broma podemos pretender tener algún control sobre ella. Mi prometida Tenía 32 años, una mujer joven sana con un extraordinario impulso e inteligencia. Una verdadera guerrera, y una verdadera empresaria, y así de pronto, en un soplo, ella se había ido.
Yo pensé que estaba preparado para esto, y lloré durante una semana y luego volví al negocio como de costumbre, excepto que no era como de costumbre, porque esconder tu dolor no lo hace desaparecer, solo lo infla, Como un globo, hasta explotar en algún lugar por dentro. Pensé que todo estaba perfecto, y en la opinión de todos mis allegados, yo lo había manejado todo magníficamente, incluso yo creí que todo había terminado, y entonces las evidencias de problemas escondidos empezaron a aparecer, el consumo excesivo de alcohol, la hiperactividad extrema, el descuido paulatino de mis obligaciones, y así sucesivamente. Gracias a Dios, porque Él tenía un mejor plan reservado para mí, y María estaba alrededor de la esquina esperando para rescatarme. Pues ella fue quien, indirectamente me salvó de la profunda agonía por la que estaba atravesando, y de la cual yo no estaba completamente consciente. Huelga decir que todo esto era parte del plan perfecto de Dios.
Avanzando hasta el presente, últimamente he estado viendo gente morir a mi alrededor con inquietante frecuencia, y sigo orando a Dios, preguntándole dónde está la enseñanza en esta experiencia, sabiendo muy bien que mientras mi cosmovisión ha cambiado radicalmente en los últimos 17 años, sólo un encuentro cercano con la muerte nos dice realmente cómo vamos a reaccionar alrededor de ella.
De todos modos, nosotros, como cristianos, tenemos una ventaja significativa sobre aquellos que no son seguidores de Jesús; Un conocimiento que nadie más puede aprovechar. Pues mientras un amigo puede ser útil en tiempos de dolor, y mientras que una palabra de consuelo podría traer algo de paz a nuestro corazón. Nadie es realmente capaz de ver dentro de nosotros para decir las palabras correctas, o para actuar de la manera correcta.
Sin embargo, el Señor conoce nuestro ser interior, nos conoce antes de que fuésemos hechos, él ya nos conocía antes de que el mundo comenzara.
El Salmo 119: 16 dice: Tus ojos vieron mi sustancia sin forma; En tu libro fueron escritos, cada uno de los días que se formaron para mí, cuando aún no había ninguno de ellos. Sólo Dios nos conoce plenamente y verdaderamente, sólo Él conoce nuestro cada pensamiento, cada uno de nuestros sentimientos, todos nuestros dolores, sólo Él es capaz de traer consuelo en medio del sufrimiento, Él entiende nuestro dolor, y sólo Él puede hablar a nuestros corazones con Palabras de consuelo y restauración.
El Salmo 107:13-14 nos dice: Entonces clamaron al Señor en su angustia, y él los libró de su agonía. Los sacó de las tinieblas y de la sombra de la muerte. Y eso es porque es sólo viniendo ante Él y permitiéndole darnos su cuidado que veremos la luz
2 Corintios 1:4-5 dice que Él nos consuela en todas nuestras aflicciones, para que podamos consolar a los que están en alguna aflicción, con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios. Porque, así como compartimos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, también por Cristo compartimos abundantemente en consolación.
Su palabra dice que Él sana a los quebrantados de corazón y ata sus heridas, Él dice que el llanto puede durar toda la noche, pero el gozo viene por la mañana. Porque siempre la mañana vendrá pronto si nos aferramos a Él.
Entiendo que mi amigo estaba tratando de ser amable cuando me dijo que él sabía lo que yo estaba pasando, el día de mi novia murió, sin embargo, encontré sus palabras condescendientes y cliché, sin sustancia en ese momento. Y aunque no le respondí, preferiría que se hubiese quedado callado, que sólo me regalara su compañía, no tratando de consolarme, de animarme o de darme algún tipo de ayuda, solo su presencia hubiese sido Suficiente.
Dios, por otro lado, cuando estamos en este tipo de dolor, queremos escuchar de Él, queremos una grandiosa explicación, queremos que Él despliegue en detalles todo el plan detrás de esta idea de sacar a nuestros seres queridos de este mundo, Mas Él es el amigo silencioso, que sólo abraza nuestro corazón, haciéndolo sentir acogedor y protegido, para que nuestro dolor no entre demasiado profundamente. Él es el amigo que nos abraza suavemente, dejando que Sus lágrimas rueden sobre nuestras espaldas cuando Él llora con nosotros, como Jesús lloró en Juan 11:35, porque Él conoce nuestro dolor, Él conoce nuestra congoja, y Él sufre nuestro sufrimiento, porque Él ha Probado de primera mano cómo el pecado y la corrupción han hecho este mundo desmoronarse, y cómo este ha traído el sufrimiento y las lágrimas a la vida de sus hijos
Y así, Él nos dio a Su único hijo, a expensas de Su propio sufrimiento, para traernos consuelo y esperanza, para que un día sean Limpiadas todas las lágrimas de nuestros ojos; Y no habrá más muerte, ni dolor, ni llanto, ni más sufrimiento; porque las cosas viejas han pasado, y todas son hechas nuevas (Rev. 21: 4)
Que el Dios de toda consolación os traiga toda consolación y alegría. Especialmente en los tiempos de sufrimiento.

