Sed sobrios y velad. Su enemigo el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quien devorar. Resistidle, manteneos firme en la fe, pues sabéis que vuestros hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos. (1 Pedro 5:8-9)
No pasa un día que yo no le ore a Dios para que me libre de las tentaciones, de hecho a menudo durante el día continuo recordando y pidiendo al Señor que me dé fuerza, y sin embargo en ocasiones peco. Y sí, estoy la bendecido, porque hay un hombre en el reino de los cielos que bebió la Copa de Justicia, que tuvo que tragar la ira de su padre en contra de Él como un vino amargo, y que llevó los pecados del mundo hasta el mismo infierno, y allí los arrojó a los pies de Satanás y le dijo; el precio ha sido pagado, ahora ellos me pertenecen a mí.
Sin embargo, tengo que recordar cada minuto de mi vida esa copa preciosa, tengo que recordarme a mí mismo constantemente que Dios me ha dado un valor tan alto, que no puedo venderme barato, y los ridículos pecados, y las tentaciones mundanas son una ganga insensata del diablo, cuando entiendo la gloria que me espera en el cielo.
En cuanto a mí, que nunca me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado para mí, y yo para el mundo. (Gálatas 6:14)
La tentación es una carga que tenemos que llevar con nosotros por el resto de nuestra vida carnal, sin embargo, podemos llevar esta carga mucho más fácil, hacer que sea mucho más ligera, a medida que aprendemos a verla como una oportunidad, en ves de una carga, una oportunidad de probar y fortalecer nuestra fe y nuestro compromiso con Cristo Jesús, una oportunidad de aprender acerca de nuestras debilidades y la manera de mantenerlas en sumisión, y una oportunidad de decirle al diablo que está perdiendo su tiempo con nosotros, porque tenemos los ojos puestos en Jesús.
Porque Él mismo padeció siendo tentado, Él es poderoso para ayudar a los que son tentados. (Hebreos 2:18)
Nadie está exento de esta carga, y nadie puede escapar de este tenebroso monstruo que siempre está tratando de devorarnos.
Jesús dijo a Pedro: "Simón, Simón, Satanás ha pedido tamizarlos a ustedes como el trigo. Pero yo he orado por ti, Simón, para que tu fe no desfallezca. Y cuando hayas vuelto a mi, confirma a tus hermanos". (Lucas 22:31-32)
Y, sin embargo, a pesar de esta advertencia, Pedro cayo bajo la presión y cometió un pecado que debió haberle condenado a la maldición eterna, pues Jesús dijo: "Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre en el cielo." (Mateo 10:33)
Sin embargo, en un verdadero arrepentimiento, Pedro retornó a los pies de Jesús, y fue restaurado.
Pablo dijo: pero veo otra ley trabajando en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente y me hace prisionero de la ley del pecado, que obra en mis miembros. ¡Qué desgraciado soy! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias a Dios, por Jesucristo nuestro Señor! (Romanos 7:23-24)
Sin embargo, mas adelante, cuando él entendía que sus días estaban llegando a su fin, pudo decir:
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Y hay preparada para mí la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día, y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. (2 Timoteo 4:7-8)
A nosotros, como seguidores de Cristo Jesús, se nos ha dado un gran regalo, y una gran oportunidad para honrar al Padre, para dar gloria a Dios cada vez que somos tentados, pues podemos mantenernos firmes en nuestra convicción y derrotar las maquinaciones de Satanás, (Efesios 6:10-18))
Y a medida que aprendemos a protegernos de la tentación, crecemos, ya medida que crecemos, es más fácil evadir los dardos del enemigo.
Por lo tanto, si usted piensa que está firme, tenga cuidado de no caer! No os ha sobrevenido tentación, excepto lo que es común al hombre. Y fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir. Pero cuando llegue la tentación, os dará también una salida para que pueda ponerla bajo sus pies. (1 Corintios 10:12-13)
Nuestro Señor Jesucristo conocía la necesidad que teníamos de entender los desafíos que estarían por delante de nosotros mientras Él se preparaba para partir, mientras él estaba a punto de ser arrastrado entre cadenas. Así que le dio a sus discípulos este último consejo: "Velad y orad, para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil. "(Marcos 14:38)
Así que vamos a seguir su consejo, vamos a velar y orar, y estar siempre alerta, dispuestos a resistir los vientos de la corrupción, los momentos de debilidad, entendiendo que en nuestras propias fuerzas no tenemos la capacidad necesaria para luchar contra la tentación, pero tenemos el Espíritu de Dios en nosotros, quien nos da el poder para derrotar cualquier circunstancia por muy imposible que esta nos parezca.
Bienaventurado el varón que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman. (Santiago 1:12)
Digo, pues: Andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne. (Gálatas 5:16)
Pues todo el que nace de Dios vence al mundo. Esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. (1 Juan 5:4)
Dios les bendiga a todos
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús
domingo, 29 de agosto de 2010
jueves, 26 de agosto de 2010
Contra el Conocimiento de Dios!
Porque aunque vivimos en el mundo, nos vamos a la guerra no como el mundo lo hace. Las armas con que luchamos no son las armas del mundo. Por el contrario, son armas poderosas en Dios para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. 2 Corintios 10:3-5
Me encanta ver la película "Matrix", vieja como puede ya ser, esta película muestra, de una manera mundana, una realidad que el mundo no se atreve a reconocer.
Y la realidad es que como el tema principal de la película, el mundo en que vivimos no es "real" es un mundo que se ha establecido para mantenernos dormidos, para mantenernos encadenados mientras seguimos siendo “felices” de vivir en él , un mundo el cual ha sido diseñado para nuestra mente.
¿Suena espeluznante? Porque hay más; esta no es la trama de una película como en “Matrix”, es la realidad tal como la vivimos cada día.
Una vez leí un libro de Stephen King llamado "insomnio" (Debo aclarar, yo usualmente no leo este tipo de literatura), en el cual la trama se desarrolla alrededor de la vida de un hombre con insomnio que empieza a ver las fuerzas que controlan la vida de las personas alrededor de él, según el libro, algunas personas muestran una aura brillante, limpia, y otras muestran un aura oscura fea, fuerzas malignas que los empujan al mal.
Y, por extraño que pueda parecer, la trama incluye también ‘un salvador’ y, por supuesto, las fuerzas del mal están tratando de destruirlo.
Lo interesante del libro es que nos muestra un paralelo con la vida espiritual del hombre.
Jesús dijo: "El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama (Mateo 12:30, Lucas 11:23) y él nos enseña esto porque no existe un lado neutral en las fuerzas espirituales que controlan este mundo.
Vivimos en un mundo físico en el que parece que nosotros establecemos las reglas, en el que parece que estamos en control de nuestras vidas, en el que parece que somos dueños de nuestro dominio.
La realidad es que hay un mundo espiritual en el que fuerzas opuestas están luchando constantemente por nuestras vidas, y nosotros no somos más que peones en esta guerra, piezas de un rompecabezas que tienen un lugar específico en el cual deben encajar y que pueden o no ser utilizadas en función del rol que decidamos desempeñar.
Y como en la película "Matriz", la única forma de liberar nuestra mente es a través de romper la cadena que nos ata a las fuerzas que nos mantienen esclavizados. Y como en el libro "insomnio", aquellos que obtienen el aura limpia no pueden ser tocados por las fuerzas del mal.
Sin embargo, la vida no es un libro o una película, es la realización de un propósito que fue creado por Dios desde el principio de los tiempos, un propósito el cual por la gracia de Dios quien nos dio la libertad de elegir, podemos optar por cumplir o rechazar.
Las fuerzas espirituales de las tinieblas están constantemente pululando alrededor de tu vida, y no se molestarán contigo, siempre y cuando te vean caminar en dirección a su dominio, no se preocupan por ti o por mi, pero sus apasionados deseos de interferir con las cosas de Dios les impulsa a destruir todo a su paso que pueda sugerir la intención de inclinarse hacia Dios, es por eso que la batalla es feroz con los que buscan al Señor.
