lunes, 29 de agosto de 2016

Fe sin Obras

La gran polémica entre católicos y protestantes ha sido por muchos siglos el tema de las obras de fe, y ciertamente, este es un tema que no parece tener solución. A menos que escudriñemos las escrituras, las cuales nos enseñan la verdad.
Uno de los versículos favoritos de la iglesia católica es Santiago 2:14,17 los cuales establecen que fe sin obra es fe muerta, de hecho la segunda parte del capítulo 2 de Santiago, versículos 14 al 26 nos da motivos para un buen argumento respecto a la participación de las obras en la salvación.
El problema es que una porción de la palabra de Dios por sí sola no hace una doctrina, y en este caso eso es lo que sucede. Pues si leemos muchos otros versículos de la Biblia por si solos determinaríamos algo completamente opuesto, que si tienes fe no necesitas hacer obras. De hecho existe una buena razón por la que estas son llamadas obras de fe, porque eso es lo que son.
Cuando una persona actúa por su fe, haciendo actos de caridad, actos de bondad, actos de amor, lo está haciendo porque su fe le lleva a un deseo de imitar a Jesús. Y esta es la verdadera fe, aquella que nos motiva a querer ayudar al prójimo, pues Jesús nos dice “ama a tu prójimo como a ti mismo, y nuestro prójimo es todo aquel que nos rodea, sin importar clase credo raza o género. Y cuando vemos a una persona sucia, maloliente, con ropas rasgadas con aspecto mugroso, y sentimos asco o repugnancia y tomamos una actitud despectiva, estamos diciendo que no tenemos amor en nuestro corazón, por lo menos, no el amor de Cristo Jesús, y si decimos que tenemos fe, si decimos que creemos en Nuestro señor Jesucristo y hacemos esto, estamos diciendo que nuestra fe es falsa.
Pero veamos en que nos basamos para este argumento.
En Juan 6:28:29 después de Jesús haber hecho el milagro del pan y los peces para más de cinco mil personas, muchos le siguieron hasta Capernaum, al otro lado del mar de Galilea, y allí lo asediaron.
Unos le preguntaron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Ésta es la obra de Dios, que creáis en aquel que Él ha enviado.
Aquí Jesús no dijo que debemos ayudar a los ancianitos para ser salvos, o que debemos ayudarlos y además creerle a Él, Él dijo bien claro que lo único necesario es creer en Él. Basado en esto podríamos argumentar que las obras no son necesarias.
Veamos igualmente Gálatas 3; en este capítulo vemos un contra-argumento a una porción de Santiago 2 en que se nos habla de la fe de Abraham, y en realidad no existen aquí contradicciones, solo mala interpretación. Pues vemos en ambos capítulos que “Abraham creyó y le fue reconocido por Justicia”
Y de hecho, Abraham estaba dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac porque el creyó, y no lo opuesto, en otras palabras, el no sacrifico a su hijo y después creyó, sino que él estuvo dispuesto a sacrificarlo como un acto de fe, como una consecuencia de su fe en Dios.
Lo que esto nos dice es que cuando hacemos actos de bondad porque creemos estamos demostrando que nuestra fe es genuina, y que si decimos que creemos pero no estamos dispuestos a ayudar al prójimo, si no sentimos ganas de nutrirnos con la palabra de Dios, si no nos interesa compartir con nuestros hermanos de la fe, si no nos duele ver niños hambrientos, o personas enfermas, etc. Entonces nuestra fe es cuestionable.
El mismo capítulo 3 de Gálatas nos dice que somos hijos de la promesa de Dios a Abraham, y esta promesa vino mucho antes que su demostración de fe. Abraham salió hacia la tierra prometida como un acto de fe, sin embargo desde allí el salió desde allí a Egipto por su falta de fe, podríamos entonces cuestionar a Abraham en base a este hecho, y sin embargo el sigue siendo el padre de los que tienen fe.
Igualmente en el libro de Efesios capitulo dos y versículos 8 al 10 nos dice: porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.  No por obras, para que nadie se gloríe,  pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
Estos tres versículos establecen la solución al conflicto de Gálatas y Santiago, pues claramente nos indican que el problema de las obras sin fe es que le robamos la gloria a Dios, y todo aquel que hace obras de caridad sin un apoyo en Cristo Jesús, esta simplemente ofendiendo a Dios.
Podemos dar como ejemplo algo que está de moda, muchos Billonarios modernos “regalan” gran parte de sus fortunas a obras de caridad, y esto es un acto aparentemente noble y digno de laudar, mas ellos hacen ceremonias y festejos para anunciar estos actos, y sin embargo, una gran porción sino todo lo que están “regalando” es dinero deducible de los impuestos que tienen que pagar al gobierno, en otras palabras quien está dando el dinero es el Gobierno, y a través del gobierno, todas las otras personas que pagan impuestos, y estos grandes “filántropos” se llevan toda la gloria de sus grandes “donaciones”
Jesús nos enseña en Mateo 6:2-4 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.  Pero cuando tú des limosna, no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha,  para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público.
Jesús aquí nos enseña que el que hace obras de amor, lo hace para la gloria del Padre Nuestro Dios, y no necesita anunciarlo, y esta es una demostración de que lo hacemos porque le amamos, porque le creemos, porque tenemos Fe.
En otras palabras, la fe no está detrás de las obras ni junta con ellas, Las obras no son un complemento de la fe, son una consecuencia de la fe.
¿O como explicaríamos de un minusválido, o de una persona postrada en cama, los cuales confiesan a Cristo como su Salvador y tienen fe? estas personas morirían y no serían salvas aun teniendo un gran amor por Cristo Jesús, porque sus condiciones no les permiten hacer obras.
La única obra que Dios exige es un corazón circuncidado, un corazón completamente sometido a Cristo, un corazón dispuesto y preparado para darlo todo por Cristo Jesús. Y este corazón vivirá para amar al prójimo, para quitarse el pan de la boca para alimentar a los necesitados, para socorrer a los enfermos, para velar por los ancianos y los desvalidos. Si tú no tienes este corazón, no importa cuántas obras hagas, tú no veras la gloria del Padre.
¿Tienes tú este corazón? Si no lo tienes, pídele a Dios que te lo reemplace, y veras el milagro hecho en tu vida.