José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús

sábado, 18 de febrero de 2017

Aprendiendo de las Tribulaciones!

La verdad que la tribulación te acerca a Dios ha sido puesta a prueba en mi persona durante las últimas semanas. Y mientras algunos pueden argumentar a la validez de esta verdad, estoy verdaderamente contento de haber sido una realidad para mi vida personal. Pues mientras he predicado cientos de veces sobre el tema, y a menudo en el pasado cuando predicaba, miraba a mi alrededor, congregación tras congregación y siempre veía lo mismo, y pensaba lo mismo, gracias a Dios por Jesús y por la gracia Y la misericordia de Dios, porque si no hubiera sido por ella, la mayoría de los que estaban sentados en esos bancos estarían atados al infierno, porque parecen tan desconectados de la realidad del evangelio y tan lejos de Dios, que me preguntaba muchas veces Si alguno de ellos había sido realmente salvo.
Y entonces un día me golpeo, mientras estaba de pie frente al espejo, y trataba de ver a Jesús en mí, y todo lo que vi fue esta gigantesca tabla en mi propio ojo; Y oré para que el Señor la quitara, y cuando creí que ya lo había hecho, seguí haciendo lo mismo, y el tablón parecía haber crecido mucho mas grande.
Lo primero que aprendí como cristiano es que somos salvos por la gracia, que Cristo ha hecho toda la obra en la cruz y que no tengo que hacer nada. Pero luego descubrí que de muchas maneras eso es solo una gran excusa, y que hay una montaña de trabajo que hacer una vez que seas cristiano. La Cuestión, es acerca de las circunstancias bajo las cuales hacemos este trabajo, y la claridad del entendimiento que nos lleva a hacer este trabajo. Por necesidad, debemos volver a la realidad de que no podemos hacer nada por nuestra cuenta. ¿Se está complicando esto?
Esto es porque es el Espíritu Santo que mora en nosotros quien nos ayuda a lidiar con el tema de crecer en Cristo. Porque, de hecho, de ahí viene todo el trabajo. Sin embargo, no sólo tenemos el Espíritu Santo como un ayudante en este asunto, sino también todos los 27 libros del Nuevo Testamento de la Biblia nos señalan en esta única dirección; la cual es crecer en Cristo.
Por lo tanto, cuando he estado mirando el rostro de aquellos en las congregaciones que parecen como si estuvieran perdidos, siempre existe la posibilidad de que realmente están perdidos, pero la situación más probable es que están tropezando con su fe, intentando, o Ya no intentando, de averiguar qué hacer al respecto. Cómo crecer, cómo matar a la carne, cómo someterse a Dios, cómo ser obedientes y todas las muchas otras instrucciones que la Biblia nos da.
Muchos de ellos no saben qué hacer, otros, pueden haberse cansado de intentarlo, otros pueden estar deambulando, sabiendo que hay algo que hacer, pero sin deseo ni urgencia de hacer nada al respecto. Muchos están incluso tratando, y pensando que están haciendo lo correcto, sin embargo, están haciéndolo mal, por lo que su crecimiento está estancado.
Sin embargo, muchos son como era yo, que aparentemente saturados por la palabra, a veces se vuelven insensibles, y ven la mirada en blanco de los que están en los bancos, y a menudo traen una fuerte reprensión a través del púlpito, o una sugerencia "sabia", o soluciones inadecuadas. Y todavía hay otros que simplemente deciden aprovechar la apatía o falta de brillo o la impotencia de aquellos la iglesia, no necesariamente intencionalmente, pero siempre inconscientemente manipulados por Satanás.
Por lo tanto, en la hora final, estamos frente al espejo, preguntándole a Jesús, qué hacer; Una vez más olvidando que Dios es soberano y que Él está en control de Su iglesia, y que nada está mal, es todo parte del plan maestro de Dios.
Por lo tanto, Dios usa la tribulación como una de sus herramientas para traer sus ovejas de nuevo al redil. Salmo 23: dice tu vara y tu cayado, me consuelan. Sin embargo, antes de que Él haga esto, usará Su palabra, o la reprensión de un amigo, o un sermón oportuno para guiarnos en la dirección correcta; Esta es la obra del Espíritu Santo.