Y nos agrade o no, somos parte de este conflicto entre el bien y el mal, y tenemos que tomar una decisión sobre nuestras vidas, que nada tiene que ver con el reino material, una elección que determinará donde pasaremos nuestra la vida eterna.
Alguien me envió ayer una nota sobre las 50 razones por las que un cristiano no pierde su salvación, y la persona que escribió la nota apoya su pretensión con varios pasajes Bíblicos. Estoy cien por ciento en concordancia con el hecho de que una persona verdaderamente salva no pierde su salvación, pero sólo un puñado de aquellos que están en la iglesia de hoy y que dicen que son salvos son verdaderamente salvos, y esto nos trae al punto que estoy tratando de presentar hoy; que nuestra mente es el campo de batalla donde las fuerzas del mal están tratando de derrotar el poder del evangelio. Y sigue siendo nuestra responsabilidad el ganar el control de nuestra salvación, permitiendo que el Señor Jesucristo sea el verdadero maestro de nuestro dominio.
No os conforméis más a los patrones de este mundo, sino sed transformados mediante la renovación de su mente. Entonces usted será capaz de comprobar cuál es la voluntad de Dios, su buena, agradable y perfecta voluntad. Romanos 12:2
Y la renovación de nuestra mente es un acto deliberado de nuestra voluntad con la ayuda del Espíritu Santo,
Porque nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Efesios 6:12
Cuando decimos que somos salvos y estamos actuando y viviendo como si no leemos la Biblia y los mandamientos de nuestro Señor Jesucristo, entonces no somos salvos. Cuando decimos que somos salvos, y estamos siendo controlados por nuestros viejos patrones de vida, entonces no somos salvos.
Una persona salva tiene al Espíritu Santo, quien le trae convicción a ella o él de las cosas que él o ella debe hacer, una persona salva tiene el deseo urgente de agradar a Cristo y seguir sus preceptos, aunque esté aun luchando con el pecado, y a menudo fallando.
Una persona salva, no se ajusta a los patrones de este mundo, pero a pesar de la tentación, él o ella reconoce la necesidad de cambio y lucha para lograr esos cambios.
Someteos, pues, a Dios. Resistid al diablo, y huirá de vosotros. Santiago 4:7
No os ha sobrevenido tentación, excepto lo que es común al hombre. Y fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir. Pero cuando llegue la tentación, el os dará también una salida para que podáis confrontarla. 1 Corintios 10:13
Los que viven una vida mundana y dicen que son salvos, no lo son, es así de simple. Usted está o con Dios o con el diablo, no hay lugar en el medio.
Así que si usted está en esta situación, arrepiéntase, y entréguese a Jesús, y deje las tonterías acerca de ser un medio cristiano. No existe tal cosa.
No deje que el diablo le alimente más mentiras. Si usted es un cristiano entonces usted tiene el Espíritu de Cristo en usted.
Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no pertenece a Cristo. Romanos 8:9
Por lo tanto, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas! 2 Corintios 5:17
No se trata de lo que pueda hacer por Cristo, o los esfuerzos que aporte a la salvación. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de ti mismo, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2:8-9
Pero esta salvación trae transformación evidente en nuestras vidas, y deseos evidentes de renovar nuestra vida. Si estos no están presentes, la salvación no ha tenido lugar.
Sólo hay dos armas Efectivas contra las fuerzas de la oscuridad, la oración y la Biblia.
Oí a un predicador decir ayer, "cuanto más leemos la Biblia más nos acercamos a Dios y cuanto más cerca estamos de Dios más queremos leer la Biblia."
Si hay alguna duda en su mente acerca de su salvación, sométase a Dios en verdad, venga a Él con un corazón arrepentido, y deshágase de los viejos patrones, y viva.
Con mis bendiciones en nombre de Cristo.
Rev. José A. Luna
Siervo de Jesucristo
Me encanta ver la película "Matrix", vieja como puede ya ser, esta película muestra, de una manera mundana, una realidad que el mundo no se atreve a reconocer.
Y la realidad es que como el tema principal de la película, el mundo en que vivimos no es "real" es un mundo que se ha establecido para mantenernos dormidos, para mantenernos encadenados mientras seguimos siendo “felices” de vivir en él , un mundo el cual ha sido diseñado para nuestra mente.
¿Suena espeluznante? Porque hay más; esta no es la trama de una película como en “Matrix”, es la realidad tal como la vivimos cada día.
Una vez leí un libro de Stephen King llamado "insomnio" (Debo aclarar, yo usualmente no leo este tipo de literatura), en el cual la trama se desarrolla alrededor de la vida de un hombre con insomnio que empieza a ver las fuerzas que controlan la vida de las personas alrededor de él, según el libro, algunas personas muestran una aura brillante, limpia, y otras muestran un aura oscura fea, fuerzas malignas que los empujan al mal.
Y, por extraño que pueda parecer, la trama incluye también ‘un salvador’ y, por supuesto, las fuerzas del mal están tratando de destruirlo.
Lo interesante del libro es que nos muestra un paralelo con la vida espiritual del hombre.
Jesús dijo: "El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama (Mateo 12:30, Lucas 11:23) y él nos enseña esto porque no existe un lado neutral en las fuerzas espirituales que controlan este mundo.
Vivimos en un mundo físico en el que parece que nosotros establecemos las reglas, en el que parece que estamos en control de nuestras vidas, en el que parece que somos dueños de nuestro dominio.
La realidad es que hay un mundo espiritual en el que fuerzas opuestas están luchando constantemente por nuestras vidas, y nosotros no somos más que peones en esta guerra, piezas de un rompecabezas que tienen un lugar específico en el cual deben encajar y que pueden o no ser utilizadas en función del rol que decidamos desempeñar.
Y como en la película "Matriz", la única forma de liberar nuestra mente es a través de romper la cadena que nos ata a las fuerzas que nos mantienen esclavizados. Y como en el libro "insomnio", aquellos que obtienen el aura limpia no pueden ser tocados por las fuerzas del mal.
Sin embargo, la vida no es un libro o una película, es la realización de un propósito que fue creado por Dios desde el principio de los tiempos, un propósito el cual por la gracia de Dios quien nos dio la libertad de elegir, podemos optar por cumplir o rechazar.
Las fuerzas espirituales de las tinieblas están constantemente pululando alrededor de tu vida, y no se molestarán contigo, siempre y cuando te vean caminar en dirección a su dominio, no se preocupan por ti o por mi, pero sus apasionados deseos de interferir con las cosas de Dios les impulsa a destruir todo a su paso que pueda sugerir la intención de inclinarse hacia Dios, es por eso que la batalla es feroz con los que buscan al Señor.
Y nos agrade o no, somos parte de este conflicto entre el bien y el mal, y tenemos que tomar una decisión sobre nuestras vidas, que nada tiene que ver con el reino material, una elección que determinará donde pasaremos nuestra la vida eterna.
Alguien me envió ayer una nota sobre las 50 razones por las que un cristiano no pierde su salvación, y la persona que escribió la nota apoya su pretensión con varios pasajes Bíblicos. Estoy cien por ciento en concordancia con el hecho de que una persona verdaderamente salva no pierde su salvación, pero sólo un puñado de aquellos que están en la iglesia de hoy y que dicen que son salvos son verdaderamente salvos, y esto nos trae al punto que estoy tratando de presentar hoy; que nuestra mente es el campo de batalla donde las fuerzas del mal están tratando de derrotar el poder del evangelio. Y sigue siendo nuestra responsabilidad el ganar el control de nuestra salvación, permitiendo que el Señor Jesucristo sea el verdadero maestro de nuestro dominio.