Rev. Jose A. Luna

Siervo de Cristo Jesús

miércoles, 17 de agosto de 2016

La Batalla por Nuestra Mente



Recuerdo el año 1999, porque fue un año trascendental para mi vida; La razón principal de esto fue que perdí todos mis ahorros, casi un millón de dólares, en una empresa de publicaciones la cual había comenzado en 1997. Este revés me obligó a empezar de nuevo, con sólo un par de miles de dólares que me quedaban. Fue en ese mismo año, en que empecé el negocio que me llevaría a través de los próximos siete años, y hasta que comenzamos nuestra vida misionera. También fue el año en que la película ‘Matrix’ fue estrenada en cines.
Mi reflexión sobre estos eventos radica en mi profunda creencia en que nuestro modo de pensar es más poderoso que cualquier circunstancia que pueda afectar nuestra condición o estado o posición, y que cualquier circunstancia que pueda causar aflicciones momentáneas o dolores, e incluso profundo sufrimiento. Esto es importante porque en esos días, al igual que hoy en día, yo creía que una persona puede lograr cualquier cosa que él o ella se proponga, siempre y cuando fijen su mente en ese propósito, en ese objetivo, independientemente de las condiciones externas.
Sin embargo, también creo que una mente tan poderosa como la que el Señor nos ha dado, puede ser fácilmente abatida, desanimada, distraída, e incluso descarrilada, por condiciones externas, que son típicamente absolutamente fuera de nuestro control, esto es, por supuesto, si se lo permitimos. Y nótese que dije, si se lo permitimos.
Lo que quiero decir es que nosotros tenemos control sobre nuestra mente, soy un verdadero creyente y me atrevo a afirmarlo como un hecho, que realmente podemos ser reyes y reinas del dominio de nuestra mente, si elegimos serlo.
Uno de los mayores dones que Dios ha dado a la humanidad es el libre albedrío. Sin embargo, una gran parte de la población del mundo vive en la confusión y el desdeño e incluso la ignorancia del poder que se nos ha dado en el libre albedrío. Porque Dios quiso que tuviésemos una opción, no sólo en la elección del árbol de la vida sobre el árbol del conocimiento del bien y el mal, pero más aún, en todos los aspectos de nuestra vida sin importar cuan infinitesimal estos sean. Y lo mejor de todo esto es, Él nos dio la sabiduría para elegir nuestros caminos apropiadamente, para que aprendamos a vivir en la gracia y a escoger bendición en lugar de maldición.
Sin embargo, constantemente, una vez tras otra escogemos la maldición, elegimos el conocimiento del mal y escogemos la condenación. ¿Por qué es esto?
Veamos la Biblia por un momento y ver lo que dice al respecto.
En 2 Corintios 10: 3-5 leemos: Pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. Las armas de nuestra milicia no son las armas del mundo. Por el contrario, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.
Esta es una declaración extraordinaria, la cual Pablo hace a los Corintios, una declaración audaz y reveladora de hecho. La pregunta es, ¿estamos nosotros en condiciones de repetir y aplicar estas palabras a nuestras vidas?
Recordemos también que Pablo dijo a los corintios que la sabiduría del mundo es necedad, y los que se someten a Dios tienen sabiduría que viene de Dios!, ¿cuál es la diferencia?
Mi audacia y astucia empresarial y mi resiliencia y capacidad de recuperarme rápidamente en los negocios siempre se basó en la sabiduría del mundo, en premisas mundanas, en conocimiento y experiencias aprendidas del mundo, en todo esto había un ingrediente que brillaba por su ausencia, Cristo en mí, la esperanza de gloria.
Jesucristo no estaba en el centro de mi vida, o en el de mis procesos mentales, o en el centro de mis decisiones, Él no era la fuente de mi sabiduría y, por consiguiente, estos estaban contaminados, y todas mis decisiones eran sólo aparentemente sabias. Aunque podía yo sentir el poder de mi astucia empresarial en acción, y cada paso que daba era confiado y seguro, teniendo conocimiento de que cada decisión era la correcta, y la voluntad y la confianza de asumir riesgos despreocupadamente sobre la base de los muchos años de experiencia y de estudios. Sin embargo, todo era como un juego de azar, un juego bien pensado y cuidadosamente planeado de hecho, no obstante, un juego de azar, una apuesta en la que yo tenía un cincuenta por ciento de posibilidades de ganar, una decisión de libre albedrío con dos resultados posibles, y Dios siempre sabía de qué lado la moneda caería, Mas esto yo no lo veía, pues yo pensaba que era un genio, capaz de ver paso por paso como resultarían las cosas. Nunca me preocupé por incluirlo a Él en la ecuación. Yo no estaba consultando al único que podría inclinar la balanza hacia mi lado,
Si estamos familiarizados con la historia de la Biblia, entenderíamos rápidamente que la sabiduría sin Dios no es sabiduría, es tontería. Abraham sabía algo que el resto del mundo no sabía, su secreto era, que él tenía una relación cercana con Dios. Moisés tenía algo que el resto de los hijos de Israel no tenían, él era un amigo de Dios. El Rey David tenía una relación especial con Dios. Del mismo modo, podemos ver el denominador común en todas las instancias de los grandes personajes de la Biblia (debo aclarar que me refiero a la grandeza espiritual)