Sin embargo, mientras que la tribulación no es necesariamente una reprensión o corrección del Señor, Él la usa a menudo para este propósito. Hebreos 12:7 nos dice que debemos soportar las dificultades como disciplina, porque Dios nos está tratando como hijos. Sin embargo, tendemos a buscar a Dios en tiempos de tribulación, porque como niños que buscan la ayuda de su padre, encontramos consuelo y aliento en Su presencia.
Yo, personalmente, he encontrado Su oído atento, escuchando cada grito, cada estremecimiento tembloroso, cada cobarde llanto, mientras el dolor hace que sus estragos a través de mi cuerpo. Y luego viene el impulso, el hambre de orar por los demás mientras oro por mí mismo; Como si recordar y traer los dolores y sufrimientos de los demás ante el trono de la gracia, trae paz y satisfacción a mi corazón, y una mayor convicción de que Dios escucha con especial atención a este tipo de oración.
Luego está el hambre con que lo buscamos a través de las Escrituras en tiempos de angustia, y cómo las Escrituras nos hablan de Sus amorosos brazos envueltos alrededor de nosotros, de Sus noches de vigilia parado al lado nuestro, sosteniendo nuestras manos y ayudándonos a dar cada paso en nuestra lento Caminar por el valle de las sombras. Pedro nos dice en 1 Pedro 5: 7 que arrojemos todas nuestras angustias sobre Él, porque Él cuida de nosotros
Salmo 34: 18-19 "El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los quebrantados de espíritu. Muchas son las aflicciones de los justos, pero el Señor los libra de todas.
En cuanto a la oración por otros, Santiago dice en Santiago 5:14-15 que los enfermos deben buscar la oración de los ancianos; Y en 1 Juan 5:15 leemos que debemos orar por los que se están descarriando, y el Señor los restaurará. En 1 Timoteo 2: 1-2 Pablo nos insta a hacer intercesiones, oraciones, peticiones y acciones de gracias en nombre de todos los hombres.
También vemos a Jesús a través de Su ministerio siempre intercediendo por otros, y haciendo un milagro tras otro. Lo vemos en Mateo 8: 5-13, Lucas 7: 1-10, Mateo 15: 21-28, Marcos 7: 24-30, Marcos 9-14-29, y en muchos otros casos. Hebreos 7:25 nos dice que Jesús vive para hacer intercesión por nosotros.
Por lo tanto, es nuestro llamado el hacer intercesión por aquellos que están en cualquier tipo de necesidad, ya sea en los buenos tiempos o malos tiempos. Porque nuestras oraciones son un tesoro para el Señor.
Y finalmente, mientras estamos en ello, sabiendo que otros luchan con su fe o con sus aprendizajes, ¿por qué no encontrar a alguien que podamos ayudar, o que pueda ayudarnos? Por qué no unir fuerzas con una o dos personas de nuestra confianza en la iglesia, y reunirnos una o dos veces por semana y estudiar las escrituras, y hablar sobre nuestros problemas y necesidades de oraciones. Puedo asegurarles, que sólo el crecimiento saldrá de ello.
Por lo tanto, ten la confianza para acercarse a alguien hoy, un hermano, una hermana en Cristo, o incluso alguien que no conoce a Cristo si este está dispuestos a escuchar y leer las Escrituras. Sólo cosas buenas saldrán de estas reuniones.
Yo, una vez por todas, ya no miro desde el púlpito con ojos críticos, sino más bien con ojos de amor y comprensión, pues sé lo difícil que es a veces escudriñar en la palabra, sobre todo cuando estamos abrumados por las presiones de la vida. Antes traigo consuelo y paz a la iglesia, palabras de edificación y convicción y soluciones que prácticamente nos acercan a Dios, que nos ayudan a aprender maneras de hacer buenos hábitos, de leer, orar y hablar a Dios y a los demás.
Para terminar, necesito que recuerdes poner toda tu carga en las espaldas de Jesús, Recuerda las palabras de Jesús en Mateo 11: 28-30. "Venid a mí, todos los que trabajan y están cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, porque soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave, y mi carga ligera.
¡Que el Señor los bendiga y los guarde!
José A. Luna