No os conforméis más a los patrones de este mundo, sino sed transformados mediante la renovación de su mente. Entonces usted será capaz de comprobar cuál es la voluntad de Dios, su buena, agradable y perfecta voluntad. Romanos 12:2
Y la renovación de nuestra mente es un acto deliberado de nuestra voluntad con la ayuda del Espíritu Santo,
Porque nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Efesios 6:12
Cuando decimos que somos salvos y estamos actuando y viviendo como si no leemos la Biblia y los mandamientos de nuestro Señor Jesucristo, entonces no somos salvos. Cuando decimos que somos salvos, y estamos siendo controlados por nuestros viejos patrones de vida, entonces no somos salvos.
Una persona salva tiene al Espíritu Santo, quien le trae convicción a ella o él de las cosas que él o ella debe hacer, una persona salva tiene el deseo urgente de agradar a Cristo y seguir sus preceptos, aunque esté aun luchando con el pecado, y a menudo fallando.
Una persona salva, no se ajusta a los patrones de este mundo, pero a pesar de la tentación, él o ella reconoce la necesidad de cambio y lucha para lograr esos cambios.
Someteos, pues, a Dios. Resistid al diablo, y huirá de vosotros. Santiago 4:7
No os ha sobrevenido tentación, excepto lo que es común al hombre. Y fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir. Pero cuando llegue la tentación, el os dará también una salida para que podáis confrontarla. 1 Corintios 10:13
Los que viven una vida mundana y dicen que son salvos, no lo son, es así de simple. Usted está o con Dios o con el diablo, no hay lugar en el medio.
Así que si usted está en esta situación, arrepiéntase, y entréguese a Jesús, y deje las tonterías acerca de ser un medio cristiano. No existe tal cosa.
No deje que el diablo le alimente más mentiras. Si usted es un cristiano entonces usted tiene el Espíritu de Cristo en usted.
Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no pertenece a Cristo. Romanos 8:9
Por lo tanto, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas! 2 Corintios 5:17
No se trata de lo que pueda hacer por Cristo, o los esfuerzos que aporte a la salvación. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de ti mismo, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2:8-9
Pero esta salvación trae transformación evidente en nuestras vidas, y deseos evidentes de renovar nuestra vida. Si estos no están presentes, la salvación no ha tenido lugar.
Sólo hay dos armas Efectivas contra las fuerzas de la oscuridad, la oración y la Biblia.
Oí a un predicador decir ayer, "cuanto más leemos la Biblia más nos acercamos a Dios y cuanto más cerca estamos de Dios más queremos leer la Biblia."
Si hay alguna duda en su mente acerca de su salvación, sométase a Dios en verdad, venga a Él con un corazón arrepentido, y deshágase de los viejos patrones, y viva.
Con mis bendiciones en nombre de Cristo.
Rev. José A. Luna
Siervo de Jesucristo
martes, 24 de agosto de 2010
Algo Bueno Hecho Malo!
Hace unas semanas me tome la tarde libre para ir a las cataratas del Niágara con mi familia, y con mi cuñado que estaba aquí de visita con su esposa y su pequeña hija, y en verdad no me acordaba para nada de la configuración de este lugar. La última vez que estuve allí fue en el dos mil cinco, cuando mi familia estaba de visita, y sí, recordaba la belleza de las aguas azules cayendo violentamente por cientos de metros y provocando una nube hermosa y una niebla impresionante. También recuerdo la pequeñez, la insignificancia de nuestras vidas cuando las miramos a la luz de esta magnífica maravilla, de este formidable cuerpo de agua, precipitándose desde lejos, el cual cae retumbando en una gigantesca vertiente, recuerdo el sonido ensordecedor cuando este tremendo e imponente mar golpea contra las rocas en el lecho del río.
Cuando mi esposa me dijo que quería ir a las cataratas, no dudé ni por un minuto, pues observar esta hermosa caída de agua te hace darte cuenta de la magnificencia de la creación de Dios, y la inmensidad de su poder, y el maravilloso regalo que nos ha dado, pues Él nos permite tocar y saborear la grandeza de su poder infinito, pues Él allí no permite ver lo pequeños que somos y lo mucho que dependemos de Él.
Sin embargo, al llegar a la ciudad de Niágara me acordé de algo más, algo que yo había puesto muy detrás de mi mente, y mientras caminábamos por las aceras y miraba a las estructuras y el ruido y el mar de gente que corría de un lado a otro haciéndose parte de este caos, yo sentí una gran presión en mi corazón y una gran tristeza, al llegar a la dolorosa conclusión de que no hay salvación para el mundo, que la gente está de fiesta y regocijándose y casándose, y un día el Señor va a venir y todos se perderán para siempre.
Me di cuenta de que todavía hay mucho trabajo por hacer y tan poco tiempo; tantas almas que rescatar, y luego tantas otras que no quieren ser rescatadas.
La belleza de las cataratas ha sido robada por el comercio y la corrupción y la inmoralidad y la idolatría y la lujuria. Es locura total, locura de la peor clase, locura la cual se vende al mundo como entretenimiento. Caminamos por una emoción barata tras otra, casas de juego, casas de horror, casas de la idolatría, casas de prostitución, y todo es cuidadosamente manipulado para seducirnos al consumo, a comprar, a hacer, a participar en este repugnante mar de la perversión , y todo es movido por la codicia y el ansia de dinero, y los visitantes están locos y no se dan cuenta que se están ensimismados en medio de una gigantesca farsa, y sus ojos brillan con el deseo, vamos a hacer esto, vamos a hacer aquello, vamos a gastar aquí, vamos a comprar allí, y vamos a divertirnos y vamos a emborracharnos, y vamos a ... o amado Dios, tu creación se ha vuelto loca!
La idea de venir a las cataratas, a la belleza de esta imponente maravilla, ya no es lo que impulsa a las personas a venir a este lugar, o ya no es la razón principal para venir a Niágara, de hecho, muchas personas ni siquiera llegan al pie de las cataratas, o simplemente se apresuran en la calzada al borde del río para dar un vistazo rápido antes de volver a lo suyo, porque están ocupados visitando las casas de entretenimiento "o comprando cosas inútiles a precios exorbitantes, cosas que serán tiradas a la basura en pocas horas o cosas que serán colocadas en una esquina como colectores de polvo. O peor aún, llegan a este lugar, y se sientan en un bar a emborracharse, o entran en una casa de prostitución en busca de la sucia satisfacción de la carne.
No pude dejar de reflexionar sobre Sodoma y Gomorra mientras mis ojos escaneaban a través de la zona.
Y sentí tristeza, mucho dolor y gran tristeza, hasta el punto que los otros se preguntaban qué me estaba sucediendo. Pero no hay nada más que podamos sentir que dolor, pues vemos que el mundo oye la verdad, pero no escucha. Pues vemos que vivir el momento y obtener la satisfacción inmediata es lo único que mueve a la humanidad de hoy, la gratificación instantánea es el motor que mueve el alma de aquellos que se pierden.
Nuestros patrones de pensamiento han sido moldeadas a vivir por el momento, aprovechar el momento es el eslogan de la época; ‘yo trabajo duro y merezco divertirme,’ no se dan cuenta que lo que ellos llaman diversión no es divertido, pero es pecado, no se dan cuenta de que están siendo conducidos como ovejas al matadero.
Me doy cuenta de que muchos de ustedes piensan que soy anticuado, o quizás un fanático, mientras leen este artículo, ya que muchos de ustedes no ven nada de malo en la "diversión", y yo tampoco, creo que la diversión sana es buena para el cuerpo y el alma, y Dios mismo a través de Su Palabra nos anima disfrutar de nuestras vidas,
Sin embargo, hay una gran diferencia entre divertirse y participar en actos inmorales y lascivos, o la embriaguez o la lujuria o la idolatría.
Me gustaría que hubiera algo más que pudiera decir, excepto pedir perdón a Dios en nombre del mundo, excepto decir, lo siento mucho Señor porque están ciegos y sordos y no están interesados en escuchar lo que tienes que decir. Por favor, Señor, ten misericordia de ellos.
Siento no poder encontrar palabras de consejo, pues mientras caminaba en esas calles, lo que a mi me parecía repugnante es lo que todos van a buscar, es la atracción central en estos lugares.