Moviéndonos rápidamente al pasado reciente, hasta nuestra primera misión a D. R. en julio de 2006. Después de más de 20 años de "no muy cristiana" vida en Canadá, viviendo como un empresario, y usualmente disfrutando las bendiciones y prosperidad que el trabajo duro y la sabiduría del mundo ofrecen, llegué a la R. D. con la idea de que yo podría revolucionar el cristianismo con mis grandes habilidades empresariales y con el conocimiento que "Dios me había proporcionado"
Una vez más, con la misma vieja actitud ‘valiente y decidida’, empecé una nueva empresa en la R.D. excepto que esta vez lo hacía "para Dios" con esta intención en mente, una ONG fue constituida y se desarrollaron grandes planes y estrategias, y este gran Ministerio comenzó a entrenar a cientos de niños pobres de la nación en aspectos de moral y ética y habilidades para la vida y en el conocimiento de Cristo. Todo parecía perfecto, y el programa creció rápidamente y miles de niños fueron inscritos en estos programas. Yo había invertido cada centavo que tenía nuestra familia; pues estaba convencido de que esto no podía ser una mala inversión, ya que yo estaba invirtiendo en el reino de Dios. Excepto que, a pesar del hecho de que orábamos en todas las reuniones, que adorábamos a Dios fervientemente, que rendíamos a los pies de Cristo Jesús cada acción que tomábamos, y todas las inversiones y compras que hacíamos, a pesar del hecho de que yo pasaba horas diariamente orando y leyendo las escrituras.
Yo no había dejado de ser el empresario arrogante, omnipotente y diestro que sabía cómo iniciar y manipular un negocio, cómo hacer que las cosas funcionaran de manera precisa. Y en este caso, nada era diferente. Yo tenía la intención de mostrarle a Dios lo inteligente que era, y cuánto podía yo hacer por su reino. Y el Señor permitió que yo me metiera cada vez más profundamente en este agujero de arrogancia, el cual tenía solo una salida; hasta que me había gastado hasta el último centavo que teníamos. Y entonces nos estrellamos, como vasija de barro contra una pared de hierro, rompiéndonos en mil pedazos.
Después de 18 meses, y miles de dólares prácticamente desperdiciados, me encontré llorando una mañana, molido, rogando a Dios que me perdone y pidiéndole otra oportunidad. Sobra decir que el Señor respondió a mis oraciones, aunque en sus propios términos; Él me consiguió un trabajo como productor de una revista, y envió al pastor David a rescatarme, y para que me ayudara a continuar con el Ministerio.
Más de diez años han pasado desde aquellos días, y creo que finalmente, recientemente, por fin he obtenido una visión de la lección que el Señor ha estado tratando de enseñarme.
A lo largo de todos estos años y, a pesar de las abundantes bendiciones de Dios en nuestras vidas, y de las grandes hazañas que Él nos ha permitido vivir para su gloria, mis batallas personales han sido en su mayoría, acerca de dejar ir ese espíritu independiente que limita el trabajo que Él quiere hacer en mí, y mientras Él continúa eliminando fortalezas y rebeldías en mi vida, aun continuo encontrando rasgos ocultos y pensamientos mundanos, que deben de ser sometidos al conocimiento de Cristo.
Sin embargo, esta mañana el Señor me ha dicho simplemente, "deja las inútiles batallas para lograr lo que ya yo he logrado" y estoy una vez más vergonzosamente humillado por la realidad de que su obra en nosotros no se hace por completo hasta el día de Cristo.
Ayer en la noche estaba escuchando uno de los sermones de Bill Johnson, en el cual él dice que el escudo de la fe nos es dado para detener los dardos de fuego del enemigo, sin embargo, la espada del espíritu, que es la palabra de Dios, es el tipo de espada corta similar a la utilizada por los romanos en los tiempos de Jesús, y que esta espada se utiliza a menudo para extraer esas flechas que no han podido ser detenidas por el escudo y han herido al soldado, de la misma manera, debemos usar la espada en nosotros, para extraer los dardos que nos hieren, porque sólo la palabra puede hacer eso.
Lo que creemos nos hace ser lo que somos y lo que creemos, establece las pautas para el condicionamiento de nuestra mente, cuando nuestras creencias son debilitadas, nuestra identidad se ve afectada, y nuestro propósito se desenfoca y se distrae.
En segunda de Corintios 5:17 nos encontramos con que cualquier persona que está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas
Dios no puede funcionar con eficacia en una mente llena de fortalezas, inundada con creencias torcidas, y agobiada por sabidurías mundanas, o con las viejas tradiciones y patrones que controlan nuestros procesos mentales; por lo cual, en lo adelante, debemos someter nuestra mente a Dios, someter cada uno de nuestros pensamientos al conocimiento de Cristo, someter a pruebas todo pensamiento en base  a la medida de las Escrituras, antes de que estos puedan crecer raíces en nuestra mente. Debemos eliminar todo condicionamiento mental que no permanece en Cristo, que no responde al filtro de las Escrituras.
Entregarnos a Cristo, y ser transformados por la renovación de nuestra mente, es el único camino hacia una vida de victoria; no de victoria mundana que es fugaz y vana y vacía y sin sustancia, pero la victoria espiritual, según Dios, la cual nos viste con la sabiduría de Dios, y que es eterna.
Que el Señor te bendiga y te guarde!
José A. Luna