Siervo de Cristo Jesús

jueves, 26 de enero de 2017

Su mano derecha nos sostiene

Yo sé que mi redentor vive, y que al final él permanecerá sobre la tierra. Job 19:25

Este es uno de aquellos días en que el Señor me despierta en la madrugada, no para hablarme, sino para que yo le hable a Él. Y sí, no se trata de un monólogo, Él responde. Y sus respuestas son tranquilizadoras y reconfortantes; Y me dan consuelo, confianza y tranquilidad, pero lo más importante es que me dan un gran entendimiento de Su naturaleza, de Su carácter y especialmente de Su amor.
Después de un largo ir y venir a través de Gálatas 3 y Génesis 12, 15 Y 17, y Romanos 4, y Mateo y Juan y Lucas y Marcos, en ese orden, Él me guio al salmo 18, sólo para mostrarme algunas cosas que no había Visto, aunque he leído este salmo incontables veces.
En él descubrí cuan poderosa es mi posición delante de Satanás, y cuan segura es mi posición en Cristo. Esto no es algo que yo no conocía, pero es fácil dejar que tu cerebro oculte cosas que son extraordinariamente importantes para nuestra fe y nuestra relación con Dios. Y esto no es cosa pequeña, porque sé de primera mano cómo cada cristiano que conozco ha pasado por momentos de debilidad e incluso de fracaso; Momentos en que a pesar de lo que saben, se sienten derrotados, incompetentes, incapaces de pararse y luchar.

Sin embargo, la Biblia nos dice que somos competentes como ministros, todos nosotros, no sólo algunos, sino todos, nos dice que tenemos una armadura impenetrable que cubre todas las partes esenciales para estar firmes, y para avanzar, avanzar en la batalla. Pero, y esto es algo que he predicado frecuentemente en el pasado, el no estar claros, en el entendimiento de nuestra identidad, y el a menudo flaquear en nuestra búsqueda de la santificación, a través de la devoción y la oración, nos hace inútiles para Cristo, y nos coloca en el lugar de simples espectadores, En lugar de soldados, equipados y capaces de luchar.
El Salmo 18 nos dice que Él mantiene mi lámpara encendida, Él convierte mis tinieblas en luz, con Su ayuda puedo avanzar contra cualquier reto o tribulación, Él me da poder para escalar altos muros. Aleluya. Además, este salmo nos dice que: " Él hace mis pies como los pies de un ciervo; Él me hace subir a las alturas. Entrena mis manos para la batalla; Mis brazos pueden doblar un arco de bronce. Tú haces tu ayuda salvífica mi escudo, y tu mano derecha me sostiene; Tu ayuda me ha hecho grande. Proporcionas un camino amplio para mis pies, para que mis tobillos no cedan. "(V. 33-36)

Este Salmo fue escrito proféticamente por David en medio de su victoria sobre Saúl, y sin embargo, encaja perfectamente en la vida de los redimidos. Porque somos una generación de soldados, mirando hacia el último campo de batalla, porque mientras la Historia se desarrolla delante de nuestros ojos, y vemos como la profecía se está cumpliendo a través de los acontecimientos históricos que están teniendo lugar alrededor del mundo, no podemos permitirnos ignorar nuestro llamado, Nuestra obligación, y las enormes implicaciones que traen consigo. Porque Dios nos escogió para Su gloria, y para nuestra lucha con todas nuestras fuerzas para cumplir nuestro compromiso, la tarea que nos ha sido asignada.
Job, en medio del sufrimiento, tuvo una visión de la esperanza de gloria, igual que la tuvieron Abraham e Isaac, y Jacob, y los jueces y los profetas, y cada hombre que Dios separó y usó para su gloria a través de la historia del Antiguo Testamento. Pero para nosotros, Él reservó la más grande revelación; Un privilegio que ninguno de estos grandes hombres y mujeres tuvieron.