Pero si usted es uno de los que disfrutan de este tipo de entretenimiento bizarro, busque en lo profundo de su corazón y pregúntese si esto es saludable, tanto para su mente como para su espíritu.
Y si su respuesta es sí, entonces continúe haciéndolo a su manera.
Pero si hay siquiera un pequeño vestigio de duda antes de contestar, le pido que busque el consejo de Dios, pídale que le muestre un camino mejor, le puedo asegurar, que será sorprendido.
Que el Señor los bendiga a todos y que Él les muestre un camino mejor a aquellos que no la conocen.
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús
Cuando mi esposa me dijo que quería ir a las cataratas, no dudé ni por un minuto, pues observar esta hermosa caída de agua te hace darte cuenta de la magnificencia de la creación de Dios, y la inmensidad de su poder, y el maravilloso regalo que nos ha dado, pues Él nos permite tocar y saborear la grandeza de su poder infinito, pues Él allí no permite ver lo pequeños que somos y lo mucho que dependemos de Él.
Sin embargo, al llegar a la ciudad de Niágara me acordé de algo más, algo que yo había puesto muy detrás de mi mente, y mientras caminábamos por las aceras y miraba a las estructuras y el ruido y el mar de gente que corría de un lado a otro haciéndose parte de este caos, yo sentí una gran presión en mi corazón y una gran tristeza, al llegar a la dolorosa conclusión de que no hay salvación para el mundo, que la gente está de fiesta y regocijándose y casándose, y un día el Señor va a venir y todos se perderán para siempre.
Me di cuenta de que todavía hay mucho trabajo por hacer y tan poco tiempo; tantas almas que rescatar, y luego tantas otras que no quieren ser rescatadas.
La belleza de las cataratas ha sido robada por el comercio y la corrupción y la inmoralidad y la idolatría y la lujuria. Es locura total, locura de la peor clase, locura la cual se vende al mundo como entretenimiento. Caminamos por una emoción barata tras otra, casas de juego, casas de horror, casas de la idolatría, casas de prostitución, y todo es cuidadosamente manipulado para seducirnos al consumo, a comprar, a hacer, a participar en este repugnante mar de la perversión , y todo es movido por la codicia y el ansia de dinero, y los visitantes están locos y no se dan cuenta que se están ensimismados en medio de una gigantesca farsa, y sus ojos brillan con el deseo, vamos a hacer esto, vamos a hacer aquello, vamos a gastar aquí, vamos a comprar allí, y vamos a divertirnos y vamos a emborracharnos, y vamos a ... o amado Dios, tu creación se ha vuelto loca!
La idea de venir a las cataratas, a la belleza de esta imponente maravilla, ya no es lo que impulsa a las personas a venir a este lugar, o ya no es la razón principal para venir a Niágara, de hecho, muchas personas ni siquiera llegan al pie de las cataratas, o simplemente se apresuran en la calzada al borde del río para dar un vistazo rápido antes de volver a lo suyo, porque están ocupados visitando las casas de entretenimiento "o comprando cosas inútiles a precios exorbitantes, cosas que serán tiradas a la basura en pocas horas o cosas que serán colocadas en una esquina como colectores de polvo. O peor aún, llegan a este lugar, y se sientan en un bar a emborracharse, o entran en una casa de prostitución en busca de la sucia satisfacción de la carne.
No pude dejar de reflexionar sobre Sodoma y Gomorra mientras mis ojos escaneaban a través de la zona.
Y sentí tristeza, mucho dolor y gran tristeza, hasta el punto que los otros se preguntaban qué me estaba sucediendo. Pero no hay nada más que podamos sentir que dolor, pues vemos que el mundo oye la verdad, pero no escucha. Pues vemos que vivir el momento y obtener la satisfacción inmediata es lo único que mueve a la humanidad de hoy, la gratificación instantánea es el motor que mueve el alma de aquellos que se pierden.
Nuestros patrones de pensamiento han sido moldeadas a vivir por el momento, aprovechar el momento es el eslogan de la época; ‘yo trabajo duro y merezco divertirme,’ no se dan cuenta que lo que ellos llaman diversión no es divertido, pero es pecado, no se dan cuenta de que están siendo conducidos como ovejas al matadero.
Me doy cuenta de que muchos de ustedes piensan que soy anticuado, o quizás un fanático, mientras leen este artículo, ya que muchos de ustedes no ven nada de malo en la "diversión", y yo tampoco, creo que la diversión sana es buena para el cuerpo y el alma, y Dios mismo a través de Su Palabra nos anima disfrutar de nuestras vidas,
Sin embargo, hay una gran diferencia entre divertirse y participar en actos inmorales y lascivos, o la embriaguez o la lujuria o la idolatría.
Me gustaría que hubiera algo más que pudiera decir, excepto pedir perdón a Dios en nombre del mundo, excepto decir, lo siento mucho Señor porque están ciegos y sordos y no están interesados en escuchar lo que tienes que decir. Por favor, Señor, ten misericordia de ellos.
Siento no poder encontrar palabras de consejo, pues mientras caminaba en esas calles, lo que a mi me parecía repugnante es lo que todos van a buscar, es la atracción central en estos lugares.
Pero si usted es uno de los que disfrutan de este tipo de entretenimiento bizarro, busque en lo profundo de su corazón y pregúntese si esto es saludable, tanto para su mente como para su espíritu.
Y si su respuesta es sí, entonces continúe haciéndolo a su manera.
Pero si hay siquiera un pequeño vestigio de duda antes de contestar, le pido que busque el consejo de Dios, pídale que le muestre un camino mejor, le puedo asegurar, que será sorprendido.
Que el Señor los bendiga a todos y que Él les muestre un camino mejor a aquellos que no la conocen.
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús
miércoles, 18 de agosto de 2010
Cristiano o no Cristiano!
Establecer la diferencia entre un cristiano y un no cristiano debería ser una tarea fácil en el contexto de la ya marcada intrínseca creencia, sin embargo, en relación con las creencias religiosas cristianas, tendríamos que escribir por lo menos unas quinientas paginas para poder mínimamente presentar la amplia gama de conceptos conflictivos los cuales representan el cristianismo.
Tendríamos que hablar de culturas, tradiciones, sectas, denominaciones, corrientes filosóficas, corrientes teológicas, corrientes doctrinales, racionalizaciones, regionalismos, contradicciones, competencias, sociedades y la lista sigue, convirtiendo la fe cristiana en una larga e intrincada, y desordenada mezcla de corrientes que por lo general carecen de lustre para aquellos que sólo desean ser cristianos.
Sin embargo, dependiendo del país donde nos encontremos y en qué parte de ese país, seriamos más o menos capaces de distinguir la diferencia entre alguien que profesa ser cristianismo y alguien que no lo es. Por ejemplo la mayoría de los países de América Latina brillan por la marcada diferencia en el estilo de vestir entre cristianos y no cristianos, también es notable el comportamiento cortés y las buenas maneras, los cuales aunque aparenten un poco exagerados, son sinceros, estos patrones son aún más evidentes los domingos cuando la mayoría de los cristianos se lanzan en manadas a la casa de culto, y las calles se adornan de personas de todas clases y razas avanzando Biblia en mano hacia la iglesia..
Estas tradiciones sin embargo están cambiando rápidamente en muchos de estos países, especialmente entre las altas esferas, los cuales están adoptando rápidamente un comportamiento cristiano más "al estilo norte americano".
Eso se debe a la influencia norte americana en latino America y a que en América del Norte, especialmente entre los blancos norteamericanos, no parecen existir identificadores distintivos entre los cristianos y no cristianos, al menos no en la apariencia externa. Los cristianos de América del Norte en su mayoría han adoptado un comportamiento general, hablar, caminar, etc., exactamente igual al de los no cristianos. Esto es más bien una cuestión cultural, y no significa necesariamente que los norteamericanos sean menos cristianos que los latinos, de hecho, puedo decir con certeza que, al menos en mi experiencia, la hipocresía entre los cristianos de América del Norte es significativamente menos evidente que la de los latinos, y cuando digo esto me estoy refiriendo a cristianos nacidos de nuevo, cristianos evangélicos, y no cualquier grupo religioso que a decidido montarse en el tren del cristianismo.