Ministro de Cristo Jesús

martes, 19 de abril de 2016

Sea Dios Veraz!

¿Cualquier experiencia que vivamos en Cristo, siempre destacara su fidelidad, y esto es lo único en lo que confiadamente podemos presumir. Si los cristianos no hemos experimentado esta híper-realidad en nuestro diario vivir, tenemos el derecho a reclamarle a Dios, pues Él nos ha dado ese derecho. Porque sus promesas no son sólo palabras lanzadas al aire, sino verdades que pueden ser afirmadas, esperadas y le exigidas cuando hemos estado tomando su palabra en serio y aplicándola a nuestras vidas hasta el más mínimo detalle.
Podemos ver la experiencia de Rahab, una mujer sencilla y de vida cuestionable, quien creyó, Ella habría escuchado, quizás de la boca de uno de los hombres que la visitaba, quizás en el mercado, acerca de las andanzas de los hijos de Israel, acerca de sus victorias sobrenaturales, y del gran poder de su Dios, y ella creyó.
Sin embargo, debemos considerar el hecho de que creer que no es suficiente. Una demostración de fe que no deje lugar a dudas le dirá al mundo que usted realmente cree, porque Satanás cree y él está destinado al infierno. Sin embargo, el creer de Rahab era un creer de fe, un creer digno de salvación, un creer convincente y regenerador, el tipo de creer que no deja espacio para la dudas.
En el momento adecuado Dios le envió una manera de activar y poner a prueba su creer, Y Rahab tomo esta oportunidad, a riesgo de su propia vida y la de su familia, y sin dudar, puso su fe en acción, y escondió a los espías en su casa sabiendo que esto era una sentencia de muerte si ellos fueren descubiertos, sabiendo, que aun sus seres queridos probablemente también morirían con ella. Con esta convicción, Rahab puso en acción un plan para traer a los espías con seguridad fuera de los muros de Jericó. Y a continuación, tomo precaución en no olvidar un muy simple detalle, una pequeña muestra de su fe activa, atar una cinta escarlata en su ventana. "De modo que los despidió, y se fueron. Y ella ató el cordón de escarlata a la ventana. "Joshua 02:21
A menudo reclamamos a Dios su compromiso con sus promesas, y aun así no recibimos respuesta, y deberíamos preguntarnos, ¿hemos obedecido en detalles todos sus mandamientos, sus instrucciones? Los espías le dijeron a Rahab, "si no vemos la cinta escarlata en tu ventana no estamos obligados a cumplir nuestra promesa" Prestemos atención hermanos y hermanas, a los pequeños detalles, a las pequeñas cosas que usualmente descartamos como irrelevantes, a los pequeños detalles de amor, a los simples actos de obediencia. Este simple acto de obediencia garantizo a Rahab y su familia el camino a la salvación, les garantizo el cumplimiento de una promesa.
Jacob oró a Dios 'Pero usted ha dicho, "he aquí yo te haré bien, y haré a tu descendencia como la arena del mar, que no se puede contar.'" Génesis 32:12.
Jacob estaba en un aprieto cuando se acercaba a la tierra de sus antepasados. Sabiendo que su hermano se acercaba a él con cuatrocientos hombres, y que con toda probabilidad Esaú venía con la intención de matarle a él y su familia. Él le imploró a Dios, pero él no se limitó a implorar, él también le recordó a Dios la razón por la que él estaba allí, él estaba proclamando y reclamando las promesas que Dios le había hecho y exigiendo que estas fuesen cumplidas.
Jacob pudo haber ido a otro lugar con su familia, él pudo haberse asentado en un lugar seguro en una región diferente, incluso dentro de la misma tierra de Canaán, pero las instrucciones de Dios fueron, específicamente, volver a la tierra de sus antepasados, y Él había atado una promesa de este mandamiento. Jacob conocía el carácter de Dios, él sabía que Dios era fiel, digno de confianza y fiable; y el confiaba en que la promesa de Dios se haría realidad. Así que él se puso en se marcha, sin vacilaciones, sin dudas, hacia Canaán, hacia la tierra de sus antepasados, y hacia un posible enfrentamiento con su hermano.
¿Le obedecerías tu a Dios si supieras que esto implicaría un gran riesgo para tu bienestar y el de tu familia, le obedecerías ciegamente a sabiendas de que eso significaría perderlo todo, tal vez incluso tu vida?
Jacob era un hombre hábil, y el utilizó todas las habilidades, cada don dado por Dios, en preparación para su potencial encuentro con Esaú, y él ciertamente temía a su hermano, pero él confió en Dios por el resultado, hasta el punto de luchar con él y exigirle las bendiciones prometidas.
Sin embargo, hay que acentuar el hecho de que Jacob actuó en las instrucciones de Dios en detalle, y sin dudar, independientemente de su implicación; él puso los dones de Dios a trabajar para la ejecución de sus mandamientos, y a continuación, Proclamó, y declaró, e incluso lucho con Dios por el cumplimiento de estas promesas.
Aquí tenemos dos historias que nos enseñan una gran lección sobre la activación de la fe y de las promesas de Dios en nuestras vidas. Él nos está dando instrucciones exactas acerca de cómo hacer esto. La palabra de Dios es inmensa y profunda y exhaustiva, y hay que dedicarle tiempo de nuestro tiempo y poner esfuerzo y dedicación, y poner en ella toda nuestra pasión; para así poder asimilar sus instrucciones para nuestras vidas, pues estas son instrucciones que vienen directamente de Dios, y que electrifican nuestras almas y nos inundan de energía espiritual. Pero lo más importante; la palabra de Dios es la llave que abre la puerta a nuestras bendiciones, no porque nosotros la leamos, sino porque después de leerla, la ponemos en práctica.
Dios nos ha dado dones y habilidades y capacidades que han de ser utilizados para su gloria, y cuando las usamos para activar la palabra de Dios, no sólo en nuestra vida, sino también en la vida de nuestra familia y amigos, y vecinos y todo el mundo en nuestro ámbito de la interacción, y cuando la obedecemos incluso en su más mínimo detalle, entonces no vamos a tener necesidad de exigir que Dios cumpla sus promesas en nuestras vidas, pues estas se cumplirán justo ante nuestros ojos, y vamos a estar viviendo en el temor y el asombro de la gracia de Dios, y entonces, vamos a ver su gloria.
No hay una instancia en la Biblia en que las promesas de Dios no se cumplen, cada uno de estas promesas es cien por ciento confiable. En Josué 23:14 Josué dijo a su pueblo, reconozcan pues, con todo su corazón y con toda su alma que ni una sola de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les dio ha fallado. Cada promesa se ha cumplido; ninguna ha fallado.
Y yo estoy diciéndote en esta hora. No habrá nunca una promesa incumplida de Dios. Sólo depende de ti. Por lo tanto toma posesión de sus promesas, y actívalas, exígelas, y decláralas y las veras hechas realidad a tu vida. Pero primero tienes que serle fiel a tu Dios, en el más mínimo detalle.
Sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso. Romanos 3: 4
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús

