Ciertamente no hay otro fundamento mas que el que ha sido construido por la roca de Salvación, por la piedra angular, nuestro señor Jesucristo.
Por lo tanto, ustedes desháganse de toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias y calumnias de todo tipo. Al igual que los recién nacidos, anhelen la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis en su salvación, ahora que han probado que el Señor es bueno. (1 Pedro 2:1-3)
Yo estaba escuchando a un predicador hace poco, un predicador que dice que él prefiere llamarse a sí mismo un orador motivacional,
Simplemente voy a dejar salir la ira de mi pecho,
Es triste ver cómo nuestros pocos canales de televisión cristianos han sido invadidos por auto nombrados apóstoles y magnates de la prosperidad que descaradamente empujan sus discursos engañosos acerca de un Jesús que no proviene de la Biblia.
Esta tendencia ya ha estado en los aires por un tiempo, pero a medidas que esta desfachatez ha ido cobrando impulso, nuevos estilos y nuevas doctrinas continúan siendo desarrollados para atraer a los ingenuos y los desesperados, aquellos que está buscando una solución carnal a sus problemas espirituales.
Y una nueva oleada de falsos profetas ha sido iniciada por un norteamericano "Pastor", que incluso prefiere que le llamen un orador motivacional, con lo que aun más es ampliado el engaño y la decepción a los “motivados”. Y la tendencia ya ha alcanzado América Latina, donde ya algunos “motivadors” están siguiendo la misma práctica.
Cuando los escuchas hablar parecen tan reales que cualquiera los compraría. Su forma de endulzar a Jesús es tan sutil que fácilmente engañarían aun a los escogidos.
estos expertos manipuladores fabrican una doctrina en un abrir y cerrar de ojos, y hablan de un Jesús que suena real a aquellos que no prueban sus mensajes con la palabra.
Me entristece aún más al ver cómo la gente corre histéricamente detrás de estos mensajeros de Satanás, muchos de los cuales están tan entronados en sus propios reinos que no se dan cuenta de que ya se han condenado a sí mismos y a sus seguidores al fuego del infierno.
Miles y miles de creyentes están siguiendo estas tendencias engañosas, a quienes se les esta vendiendo a un Cristo, que les ofrece vanas riquezas y longevidad, y gloria, y la ausencia de dolor y sufrimiento. Estos mercaderes están ofreciendo un Cristo de Hollywood quien promete a sus victimas hacer sus vidas perfectas aquí en la tierra, el cual va a resolver todos sus problemas, pagar todas sus deudas, eliminar todas sus enfermedades, y traer el amor y la paz y la iluminación a sus egocéntricas vidas. Su ceguera los condena, igual que condena a aquellos que mercadean a un Cristo barato lleno de mentiras y engaño.
El Cristo que estos prestidigitadores están tratando de venderte no existe, es una ilusión, un truco de magia directamente desde el infierno.
El Cristo de la Biblia no ofrece cristianismo de Microondas, Él no responde al ego centrista hombre del mundo, el cual es solo impulsado por sus motivaciones de soluciones rápidas. Estos seguidores de salvación instantánea están perdidos y en necesidad de ser encontrados, y esos predicadores de Satanás, los cuales se aprovechan de esta debilidad, pertenecen en el horno eterno del infierno.
El Cristo afeminado, amanerado y de uñas pintadas el cual la cultura pop nos ha estado vendiendo es sólo una invención de aquellos ciegos espirituales, Hombres perdidos, y de aquellos que buscan sacar provecho de la ignorancia de las masas, y de sus ansias de encontrar una seguridad sin compromiso. Este Cristo procesado no existe.
El Cristo que yo conozco, el Rey de Reyes, el príncipe de paz, el redentor, es el mismo Cristo que se nos presenta a lo largo de toda la Biblia, el que cumplió todas las profecías del Antiguo Testamento. Él es el Alfa y el Omega, la estrella de la mañana, el Verbo hecho carne. Y él nos da en su palabra una forma de vida que está más allá de cualquier sueño, y que nos lleva a la verdadera iluminación, y el verdadero conocimiento de Dios.
No hay una varita mágica o un conjuro secreto, no existe una poción curativa o paño de bendición, no hay más que Jesús, el Jesús de la Cruz, el Jesús del Calvario, el Jesús que nos dice que tomemos nuestra cruz y le sigamos, el Jesús que nos dice que seremos perseguidos igual que Él fue perseguido, el Jesús que nos dice que lo vendamos todo y le sigamos, el Jesús que nos dice que ningún mentiroso o inmoral o persona egoísta o idólatra entrará en el reino de los cielos,
Este es el Jesús que yo conozco
El Jesús que yo conozco nos enseña a ser sus siervos, a ser los menos para que podamos llegar a ser los más grandes, Él nos enseña a amar a nuestro prójimo más que a nosotros mismos, nos enseña a tener compasión extrema de los enfermos y los incapacitados, y el hambriento, y a ser testigos de su palabra a los perdidos.
El Jesús que yo conozco nos llama a vivir conforme a sus mandamientos, y sus mandamientos están cargados con la abnegación y la santidad.
No conforméis a los patrones de este mundo, sino sed transformados mediante la renovación de vuestra mente, para que sepáis cuál es la voluntad del padre, su buena y perfecta voluntad. (Romanos 12...)
El Jesús que yo conozco nos ofrece la victoria espiritual, la paz espiritual, la riqueza espiritual, la salud espiritual, y lo más importante, completo placer espiritual y vida eterna.
Pero todo esto tiene un precio, es un don gratuito el cual tenemos que merecer, viviendo una vida de abandono, una vida de devoción y compromiso, una vida de meditación, oración y estudio de su palabra, una vida donde el fruto de el espíritu se convierta en una forma de vida, se convierta en nuestra segunda naturaleza, en nuestra manera de andar
Si deseas una fórmula secreta, aquí tienes una ... reconcíliate con Dios, abandona tu mala conducta, y recibe al Jesús de la Biblia, pura y simplemente.
En cuanto a esos comerciantes del infierno; déjalos ir a donde pertenecen, su juicio vendrá a su debido tiempo, y si no se arrepienten y cambian sus caminos, su padre el diablo va a tener un festín con ellos. En el que ellos serán el menú!
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús.
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