En mi limitada experiencia con los cristianos europeos y de los países africanos y asiáticos, puedo decir que los europeos van de manos con los norteamericanos en su devoción a Cristo, mientras que en los países asiáticos y africanos, aquellos que profesan su fe en Cristo parecen ser más leales y sinceros y dedicados a la fe.
Este es un tema interesante y muy profundo el cual requiere mucho más que la simple observación para ser desarrollando con precisión y justicia, el tema sin embargo, nos grita por la necesidad de que destaquemos una realidad que va más allá de la raza y la nación y la cultura y la geografía, un hecho el cual exclusivamente da validez a nuestra fe y nuestro caminar como cristianos.
La dura realidad es que en el Día del Juicio ninguno de estos asuntos serán relevantes, nadie se preocupará sobre el estilo de vestir, o gustos personales o estilos de vida o regionalismos o influencias culturales. Lo único que importara en absoluto en ese día es si nos hemos dedicado a Cristo o no, si verdaderamente hemos creído con todo nuestro corazón que Jesucristo es el Señor, si hemos recibido la salvación.
En ocasiones he sido expuesto a la hipocresía de muchos que actúan y hablan y se mueven y oran y leen la Biblia como si fueran santos; también he sido expuesto a la fidelidad y la santidad de muchos que en su estilo de vida aparentan no tener nada de Cristianos.
Mostrar una actitud piadosa y justa no hace a una persona salva, de hecho en los tiempos de Jesús los fariseos eran expertos en mostrarse santos, y un gran número de ellos fueron condenados públicamente por nuestro Señor Jesucristo.
En la cultura moderna todo aquel que va a una iglesia basada en la Biblia, o que de alguna manera se relaciona con alguien que es un miembro de una iglesia, se llama a sí mismo un cristiano. Y hay miles de iglesias de todo tipo de denominaciones las cuales están llenas a capacidad de personas que se llaman cristianos, sin embargo, estas iglesias nunca han hecho un llamado al altar, sus miembros no se dan cuenta de que para ser cristiano hay que ser un seguidor de Cristo, que ser cristiano es un asunto personal entre una persona y el Hijo de Dios, y que la única manera de convertirse en un verdadero cristiano es confesar con tu boca que Jesús es el Señor y creer en tu corazón que Dios le levantó de los muertos. (Romanos 10:9) Es con el corazón que se cree para justicia, y es con la boca se confiesa para salvación. v10
Según las estadísticas mundiales sobre las prácticas religiosas, hay más de dos mil millones de cristianos en el planeta. Eso es un número exorbitante, un número que llevaría música a los oídos de Dios si fuera cierto. Pero si el Señor Jesucristo viniese hoy en las nubes y llamase a sus seguidores al sonido de la trompeta, sólo un puñado de esos dos mil millones de personas se levantaría con Él al cielo. Esta es una realidad amarga, la cual no parece preocuparle al mundo, ya que estos miles iglesias que se dicen cristianas no parecen tener la más remota idea, y continúan enseñando mentiras a sus miembros, o mas bien, no diciéndoles la verdad.
Sin embargo, la culpa de la iglesia es sólo parcial, porque el cristianismo es acerca de las convicciones personales, se trata de una conexión directa e individual con el Señor, y la Biblia habla claramente sobre esto. Y cada uno de esos dos mil millones de personas que se dicen cristianos han tenido, de una manera u otra, acceso a una Biblia. Y ellos han optado por aceptar la manera más conveniente de seguir los patrones del mundo a costa de su salvación, a costa de la condenación eterna, un alto precio a pagar por unos años de aparente placer.
Esos dos mil millones de personas todas han oído hablar de Jesús, y aunque es probable que algunos no han entendido el mensaje del evangelio, este se convierte en un problema personal de cada uno de ellos.
Su problema es asegurarse de que usted no es uno de ellos, y que cuando alguien le pregunte si usted es cristiano o no, su mente se ilumine de inmediato, su corazón se acelere con fuerza, y el Espíritu Santo traiga a su memoria el momento en que el Señor Jesús Cristo lavó sus pecados con su preciosa sangre, el día en que usted vino a Él con un corazón arrepentido y le dijo: Señor, quiero ser de ti, quiero que seas mi Señor y salvador. Por favor, ven a mi corazón y hazme su sirviente.
Entonces usted será capaz de afirmar con certeza.
Sí, soy un cristiano!
Que el Espíritu Santo selle su seguridad en Cristo, y que Sus bendiciones sigan siendo abundantes en su vida.
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús.
Tendríamos que hablar de culturas, tradiciones, sectas, denominaciones, corrientes filosóficas, corrientes teológicas, corrientes doctrinales, racionalizaciones, regionalismos, contradicciones, competencias, sociedades y la lista sigue, convirtiendo la fe cristiana en una larga e intrincada, y desordenada mezcla de corrientes que por lo general carecen de lustre para aquellos que sólo desean ser cristianos.
Sin embargo, dependiendo del país donde nos encontremos y en qué parte de ese país, seriamos más o menos capaces de distinguir la diferencia entre alguien que profesa ser cristianismo y alguien que no lo es. Por ejemplo la mayoría de los países de América Latina brillan por la marcada diferencia en el estilo de vestir entre cristianos y no cristianos, también es notable el comportamiento cortés y las buenas maneras, los cuales aunque aparenten un poco exagerados, son sinceros, estos patrones son aún más evidentes los domingos cuando la mayoría de los cristianos se lanzan en manadas a la casa de culto, y las calles se adornan de personas de todas clases y razas avanzando Biblia en mano hacia la iglesia..
Estas tradiciones sin embargo están cambiando rápidamente en muchos de estos países, especialmente entre las altas esferas, los cuales están adoptando rápidamente un comportamiento cristiano más "al estilo norte americano".
Eso se debe a la influencia norte americana en latino America y a que en América del Norte, especialmente entre los blancos norteamericanos, no parecen existir identificadores distintivos entre los cristianos y no cristianos, al menos no en la apariencia externa. Los cristianos de América del Norte en su mayoría han adoptado un comportamiento general, hablar, caminar, etc., exactamente igual al de los no cristianos. Esto es más bien una cuestión cultural, y no significa necesariamente que los norteamericanos sean menos cristianos que los latinos, de hecho, puedo decir con certeza que, al menos en mi experiencia, la hipocresía entre los cristianos de América del Norte es significativamente menos evidente que la de los latinos, y cuando digo esto me estoy refiriendo a cristianos nacidos de nuevo, cristianos evangélicos, y no cualquier grupo religioso que a decidido montarse en el tren del cristianismo.
En mi limitada experiencia con los cristianos europeos y de los países africanos y asiáticos, puedo decir que los europeos van de manos con los norteamericanos en su devoción a Cristo, mientras que en los países asiáticos y africanos, aquellos que profesan su fe en Cristo parecen ser más leales y sinceros y dedicados a la fe.
Este es un tema interesante y muy profundo el cual requiere mucho más que la simple observación para ser desarrollando con precisión y justicia, el tema sin embargo, nos grita por la necesidad de que destaquemos una realidad que va más allá de la raza y la nación y la cultura y la geografía, un hecho el cual exclusivamente da validez a nuestra fe y nuestro caminar como cristianos.
La dura realidad es que en el Día del Juicio ninguno de estos asuntos serán relevantes, nadie se preocupará sobre el estilo de vestir, o gustos personales o estilos de vida o regionalismos o influencias culturales. Lo único que importara en absoluto en ese día es si nos hemos dedicado a Cristo o no, si verdaderamente hemos creído con todo nuestro corazón que Jesucristo es el Señor, si hemos recibido la salvación.
En ocasiones he sido expuesto a la hipocresía de muchos que actúan y hablan y se mueven y oran y leen la Biblia como si fueran santos; también he sido expuesto a la fidelidad y la santidad de muchos que en su estilo de vida aparentan no tener nada de Cristianos.