sábado, 12 de marzo de 2016

Algo Completamente Fiable!

También tenemos el mensaje profético como algo completamente fiable, al cual hacéis bien en prestar atención, como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que despunte el día y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones. 2 Pedro 1:19
Lo que Pedro tenía en su corazón en el momento en que estaba escribiendo estas frases, puedo entenderlo, no porque conozco a Pedro, sino porque conozco al Señor, y siento lo mismo que pedro siente acerca del consejo y el amor de Dios.
 Muchos cristianos todavía se preguntan si esto es verdad, sin embargo, la única manera en que alguien se atreva a cuestionar la veracidad de esta afirmación es que él o ella no tienen la revelación del Espíritu. Pues esta es la gran belleza de estar en Cristo, Él está constantemente hablándonos, su presencia es tan abrumadora, que no puede ser ignorada. Y no hablamos de conocimiento intelectual, sino del testimonio del Señor Jesucristo en nuestro corazón, haciendo realidad cada palabra hablada a través de los profetas y apóstoles en la Biblia.
Pedro vivió durante tres años con Jesús, y él, más que nadie, fue testigo, no solo de la grandeza y el amor y la compasión del Señor, sino también su divinidad y la demostración diaria de su poder. Él, más que nadie puede decir, y no podemos refutarlo, que este mensaje profético es completamente fiable, porque nadie se lo dijo, no soñó o lo inventó o lo escuchó de los demás, él estaba allí, y lo probó, e incluso lo practicó él mismo, primero cuando fue enviado por Jesús junto con los otros de ciudad en ciudad para anunciar la venida del reino, y después del día de Pentecostés a través de las calles de Jerusalén y más allá, donde muchos fueron salvos, y sanos, y transformados por el poder de este mensaje.
Pedro dijo: ". Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con Él en el monte santo" Él estaba allí y vio cuando Jesús se transfiguró en su presencia, vio la gloria de nuestro Señor Jesucristo manifestarse frente a sus propios ojos, y en presencia de Juan y Santiago,
En ese momento, más que en cualquier otro momento antes de la resurrección de Jesús, Pedro tuvo la convicción de estar en la presencia de la divinidad.
Sin embargo, lo que es más extraordinario aun, es que debido a su testimonio, y por el testimonio de la presencia de Dios en nuestras vidas, nosotros podemos también afirmar de forma fiable que cada palabra de la Biblia es verdad. No porque vimos a los profetas escribirla, sino porque cuando la leemos, el Espíritu Santo está ahí con nosotros leyendo con nosotros, susurrando en nuestros oído cada palabra que leemos, y llenando nuestro corazón con entendimiento, con convicción, y con el sobrenatural conocimiento del Santo. Su palabra no es real porque alguien nos lo dijo, ella no es real porque nos lo imaginamos; Sus palabras son reales porque sabemos que lo son, porque Él está allí con nosotros cada vez que las leemos o las escuchamos, Él está allí explicándonos su significado y su importancia para nuestras vidas.
Cuando Pablo le dijo a Timoteo que toda Escritura es inspirada de Dios, creo que él estaba diciendo mucho más que el hecho de que Dios inspiró y guio a los profetas para escribirla, él está diciendo que Dios está ahí, respirando en nuestro cuello, susurrando sus palabras a nuestros corazones, afirmando nuestra fe, estampándonos con su sello de aprobación.
Puedo entender a aquellos que leen la Biblia y no obtienen nada de ella, o a aquellos que dicen que la Biblia no es más que un libro de fábulas. Ellos no podrían decir ninguna otra cosa, porque la Biblia no es sólo un libro que cualquiera puede tomar y leer y explicar. Sí ciertamente, cualquiera puede tomarla y leerla y explicar su interpretación de ella. Pero su verdadero significado sólo puede entenderse en el espíritu, sólo puede explicarse por el poder de Dios, y sólo es revelado a aquellos que han sido bendecidos por el don del Espíritu a través de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo; aquellos que han entregado sus vidas a Jesús y caminan en obediencia a sus mandamientos
En esencia, si no conoces a Jesús, y si Jesús no te conoce, no hay posibilidad de que puedas explicar lo que está escrito en la palabra de Dios.
Si hoy quieres ver y entender su verdadero significado, ora a Dios y pídele que habrá tu corazón a su divina revelación, y que permita que Jesús te toque y te guie a Él. Y si haces esta oración con ferviente pasión, con el verdadero deseo de conectarte con Él, el Señor va a abrir tu corazón y tus ojos, y serás capaz de leer y entender su palabra, y abrazarla como algo completamente fiable.
Que el Señor te bendiga y te guarde.