Entonces, porque este privilegio incluye una bendición y un regalo que nunca puede ser arrebatado de nuestras manos, el cual es Cristo en nosotros, la esperanza de gloria (Col.1: 27) tenemos la razón más poderosa para luchar, para perseverar y no Desfallecer en nuestra persecución de la corona de justicia, porque sabemos que nuestro redentor vive, y sabemos que hemos sido sellados, separados y dotados con el Espíritu Santo como garantía de nuestra esperanza De gloria.
Así pues, marchemos al campo de batalla, sabiendo que la guerra ya ha sido ganada, y que Él ha adiestrado nuestras manos para la batalla, y que Su mano derecha nos sostiene.

Que el Señor los bendiga y los guarde, y que su rostro siga brillando sobre ustedes mientras se mantienen ceñidos con la Armadura Dios, valerosos en preparados para toda buena obra, en santidad.
José A. Luna
siervo de Cristo Jesús

lunes, 29 de agosto de 2016

Fe sin Obras

La gran polémica entre católicos y protestantes ha sido por muchos siglos el tema de las obras de fe, y ciertamente, este es un tema que no parece tener solución. A menos que escudriñemos las escrituras, las cuales nos enseñan la verdad.
Uno de los versículos favoritos de la iglesia católica es Santiago 2:14,17 los cuales establecen que fe sin obra es fe muerta, de hecho la segunda parte del capítulo 2 de Santiago, versículos 14 al 26 nos da motivos para un buen argumento respecto a la participación de las obras en la salvación.
El problema es que una porción de la palabra de Dios por sí sola no hace una doctrina, y en este caso eso es lo que sucede. Pues si leemos muchos otros versículos de la Biblia por si solos determinaríamos algo completamente opuesto, que si tienes fe no necesitas hacer obras. De hecho existe una buena razón por la que estas son llamadas obras de fe, porque eso es lo que son.
Cuando una persona actúa por su fe, haciendo actos de caridad, actos de bondad, actos de amor, lo está haciendo porque su fe le lleva a un deseo de imitar a Jesús. Y esta es la verdadera fe, aquella que nos motiva a querer ayudar al prójimo, pues Jesús nos dice “ama a tu prójimo como a ti mismo, y nuestro prójimo es todo aquel que nos rodea, sin importar clase credo raza o género. Y cuando vemos a una persona sucia, maloliente, con ropas rasgadas con aspecto mugroso, y sentimos asco o repugnancia y tomamos una actitud despectiva, estamos diciendo que no tenemos amor en nuestro corazón, por lo menos, no el amor de Cristo Jesús, y si decimos que tenemos fe, si decimos que creemos en Nuestro señor Jesucristo y hacemos esto, estamos diciendo que nuestra fe es falsa.
Pero veamos en que nos basamos para este argumento.
En Juan 6:28:29 después de Jesús haber hecho el milagro del pan y los peces para más de cinco mil personas, muchos le siguieron hasta Capernaum, al otro lado del mar de Galilea, y allí lo asediaron.
Unos le preguntaron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Ésta es la obra de Dios, que creáis en aquel que Él ha enviado.
Aquí Jesús no dijo que debemos ayudar a los ancianitos para ser salvos, o que debemos ayudarlos y además creerle a Él, Él dijo bien claro que lo único necesario es creer en Él. Basado en esto podríamos argumentar que las obras no son necesarias.
Veamos igualmente Gálatas 3; en este capítulo vemos un contra-argumento a una porción de Santiago 2 en que se nos habla de la fe de Abraham, y en realidad no existen aquí contradicciones, solo mala interpretación. Pues vemos en ambos capítulos que “Abraham creyó y le fue reconocido por Justicia”