Mostrar una actitud piadosa y justa no hace a una persona salva, de hecho en los tiempos de Jesús los fariseos eran expertos en mostrarse santos, y un gran número de ellos fueron condenados públicamente por nuestro Señor Jesucristo.
En la cultura moderna todo aquel que va a una iglesia basada en la Biblia, o que de alguna manera se relaciona con alguien que es un miembro de una iglesia, se llama a sí mismo un cristiano. Y hay miles de iglesias de todo tipo de denominaciones las cuales están llenas a capacidad de personas que se llaman cristianos, sin embargo, estas iglesias nunca han hecho un llamado al altar, sus miembros no se dan cuenta de que para ser cristiano hay que ser un seguidor de Cristo, que ser cristiano es un asunto personal entre una persona y el Hijo de Dios, y que la única manera de convertirse en un verdadero cristiano es confesar con tu boca que Jesús es el Señor y creer en tu corazón que Dios le levantó de los muertos. (Romanos 10:9) Es con el corazón que se cree para justicia, y es con la boca se confiesa para salvación. v10
Según las estadísticas mundiales sobre las prácticas religiosas, hay más de dos mil millones de cristianos en el planeta. Eso es un número exorbitante, un número que llevaría música a los oídos de Dios si fuera cierto. Pero si el Señor Jesucristo viniese hoy en las nubes y llamase a sus seguidores al sonido de la trompeta, sólo un puñado de esos dos mil millones de personas se levantaría con Él al cielo. Esta es una realidad amarga, la cual no parece preocuparle al mundo, ya que estos miles iglesias que se dicen cristianas no parecen tener la más remota idea, y continúan enseñando mentiras a sus miembros, o mas bien, no diciéndoles la verdad.
Sin embargo, la culpa de la iglesia es sólo parcial, porque el cristianismo es acerca de las convicciones personales, se trata de una conexión directa e individual con el Señor, y la Biblia habla claramente sobre esto. Y cada uno de esos dos mil millones de personas que se dicen cristianos han tenido, de una manera u otra, acceso a una Biblia. Y ellos han optado por aceptar la manera más conveniente de seguir los patrones del mundo a costa de su salvación, a costa de la condenación eterna, un alto precio a pagar por unos años de aparente placer.
Esos dos mil millones de personas todas han oído hablar de Jesús, y aunque es probable que algunos no han entendido el mensaje del evangelio, este se convierte en un problema personal de cada uno de ellos.
Su problema es asegurarse de que usted no es uno de ellos, y que cuando alguien le pregunte si usted es cristiano o no, su mente se ilumine de inmediato, su corazón se acelere con fuerza, y el Espíritu Santo traiga a su memoria el momento en que el Señor Jesús Cristo lavó sus pecados con su preciosa sangre, el día en que usted vino a Él con un corazón arrepentido y le dijo: Señor, quiero ser de ti, quiero que seas mi Señor y salvador. Por favor, ven a mi corazón y hazme su sirviente.
Entonces usted será capaz de afirmar con certeza.
Sí, soy un cristiano!
Que el Espíritu Santo selle su seguridad en Cristo, y que Sus bendiciones sigan siendo abundantes en su vida.
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús.
sábado, 14 de agosto de 2010
Como si no lo Supiera!
Muchas veces me río de la ingenuidad que aun vemos en el Mundo, de cómo tanta gente aun camina por la vida creyendo todo tipo de mentiras, aun cuando hemos llegado a niveles de desconfianza sin igual en la historia del hombre. He oído historias y visto situaciones que podría parecer ridículo que cualquiera pueda creerlas, y sin embargo la gente sigue cayendo, y confiando y creyendo.
Lo que sucede es que la mayoría de las estafas y los trucos y situaciones de esta índole, están diseñados para apelar a las zonas más profundas y oscuras de nuestro ser interior, y se las arreglan para activar sentimientos que ni siquiera nos damos cuenta que están en nosotros, y estos sentimientos, nos inducen a creer, incluso en presencia de lo obvio.
La razón por la que creemos y seguimos cayendo en estas trampas es porque estamos motivados por el pecado. Sé que estoy tocando un tema que nadie quiere escuchar, pero esa es la realidad. Por lo general es la lujuria (los deseos) la que nos mueve, y la que provoca esos sentidos que están allí para llevarnos a hacer cosas que a menudo nos hacen sacudir la cabeza en incredulidad, una vez nos damos cuenta de lo que hemos hecho.
Juan habla de esto en sus epístolas (1 Juan 2:15-17). Y usted puede sentirse tentado a decir, ¿cómo se puede atribuir a una actitud pecaminosa el hecho de que alguien nos seduzca en hacer algo que normalmente no haríamos? Mi respuesta es simple: es la atracción de las expectativas, los deseos de lo que está por venir. La idea de que "si esto es real, voy a hacerme rico, o voy a obtener gran placer, o me voy a conseguir mas poder" estos son los tres principales motivadores de la humanidad, y son un engaño, una ilusión creada por el diablo para mantenernos en la oscuridad, para mantenernos apartados de la realidad de la vida. Y cuando un experto tramposo con agilidad mental se apodera de este concepto, es fácil crear instrumentos de decepción basados en estos principios.
Jesús dijo al diablo en Lucas 4:4, No solo de pan vive el Hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Deuteronomio 8:03 nos muestra el mismo pasaje, el cual se expande para explicar que cuando confiamos en el Señor podemos contar con su fidelidad en el cumplimiento de todas sus promesas. Los israelitas estuvieron cuarenta años en el desierto, sin embargo, nunca sufrieron hambre o sed o necesidad de ropa.
Y son precisamente estos tres factores de motivación los que el diablo utilizo para tratar de tentar a Jesucristo al pecado, al tratar de activar en el estos sentidos, con ofertas de oportunidades, de satisfacción, de riquezas, sin embargo el Señor le detuvo en seco, con la cita de tres versículos del libro del Deuteronomio; No pondrás al Señor tu Dios a prueba (Deuteronomio 6:16), daréis culto al Señor, tu Dios, y solo a Él servirás (Deut. 6:13), y, no sólo de pan vive el hombre (Deut. 8:3).
No se espera que respondamos de otra manera a estas tentaciones, sino a través de conocer a Dios, sino a través de ser seguidores de Jesucristo, sino a través de la devoción y el estudio de las Escrituras. Pero incluso dentro del cuerpo de Cristo vemos a menudo las víctimas, cayendo por las grietas del infierno al permitir que las seducciones de este mundo se burlen de ellos al hacerles creer que puedan conseguir a través de perseguir un fantasma, (el fantasma de la lujuria) algo que sólo Dios puede dar.
Cristo Jesús murió en la cruz para restaurar nuestra humanidad caída, para darnos la redención, para pagar el precio por nuestros pecados y traernos al Padre, sin embargo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida continúan ganando terreno, y cada día más de nuestros hermanos siguen cayendo en las grietas del infierno a través del engaño.
El ejemplo de Eva en el Jardín del Edén debería haber sido suficiente para aquellos que han experimentado a Cristo, sin embargo, tenemos una inexplicable costumbre de tropezar con las piedras que ya han sido retiradas de nuestro camino.
Puedo entender la razón por la que el mundo cae en estas trampas, puedo ver cómo, la gente de la oscuridad se mantiene cometiendo errores, uno tras otro, y dejando que el engaño gobierne sus vidas, no es extraño ver como ciudadanos aparentemente rectos y honestos terminan cometiendo todo tipo de actos pecaminosos, la violación, el asesinato, el adulterio, la fornicación, el robo, el fraude, la mentira. Tenemos bastantes ejemplos que podríamos mencionar directamente desde los titulares de las noticias actuales.