Rev. José A. Luna

Siervo de Cristo Jesús

miércoles, 2 de marzo de 2016

Aviva El Fuego!

Soplar encandecer agitar, son terminos utilizados para hacer que las llamas crezcan y se aviven.
2 Tim 1:6 Por eso te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos,
Nos atrevemos a especular sobre las circunstancias que trajeron a Pablo a dar este consejo a Timoteo.
Muchos han opinado que Timoteo se estaba debilitando, otros opinan que pablo quiere reforzar la pasión de Timoteo por el evangelio sabiendo que ya no le queda mucho tiempo de vida y que necesita que Timoteo continúe la obra que él había comenzado,
Nosotros creemos que cualesquiera que sean las razones por esta carta, varias cosas son obvias, primero, pablo está reafirmando su autoridad a una persona que es como su hijo, no porque Timoteo lo necesite, sino porque pablo sabe que esta carta va a ser leída por otros y quiere que estos entiendan que él está pasándole a Timoteo esta autoridad.  Igualmente También pablo está instruyendo a Timoteo en muchos aspectos de la sana doctrina y en la necesidad de que este ejerza esa autoridad, para imponer y mantener esa sana doctrina
El aspecto más importante de estas instrucciones está en su aplicación a nuestras vidas. Que nos esta pablo tratando de decir a nosotros a través de estos versículos.
El profeta Habacuc nos dice en el capítulo 3 versículo 2 ¡Jehová, he oído tu palabra, y temí!

¡Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer. Y nosotros deberíamos estar gritando con el que el Señor avive su obra en nuestros tiempos. Pues en un anuncio profético en mateo 24:12 Jesús nos dice que por la proliferación de la maldad, el amor de muchos se enfriara.

Y verdaderamente estamos viviendo esa experiencia en estos tiempos, por lo cual son tiempos en que deberíamos estar gritando por avivamiento.
El problema es que no puede haber avivamiento sin santidad, sin arrepentimiento si la purificación de los corazones para Cristo Jesús.
Esta es la razón por la que el espíritu nos dice en efesios 5:14 Despiértate, tú que duermes,

y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.