Y de hecho, Abraham estaba dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac porque el creyó, y no lo opuesto, en otras palabras, el no sacrifico a su hijo y después creyó, sino que él estuvo dispuesto a sacrificarlo como un acto de fe, como una consecuencia de su fe en Dios.
Lo que esto nos dice es que cuando hacemos actos de bondad porque creemos estamos demostrando que nuestra fe es genuina, y que si decimos que creemos pero no estamos dispuestos a ayudar al prójimo, si no sentimos ganas de nutrirnos con la palabra de Dios, si no nos interesa compartir con nuestros hermanos de la fe, si no nos duele ver niños hambrientos, o personas enfermas, etc. Entonces nuestra fe es cuestionable.
El mismo capítulo 3 de Gálatas nos dice que somos hijos de la promesa de Dios a Abraham, y esta promesa vino mucho antes que su demostración de fe. Abraham salió hacia la tierra prometida como un acto de fe, sin embargo desde allí el salió desde allí a Egipto por su falta de fe, podríamos entonces cuestionar a Abraham en base a este hecho, y sin embargo el sigue siendo el padre de los que tienen fe.
Igualmente en el libro de Efesios capitulo dos y versículos 8 al 10 nos dice: porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.  No por obras, para que nadie se gloríe,  pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
Estos tres versículos establecen la solución al conflicto de Gálatas y Santiago, pues claramente nos indican que el problema de las obras sin fe es que le robamos la gloria a Dios, y todo aquel que hace obras de caridad sin un apoyo en Cristo Jesús, esta simplemente ofendiendo a Dios.
Podemos dar como ejemplo algo que está de moda, muchos Billonarios modernos “regalan” gran parte de sus fortunas a obras de caridad, y esto es un acto aparentemente noble y digno de laudar, mas ellos hacen ceremonias y festejos para anunciar estos actos, y sin embargo, una gran porción sino todo lo que están “regalando” es dinero deducible de los impuestos que tienen que pagar al gobierno, en otras palabras quien está dando el dinero es el Gobierno, y a través del gobierno, todas las otras personas que pagan impuestos, y estos grandes “filántropos” se llevan toda la gloria de sus grandes “donaciones”
Jesús nos enseña en Mateo 6:2-4 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.  Pero cuando tú des limosna, no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha,  para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público.
Jesús aquí nos enseña que el que hace obras de amor, lo hace para la gloria del Padre Nuestro Dios, y no necesita anunciarlo, y esta es una demostración de que lo hacemos porque le amamos, porque le creemos, porque tenemos Fe.
En otras palabras, la fe no está detrás de las obras ni junta con ellas, Las obras no son un complemento de la fe, son una consecuencia de la fe.
¿O como explicaríamos de un minusválido, o de una persona postrada en cama, los cuales confiesan a Cristo como su Salvador y tienen fe? estas personas morirían y no serían salvas aun teniendo un gran amor por Cristo Jesús, porque sus condiciones no les permiten hacer obras.
La única obra que Dios exige es un corazón circuncidado, un corazón completamente sometido a Cristo, un corazón dispuesto y preparado para darlo todo por Cristo Jesús. Y este corazón vivirá para amar al prójimo, para quitarse el pan de la boca para alimentar a los necesitados, para socorrer a los enfermos, para velar por los ancianos y los desvalidos. Si tú no tienes este corazón, no importa cuántas obras hagas, tú no veras la gloria del Padre.
¿Tienes tú este corazón? Si no lo tienes, pídele a Dios que te lo reemplace, y veras el milagro hecho en tu vida.