Pero cuando un hijo de Dios cae a través de las grietas del infierno, hay turbulencias en el cielo, cuando un prominente ministro, o incluso la mas pequeñita de las ovejas del señor tropieza en una piedra que estaba destinada a hacerle caer, la constricción del espíritu Santo es obvia, y yo no estoy hablando de los cortes y magulladuras que recibimos a través de las caminatas de la vida, y las espinas y los cardos que nos hieren mientras caminamos por el sendero estrecho, estoy hablando de aquellos que a sabiendas caen en las trampas de Satanás. A través de los mismos pecados que hemos dejado atrás cuando escogimos seguir a Cristo.
Nuestras iglesias están manchadas, nuestros jóvenes, nuestros ancianos, nuestra gente está viviendo como si Cristo nunca va a volver, como si no habrá ningún juicio. Y nos atrevemos a preguntar, ¿por qué Dios no me habla?
Chismear, mentir, robar, fornicar, la lujuria, la avaricia, el adulterio, las adiciones, todo tipo de adiciones, los juegos de azar, las drogas, los cigarrillos, el alcohol, la pornografía, son rampantes dentro de la iglesia, y qué estamos haciendo al respecto? nosotros, los líderes de la iglesia, emitimos un susurro de vez en cuando tratando de no agitar el agua, con miedo de ofender a alguien.
El espíritu del Señor está sobre mí, y él me ha ungido para liberar a los cautivos, para echar fuera demonios, para llevar la libertad al cuerpo de Cristo, y la única manera de conseguir esta libertad es diciendo la verdad, llamando las cosas como son, y aquellos que se ofendan y no se arrepientan no van a irse con el señor de ninguna manera.
El Señor Jesucristo leyó estas palabras del libro de Isaías capítulo 61, para que el mundo sepa que hay una nuevo regla del juego, que hay un nuevo pacto entre Dios y su pueblo, pondré mi palabra en su corazón y en su mente, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. (Jeremías 31:33). Pero hay un llamado que es parte esencial de este pacto, y el cual es obedecer sus mandamientos, seguirle con sinceridad y de todo corazón, y aquellos que no son capaces de hacer esto, y aquellos que no son capaces de separarse del mundo y vivir una vida para Dios, entonces para estos Él no es su Dios, y ellos no son su pueblo.
Si esta palabra es para ti, Arrepiéntete, y se salvo, o continua por el camino ancho y se condenado. (Marcos 16:16)
Que el Señor les bendiga y les dé la sabiduría para tomar las decisiones correctas!
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús
Lo que sucede es que la mayoría de las estafas y los trucos y situaciones de esta índole, están diseñados para apelar a las zonas más profundas y oscuras de nuestro ser interior, y se las arreglan para activar sentimientos que ni siquiera nos damos cuenta que están en nosotros, y estos sentimientos, nos inducen a creer, incluso en presencia de lo obvio.
La razón por la que creemos y seguimos cayendo en estas trampas es porque estamos motivados por el pecado. Sé que estoy tocando un tema que nadie quiere escuchar, pero esa es la realidad. Por lo general es la lujuria (los deseos) la que nos mueve, y la que provoca esos sentidos que están allí para llevarnos a hacer cosas que a menudo nos hacen sacudir la cabeza en incredulidad, una vez nos damos cuenta de lo que hemos hecho.
Juan habla de esto en sus epístolas (1 Juan 2:15-17). Y usted puede sentirse tentado a decir, ¿cómo se puede atribuir a una actitud pecaminosa el hecho de que alguien nos seduzca en hacer algo que normalmente no haríamos? Mi respuesta es simple: es la atracción de las expectativas, los deseos de lo que está por venir. La idea de que "si esto es real, voy a hacerme rico, o voy a obtener gran placer, o me voy a conseguir mas poder" estos son los tres principales motivadores de la humanidad, y son un engaño, una ilusión creada por el diablo para mantenernos en la oscuridad, para mantenernos apartados de la realidad de la vida. Y cuando un experto tramposo con agilidad mental se apodera de este concepto, es fácil crear instrumentos de decepción basados en estos principios.
Jesús dijo al diablo en Lucas 4:4, No solo de pan vive el Hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Deuteronomio 8:03 nos muestra el mismo pasaje, el cual se expande para explicar que cuando confiamos en el Señor podemos contar con su fidelidad en el cumplimiento de todas sus promesas. Los israelitas estuvieron cuarenta años en el desierto, sin embargo, nunca sufrieron hambre o sed o necesidad de ropa.
Y son precisamente estos tres factores de motivación los que el diablo utilizo para tratar de tentar a Jesucristo al pecado, al tratar de activar en el estos sentidos, con ofertas de oportunidades, de satisfacción, de riquezas, sin embargo el Señor le detuvo en seco, con la cita de tres versículos del libro del Deuteronomio; No pondrás al Señor tu Dios a prueba (Deuteronomio 6:16), daréis culto al Señor, tu Dios, y solo a Él servirás (Deut. 6:13), y, no sólo de pan vive el hombre (Deut. 8:3).
No se espera que respondamos de otra manera a estas tentaciones, sino a través de conocer a Dios, sino a través de ser seguidores de Jesucristo, sino a través de la devoción y el estudio de las Escrituras. Pero incluso dentro del cuerpo de Cristo vemos a menudo las víctimas, cayendo por las grietas del infierno al permitir que las seducciones de este mundo se burlen de ellos al hacerles creer que puedan conseguir a través de perseguir un fantasma, (el fantasma de la lujuria) algo que sólo Dios puede dar.
Cristo Jesús murió en la cruz para restaurar nuestra humanidad caída, para darnos la redención, para pagar el precio por nuestros pecados y traernos al Padre, sin embargo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida continúan ganando terreno, y cada día más de nuestros hermanos siguen cayendo en las grietas del infierno a través del engaño.
El ejemplo de Eva en el Jardín del Edén debería haber sido suficiente para aquellos que han experimentado a Cristo, sin embargo, tenemos una inexplicable costumbre de tropezar con las piedras que ya han sido retiradas de nuestro camino.
Puedo entender la razón por la que el mundo cae en estas trampas, puedo ver cómo, la gente de la oscuridad se mantiene cometiendo errores, uno tras otro, y dejando que el engaño gobierne sus vidas, no es extraño ver como ciudadanos aparentemente rectos y honestos terminan cometiendo todo tipo de actos pecaminosos, la violación, el asesinato, el adulterio, la fornicación, el robo, el fraude, la mentira. Tenemos bastantes ejemplos que podríamos mencionar directamente desde los titulares de las noticias actuales.
Pero cuando un hijo de Dios cae a través de las grietas del infierno, hay turbulencias en el cielo, cuando un prominente ministro, o incluso la mas pequeñita de las ovejas del señor tropieza en una piedra que estaba destinada a hacerle caer, la constricción del espíritu Santo es obvia, y yo no estoy hablando de los cortes y magulladuras que recibimos a través de las caminatas de la vida, y las espinas y los cardos que nos hieren mientras caminamos por el sendero estrecho, estoy hablando de aquellos que a sabiendas caen en las trampas de Satanás. A través de los mismos pecados que hemos dejado atrás cuando escogimos seguir a Cristo.
Nuestras iglesias están manchadas, nuestros jóvenes, nuestros ancianos, nuestra gente está viviendo como si Cristo nunca va a volver, como si no habrá ningún juicio. Y nos atrevemos a preguntar, ¿por qué Dios no me habla?
Chismear, mentir, robar, fornicar, la lujuria, la avaricia, el adulterio, las adiciones, todo tipo de adiciones, los juegos de azar, las drogas, los cigarrillos, el alcohol, la pornografía, son rampantes dentro de la iglesia, y qué estamos haciendo al respecto? nosotros, los líderes de la iglesia, emitimos un susurro de vez en cuando tratando de no agitar el agua, con miedo de ofender a alguien.
El espíritu del Señor está sobre mí, y él me ha ungido para liberar a los cautivos, para echar fuera demonios, para llevar la libertad al cuerpo de Cristo, y la única manera de conseguir esta libertad es diciendo la verdad, llamando las cosas como son, y aquellos que se ofendan y no se arrepientan no van a irse con el señor de ninguna manera.