Y continua diciendo en v: 15-17 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como
sabios,  aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. 
Esto nos es anunciado a través de todas las cartas de los apóstoles, pues el espíritu Santo entiende de los grandes muros que bloquean el camino de los santos en estos tiempos. Y que aunque en su palabra Dios nos ha dado todas las herramientas para pasar por estos muros como si no existieran, estos parecen hacerse más grandes a medidas que avanzamos hacia la meta.
Ayer miraba yo en el Facebook un mini drama en el cual dos jóvenes en representación de Adam y Eva, desglosan de manera genial las razones fundamentales que nos han traído hasta donde estamos hoy en términos del pecado.
Y sin embargo, aunque Dios sigue siendo soberano, aunque el sigue sentado en su trono, sin ser afectado por nuestra desastrosa habilidad para destruir su obra, el mundo presente está avanzando de manera acelerada hacia la autodestrucción, sin darse cuenta, y sin entender que esto es todo parte del plan de Dios, pero lo que es mas trágico, por lo menos desde nuestra perspectiva, es que Nosotros, los hijos de Dios parecemos estar siendo arrastrados con el mundo hacia esa misma destrucción,
Recuerdo un sueño extraordinario el cual tuve hace ya algunos años, en este sueño veía yo una serie de correas transportadoras, como esas que transportan las maletas en los aeropuertos, estas eran correas anchas y extremadamente largas, pero en ellas habían miles de ovejas de todos tipos y colores, y estas correas estaban moviéndose hacia un abismo interminable. Allí veía yo las ovejas avanzar y caer en este abismo, y todas lloraban y luchaban por salirse de las correas, de vez en cuando podía yo ver algunas saltar
Este sueño es alegórico de la triste verdad del mundo, excepto que al mundo vino un hombre que es Dios, hace 2000 años, y su vida y su muerte y su resurrección nos abrieron las puertas para que no tengamos que seguir siendo transportados en esas correas, hacia la perdición, hacia ese abismo interminable. Y su sencillo mensaje está a nuestro alcance, pero muchos, aun profesando ser sus discípulos no lo queremos escuchar.
Romanos 5:21 nos lo presenta de manera genial  “porque así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reinará por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.”
Y es que Dios se plació en darnos a través de su hijo, la salvación y la vida eterna, este es el mensaje de pablo a Timoteo, y el mensaje para ti en el día de hoy.
La pregunta es, que vas a hacer al respecto.
Anoche en un devocional que hacíamos en casa un grupo de amigos, uno de ellos trajo al tema el hecho de que nosotros no podemos balancearnos en la cerca, con un pie en el mundo y otro en el espíritu. Pues no existen términos medios, o estas en el mundo o estas con Cristo, en el espíritu. Si una sola cosa del mundo te atrae lo suficiente para distraerte de Dios entonces no estas con Dios.
Santiago nos dice 4:4 ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios. 
De modo que el único modo de avivar el fuego del Don de Dios, es primero si el don de Dios está en nosotros, y si este está en nosotros, debemos de inmediato cerrarle las puertas a todas las atracciones mundanas,  lanzarnos de rodillas y pedirle perdón a Dios y en lo adelante vivir en comunión con El y orar incesantemente, y estudiar su palabra sin cesar, y reunirnos con nuestros hermanos a compartir la palabra y orar juntos, y adorarle con nuestros canticos y con nuestras conversaciones y con nuestro trabajo y con nuestros estudios, y con la manera que tratamos a los demás, y hasta cuando dormimos y nos levantamos y tomamos una ducha y comemos y saludamos a los extraños en la calle.
En fin, en todos los aspectos de nuestras vidas debemos hacerlos un acto de adoración y comunión y devoción continua.
Mi hermano Jerry me recordó anoche mi verso favorito.
He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí, y la vida que vivo en la carne la vivo por fe en el hijo de Dios quien me amo, y dio su vida por mí.
Has muerto tú en la carne?. Puedes decir que las flamas del fuego del espíritu Santo están ardiendo en ti?
O eres un evangélico de domingo?
El amor y la pasión que el fuego de Dios despierta en nosotros son desbordantes. No pueden estarse tranquilos no pueden estar callados, no pueden mantenerse en secreto,
No te molestes en pedirle a Dios que te de ese fuego si eres cristiano, pues Él ya te lo Dio, Paul le dijo a Timoteo, aviva el fuego, no recibe el fuego. Tú tienes que avivar ese fuego a través de la devoción y los estudios bíblicos y la oración etc. No existe otra manera. Y si solo tienes 5 o diez minutos al día para dedicarle a Jesús entonces esto no va a suceder. Te vas a mantener frio y la llama no va quemar en ti. Tienes que dedicarle tiempo. Cuando te gusta algo encuentras tiempo para ello, y si no tienes tiempo es porque no te gusta, no te gusta lo suficiente para perseguirlo y hacer sacrificios por ello. Este es el mismo caso de tu dedicación a Dios.
No puedes ser cristiano a medias, eso no existe.
Apocalipsis 3:16 dice Pero por cuanto eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
No seas tú uno de esos que va a ser vomitado por Jesús. Despierta de tu estupor y aviva la llama del fuego del don de Dios en ti.
Oremos
En este momento quiero hacer un llamado a todo aquel que sabe que esta frio o tibio, vamos a orar juntos y a ser reconciliados con Dios 2 cor 5:17 dice De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas. Y esto Él lo hizo para que fuésemos reconciliados con Él. Él lo hizo, no tú. Ya el hizo la obra, tu solo tienes que rendirte y someterte a ella.

Amen.

lunes, 29 de febrero de 2016

¿Hasta dónde llegaría Dios?

Que todos estamos en necesidad de Dios no es una cuestión discutible, podemos entender por qué tantas personas lo rechazan, lo niegan, lo insultan, lo ignoran, y hacen cualquier cosa para deshacerse de Él.
Ateos en los EE.UU., incluso han ido tan lejos como para organizarse, para hacer proselitismo y tener una convención anual que en esencia se centra en negar la existencia de Dios. Y me pregunto, ¿por qué ir tan lejos? ¿Por qué la necesidad? Obviamente quieren permanecer ateos y asegurarse de que otros aprueben su ateísmo, ya que necesitan esto para convencerse a sí mismos y a otros que ellos tienen la razón.