Rev. Jose A. Luna

Siervo de Cristo Jesús

miércoles, 17 de agosto de 2016

La Batalla por Nuestra Mente



Recuerdo el año 1999, porque fue un año trascendental para mi vida; La razón principal de esto fue que perdí todos mis ahorros, casi un millón de dólares, en una empresa de publicaciones la cual había comenzado en 1997. Este revés me obligó a empezar de nuevo, con sólo un par de miles de dólares que me quedaban. Fue en ese mismo año, en que empecé el negocio que me llevaría a través de los próximos siete años, y hasta que comenzamos nuestra vida misionera. También fue el año en que la película ‘Matrix’ fue estrenada en cines.
Mi reflexión sobre estos eventos radica en mi profunda creencia en que nuestro modo de pensar es más poderoso que cualquier circunstancia que pueda afectar nuestra condición o estado o posición, y que cualquier circunstancia que pueda causar aflicciones momentáneas o dolores, e incluso profundo sufrimiento. Esto es importante porque en esos días, al igual que hoy en día, yo creía que una persona puede lograr cualquier cosa que él o ella se proponga, siempre y cuando fijen su mente en ese propósito, en ese objetivo, independientemente de las condiciones externas.
Sin embargo, también creo que una mente tan poderosa como la que el Señor nos ha dado, puede ser fácilmente abatida, desanimada, distraída, e incluso descarrilada, por condiciones externas, que son típicamente absolutamente fuera de nuestro control, esto es, por supuesto, si se lo permitimos. Y nótese que dije, si se lo permitimos.
Lo que quiero decir es que nosotros tenemos control sobre nuestra mente, soy un verdadero creyente y me atrevo a afirmarlo como un hecho, que realmente podemos ser reyes y reinas del dominio de nuestra mente, si elegimos serlo.
Uno de los mayores dones que Dios ha dado a la humanidad es el libre albedrío. Sin embargo, una gran parte de la población del mundo vive en la confusión y el desdeño e incluso la ignorancia del poder que se nos ha dado en el libre albedrío. Porque Dios quiso que tuviésemos una opción, no sólo en la elección del árbol de la vida sobre el árbol del conocimiento del bien y el mal, pero más aún, en todos los aspectos de nuestra vida sin importar cuan infinitesimal estos sean. Y lo mejor de todo esto es, Él nos dio la sabiduría para elegir nuestros caminos apropiadamente, para que aprendamos a vivir en la gracia y a escoger bendición en lugar de maldición.
Sin embargo, constantemente, una vez tras otra escogemos la maldición, elegimos el conocimiento del mal y escogemos la condenación. ¿Por qué es esto?
Veamos la Biblia por un momento y ver lo que dice al respecto.
En 2 Corintios 10: 3-5 leemos: Pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. Las armas de nuestra milicia no son las armas del mundo. Por el contrario, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.
Esta es una declaración extraordinaria, la cual Pablo hace a los Corintios, una declaración audaz y reveladora de hecho. La pregunta es, ¿estamos nosotros en condiciones de repetir y aplicar estas palabras a nuestras vidas?
Recordemos también que Pablo dijo a los corintios que la sabiduría del mundo es necedad, y los que se someten a Dios tienen sabiduría que viene de Dios!, ¿cuál es la diferencia?
Mi audacia y astucia empresarial y mi resiliencia y capacidad de recuperarme rápidamente en los negocios siempre se basó en la sabiduría del mundo, en premisas mundanas, en conocimiento y experiencias aprendidas del mundo, en todo esto había un ingrediente que brillaba por su ausencia, Cristo en mí, la esperanza de gloria.
Jesucristo no estaba en el centro de mi vida, o en el de mis procesos mentales, o en el centro de mis decisiones, Él no era la fuente de mi sabiduría y, por consiguiente, estos estaban contaminados, y todas mis decisiones eran sólo aparentemente sabias. Aunque podía yo sentir el poder de mi astucia empresarial en acción, y cada paso que daba era confiado y seguro, teniendo conocimiento de que cada decisión era la correcta, y la voluntad y la confianza de asumir riesgos despreocupadamente sobre la base de los muchos años de experiencia y de estudios. Sin embargo, todo era como un juego de azar, un juego bien pensado y cuidadosamente planeado de hecho, no obstante, un juego de azar, una apuesta en la que yo tenía un cincuenta por ciento de posibilidades de ganar, una decisión de libre albedrío con dos resultados posibles, y Dios siempre sabía de qué lado la moneda caería, Mas esto yo no lo veía, pues yo pensaba que era un genio, capaz de ver paso por paso como resultarían las cosas. Nunca me preocupé por incluirlo a Él en la ecuación. Yo no estaba consultando al único que podría inclinar la balanza hacia mi lado,
Si estamos familiarizados con la historia de la Biblia, entenderíamos rápidamente que la sabiduría sin Dios no es sabiduría, es tontería. Abraham sabía algo que el resto del mundo no sabía, su secreto era, que él tenía una relación cercana con Dios. Moisés tenía algo que el resto de los hijos de Israel no tenían, él era un amigo de Dios. El Rey David tenía una relación especial con Dios. Del mismo modo, podemos ver el denominador común en todas las instancias de los grandes personajes de la Biblia (debo aclarar que me refiero a la grandeza espiritual)