Porque en realidad, si pensamos con cuidado, no debería haber una agenda para ser ateo, sobre todo si no hay Dios, porque si no hay Dios, no habría necesidad de rechazarlo ni le ignorarlo o negarlo o incluso tener una convención para asegurarse de tener la aprobación de otros en su rechazo de Dios. Simplemente debe ser una cuestión de no hacer nada de Él, sólo vivir el día a día sin conciencia o conocimiento acerca de Dios, sin tener ninguna preocupación acerca de si alguien les cree o no.
Sin embargo, debido a que hay un Dios, y porque ellos saben que Él es y existe, necesitan convenciones y aprobación y conversaciones y programas, debido a que tienen que hacer todo lo posible para silenciar la voz que les dice que están equivocados.
Igualmente tenemos la religión. Tenemos el budismo, el Islam, el hinduismo, el taoísmo, el gnosticismo, el humanismo, incluso el judaísmo y el catolicismo, entre cientos de otras, que se resumen bajo el mismo principio. El cual es que es necesario ganarse el camino a la perfección o a Dios. Estas religiones no argumentan o niegan la existencia de Dios, en cambio, en diversas formas, todas operan en el mismo principio de necesitar construir un camino a Dios, a través de prácticas o ejercicios especiales, o buenas obras, etc.
En este aspecto tenemos la realidad de que existe un punto común entre los religiosos y los ateos, con excepción a los católicos que de alguna manera aceptan la obra de Jesús en la cruz, este punto es el rechazo al Dios de Gracia, y del sacrificio de Jesús Cristo en la cruz una vez para siempre, y del evangelio de la salvación por la fe como un don de Dios. Ellos simplemente no pueden admitir que si existe un Dios, Él sería tan acogedor y tan amable y tan dispuesto a dar tanto por nosotros.
Ahora bien, existe una razón para este rechazo, para esta negación. Esta razón se llama pecado.
El pecado es en efecto, la razon común oculta, que agrupa a todo aquel que rechaza a Dios y a su hijo Jesucristo en cualquier forma o estilo, no importa come le llamen. Porque Dios nos ha dado más que suficientes pruebas, razones y motivos para que todos nosotros estemos corriendo hacia él. Sin embargo, una característica subyacente del ADN del pecado es la negación de que tenemos un problema, y ​​no hay manera de solucionar un problema que no podemos ver. Un paciente canceroso no puede sanarse si él o ella rechazan el tratamiento o si en lugar de un tratamiento que extirpa el cáncer, optan por formas de calmar o suavizar o esconder los síntomas.
Hay un profundo significado en la parábola del hijo pródigo como se presenta en la Biblia, en el libro de Lucas 15: 11-32. Cuando el hijo estaba llegando al padre dispuesto a pedir perdón, su padre lo vio desde lejos, y corrió hacia él y le dio un abrazo y un beso. Observe que "el padre lo vio cuando aún estaba muy lejos", y sintió compasión, y lo amo, y corrió a su encuentro y "le echó los brazos al cuello y le dio un beso"
Dios entiende la presente condición del mundo, y la fuente de nuestro rechazo de él, pero él no puede forzar el amor en nosotros pues esto no sería verdadero amor. Así que aquellos que lo niegan o lo rechazan, o le sustituyen por opciones religiosas, las cuales son menos exigentes y más dispuestas a aceptar los estilos de vida pecaminosos; aquellos que continuarán haciendo estas cosas, viviendo estos estilos de vida, ellos han elegido lo que piensan que es mejor para ellos, Han elegido vivir sin Dios.
Por supuesto, muchos necesitan crear una excusa para sentirse bien al rechazar a Dios, y acusaran a Dios de ser despiadado, o inhumano, o alejado de la vida del hombre, o muchas otras versiones de razonamiento, sin embargo, estas excusas toda se fundamentan en la misma razón, aman la vida que el mundo ofrece más de lo que aman a Dios.
Pero algunos se despiertan a la verdad, y se dan cuenta que "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí me muero de hambre! 'V17
Y cuando tornas la cara hacia Dios el padre, Él te ve desde lejos, y corre hacia ti y te abraza y te da un beso y pone un anillo en tu dedo y una nueva túnica y sandalias en tus pies.
 Y él y todo el cielo van a celebrar pues él dirá "mi hijo estaba muerto, y ha revivido; se había perdido, y ahora lo he encontrado" v32.
Dios creo la manera de ser encontrado, y no hace falta ningún sacrificio de nuestra parte para trazar nuestro camino a Él, ya Él lo ha marcado claramente para nosotros, sin embargo, nuestra naturaleza rebelde oscurece este camino hacia Él. Jesús dijo, yo soy el camino la verdad y la vida.
Todas las formas de religión, incluyendo el ateísmo buscan, a un nivel subconsciente el perpetuar el estilo de vida, y rechazar los cambios drásticos que implican el admitir la realidad de Dios y someterse a Él.
 Y todo lo que necesitas es abrir tus ojos, y, por lo menos, considerar la posibilidad de que no hay más que una sola verdad, y que Jesucristo es el resplandor de esa verdad. Si esto despierta tu curiosidad, entonces, sólo tienes que preguntar. Pide a Jesús y Él te mostrará, y El hará esa verdad visible para ti, y Él te mostrara el camino.
Y si eres sincero en tu búsqueda, si realmente, desde el fondo de tu corazón le pides a Jesús que se revele a ti. Entonces experimentarás el más sorprendente encuentro de tu vida, la sacudida más radical de su sistema de creencias, y la transformación más explosiva de toda tu existencia.
Jesús es el Señor
¡Ser bendecido!

José A. Luna

Siervo de Jesucristo