Moviéndonos rápidamente al pasado reciente, hasta nuestra primera misión a D. R. en julio de 2006. Después de más de 20 años de "no muy cristiana" vida en Canadá, viviendo como un empresario, y usualmente disfrutando las bendiciones y prosperidad que el trabajo duro y la sabiduría del mundo ofrecen, llegué a la R. D. con la idea de que yo podría revolucionar el cristianismo con mis grandes habilidades empresariales y con el conocimiento que "Dios me había proporcionado"
Una vez más, con la misma vieja actitud ‘valiente y decidida’, empecé una nueva empresa en la R.D. excepto que esta vez lo hacía "para Dios" con esta intención en mente, una ONG fue constituida y se desarrollaron grandes planes y estrategias, y este gran Ministerio comenzó a entrenar a cientos de niños pobres de la nación en aspectos de moral y ética y habilidades para la vida y en el conocimiento de Cristo. Todo parecía perfecto, y el programa creció rápidamente y miles de niños fueron inscritos en estos programas. Yo había invertido cada centavo que tenía nuestra familia; pues estaba convencido de que esto no podía ser una mala inversión, ya que yo estaba invirtiendo en el reino de Dios. Excepto que, a pesar del hecho de que orábamos en todas las reuniones, que adorábamos a Dios fervientemente, que rendíamos a los pies de Cristo Jesús cada acción que tomábamos, y todas las inversiones y compras que hacíamos, a pesar del hecho de que yo pasaba horas diariamente orando y leyendo las escrituras.
Yo no había dejado de ser el empresario arrogante, omnipotente y diestro que sabía cómo iniciar y manipular un negocio, cómo hacer que las cosas funcionaran de manera precisa. Y en este caso, nada era diferente. Yo tenía la intención de mostrarle a Dios lo inteligente que era, y cuánto podía yo hacer por su reino. Y el Señor permitió que yo me metiera cada vez más profundamente en este agujero de arrogancia, el cual tenía solo una salida; hasta que me había gastado hasta el último centavo que teníamos. Y entonces nos estrellamos, como vasija de barro contra una pared de hierro, rompiéndonos en mil pedazos.
Después de 18 meses, y miles de dólares prácticamente desperdiciados, me encontré llorando una mañana, molido, rogando a Dios que me perdone y pidiéndole otra oportunidad. Sobra decir que el Señor respondió a mis oraciones, aunque en sus propios términos; Él me consiguió un trabajo como productor de una revista, y envió al pastor David a rescatarme, y para que me ayudara a continuar con el Ministerio.
Más de diez años han pasado desde aquellos días, y creo que finalmente, recientemente, por fin he obtenido una visión de la lección que el Señor ha estado tratando de enseñarme.
A lo largo de todos estos años y, a pesar de las abundantes bendiciones de Dios en nuestras vidas, y de las grandes hazañas que Él nos ha permitido vivir para su gloria, mis batallas personales han sido en su mayoría, acerca de dejar ir ese espíritu independiente que limita el trabajo que Él quiere hacer en mí, y mientras Él continúa eliminando fortalezas y rebeldías en mi vida, aun continuo encontrando rasgos ocultos y pensamientos mundanos, que deben de ser sometidos al conocimiento de Cristo.
Sin embargo, esta mañana el Señor me ha dicho simplemente, "deja las inútiles batallas para lograr lo que ya yo he logrado" y estoy una vez más vergonzosamente humillado por la realidad de que su obra en nosotros no se hace por completo hasta el día de Cristo.
Ayer en la noche estaba escuchando uno de los sermones de Bill Johnson, en el cual él dice que el escudo de la fe nos es dado para detener los dardos de fuego del enemigo, sin embargo, la espada del espíritu, que es la palabra de Dios, es el tipo de espada corta similar a la utilizada por los romanos en los tiempos de Jesús, y que esta espada se utiliza a menudo para extraer esas flechas que no han podido ser detenidas por el escudo y han herido al soldado, de la misma manera, debemos usar la espada en nosotros, para extraer los dardos que nos hieren, porque sólo la palabra puede hacer eso.
Lo que creemos nos hace ser lo que somos y lo que creemos, establece las pautas para el condicionamiento de nuestra mente, cuando nuestras creencias son debilitadas, nuestra identidad se ve afectada, y nuestro propósito se desenfoca y se distrae.
En segunda de Corintios 5:17 nos encontramos con que cualquier persona que está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas
Dios no puede funcionar con eficacia en una mente llena de fortalezas, inundada con creencias torcidas, y agobiada por sabidurías mundanas, o con las viejas tradiciones y patrones que controlan nuestros procesos mentales; por lo cual, en lo adelante, debemos someter nuestra mente a Dios, someter cada uno de nuestros pensamientos al conocimiento de Cristo, someter a pruebas todo pensamiento en base  a la medida de las Escrituras, antes de que estos puedan crecer raíces en nuestra mente. Debemos eliminar todo condicionamiento mental que no permanece en Cristo, que no responde al filtro de las Escrituras.
Entregarnos a Cristo, y ser transformados por la renovación de nuestra mente, es el único camino hacia una vida de victoria; no de victoria mundana que es fugaz y vana y vacía y sin sustancia, pero la victoria espiritual, según Dios, la cual nos viste con la sabiduría de Dios, y que es eterna.
Que el Señor te bendiga y te guarde!
José A. Luna

Ministro de Cristo Jesús