El Señor Jesucristo leyó estas palabras del libro de Isaías capítulo 61, para que el mundo sepa que hay una nuevo regla del juego, que hay un nuevo pacto entre Dios y su pueblo, pondré mi palabra en su corazón y en su mente, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. (Jeremías 31:33). Pero hay un llamado que es parte esencial de este pacto, y el cual es obedecer sus mandamientos, seguirle con sinceridad y de todo corazón, y aquellos que no son capaces de hacer esto, y aquellos que no son capaces de separarse del mundo y vivir una vida para Dios, entonces para estos Él no es su Dios, y ellos no son su pueblo.
Si esta palabra es para ti, Arrepiéntete, y se salvo, o continua por el camino ancho y se condenado. (Marcos 16:16)
Que el Señor les bendiga y les dé la sabiduría para tomar las decisiones correctas!
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús
miércoles, 11 de agosto de 2010
Descubrir a Jesus!
Hace unos días estuve hablando con un amigo, y sus ideas sobre Jesús hicieron estallar una conmoción en mi espíritu, y un pensamiento que me había atormentado en el pasado retorno a la vida. La cuestión que nos ocupa es:
¿Qué se necesita para descubrir a Jesús? Sabemos que nadie puede venir a él a menos que sea atraído por el padre (Juan 6:44), pero incluso después de haber sido atraídas a él, muchas personas bien intencionadas se pierden en sus entendimientos, al permitir que las corrientes de pensamientos mundanos y las religiones dominen sus conceptos del Rey de Reyes.
Incluso los más conocedores de los hombres tienden a caer en patrones religiosos cuando vienen a Jesús para la salvación, y la Biblia nos proporciona una evidencia abrumadora de la repugnancia y el rechazo que el Señor tiene contra la religión, no tanto contra las personas religiosas, sino contra las consecuencias destructivas de sus prácticas.
En mi constante deriva a través de Internet pude confirmar durante el fin de semana que no quedan muchas personas en el mundo que no hayan en una u otra manera oído hablar del Señor Jesucristo, y aunque hay muchas ideas erróneas en torno a su persona, la mayoría de las religiones parecen estar de acuerdo en que El es un hombre enviado por Dios. Incluso las más radicales de las religiones paganas le dan a Jesús un lugar entre los grandes profetas.
Sin embargo, entender su verdadero significado como hombre y como hijo de Dios está reservado sólo para aquellos que han sido iluminados por el Espíritu Santo, para aquellos a quienes Dios ha atraído a él. Sin embargo, entre estos, muchos caen en el error, de seguir las tendencias y prácticas religiosas, que en muchos casos tienden a convertir a Jesús en sólo uno más de los dioses paganos.
Si nos enfocamos en su humanidad, aprendemos de la Biblia que el Señor Jesucristo es tan humano como cualquiera de nosotros, cien por ciento de carne y hueso. El Sentía dolor, alegría, tristeza, ira, pena, desilusión, compasión, amor, hambre, sed, cansancio. La Biblia registra tres tentaciones por las cuales Jesús tuvo que pasar antes del inicio de su ministerio, yo sospecho que hubieron muchas otras tentaciones las cuales simplemente no fueron registradas, sin embargo las tres tentaciones registradas cubren las tres motivaciones que conducen al hombre al pecado; los deseos de la carne, la concupiscencia de los ojos y la vanagloria de la vida.
Por otro lado, con respecto a su deidad, la Biblia nos enseña que Jesús es Dios en la carne, el hijo del Dios vivo, la palabra hecha carne, quien fue desde el principio, quien vino del cielo y regresó al cielo
Pero entender la humanidad de Jesús y su divinidad es sólo importante en términos de saber de donde él vino y lo que representa, no obstante, aunque esta información nos da un conocimiento intelectual de su personalidad, no nos da la clave para desbloquear los secretos de sus maneras extraordinarias, ni la inteligencia espiritual para comprender nuestra interdependencia con Cristo y la sustancia de nuestra salvación y la realización intrínseca de la encarnación de Cristo en nosotros.
Para realmente poder descubrir a Jesús, es necesario que vayamos más allá de nuestra carne y huesos, es absolutamente necesario que erradiquemos nuestra limitada mentalidad y establezcamos nuestros patrones de pensamiento directamente en el cielo, en las cosas de Dios. Dios nos ha dado todas las herramientas que necesitamos para conectarnos con él y para aprovechar esa fuente interminable de conocimiento y sabiduría y entendimiento escondidos en Cristo.
Pero para recibir ese golpe de iluminación que se abrirá las compuertas de la percepción espiritual, del entendimiento infinito, tenemos que purificar nuestra alma, desconectarnos totalmente de las cosas del mundo y sumergirnos en el Espíritu de Dios.
Sin embargo, sólo mediante la oración incesante y dedicación a la palabra podemos realmente remover esa mascara que el mundo ha puesto encima de sus malos caminos, y hasta que se esa máscara sea removida no seremos capaces de ver la horrible verdad de las cosas que constantemente nos enamoran, y que nos alimentan sin cesar con sus mensajes seductores acerca de las diversas maneras de suplir gratificación instantánea a la carne. Estos mensajes putrefactos están llegando desde todas las direcciones, desde todos los puntos a donde nos tornamos, aunque estos no mencionan las consecuencias oscuras que vienen atadas a seguir esos caminos.
Hasta que aprendemos a ver el veneno oculto en la vida mundana y nos hacemos inmunes a él, hasta que aprendemos a interactuar con él mundo sin ser infectados por sus nefastas influencias, no podemos vivir una vida verdaderamente victoriosa, no podemos verdaderamente descubrir a Jesús. E insisto, sólo la verdadera dedicación a la oración y la comunión y la adoración cumplirá esta misión por nosotros.
Porque así como nos acercamos a Él, el Señor abrirá nuevas puertas en su reino, las cuales nunca hemos visto, El añadirá nuevas frases y nuevos sentidos a su palabra totalmente nuevos para nosotros, El nos mostrara nuevos niveles de entendimiento que están ocultos a simple vista, y cuando El hace esto, una nueva serie de sabores toca nuestro espíritu, y una nueva dimensión se añade a nuestro caminar, y un mayor sentido de empoderamiento en Cristo se hace disponible para nosotros, y nuestros sentidos expandidos, aprenden a ver las cosas que no eran visibles, y llegamos a sentir a Jesús, y vivir a Jesús, y este nuevo despertar nos es dado para que el mundo lo vea en nosotros, ya que irradiamos un nuevo fuego que antes había estado oculto en nosotros y que ahora está expuesto a la luz.
A medida que aprendemos a vivir la vida en el Espíritu de Dios, la dependencia de la carne en las cosas del mundo se disipa, pero esto sólo en la medida que la continuamos matando cada día con la espada del Espíritu que es la palabra de Dios
Este podría convertirse en un largo discurso; hay suficiente material sobre este tema para escribir un grueso libro, sin embargo nuestro propósito es desafiar el espíritu de aquellos que ya conocen a Cristo, y despertar el espíritu de aquellos que aun no lo conocen.
Así es que te reto a que mires mucho más de cerca, y permitas que la verdad sea expuesta, a medida que descubres al hombre más grande que alguna vez ha estado y siempre estará en la tierra, mientras aprendes a conectar tu espíritu al Espíritu de la estrella de la mañana, el Alfa y el omega, el Hijo del Dios Viviente.
Que el Pastor de las ovejas te sigua guiando a su redil!
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús
¿Qué se necesita para descubrir a Jesús? Sabemos que nadie puede venir a él a menos que sea atraído por el padre (Juan 6:44), pero incluso después de haber sido atraídas a él, muchas personas bien intencionadas se pierden en sus entendimientos, al permitir que las corrientes de pensamientos mundanos y las religiones dominen sus conceptos del Rey de Reyes.
Incluso los más conocedores de los hombres tienden a caer en patrones religiosos cuando vienen a Jesús para la salvación, y la Biblia nos proporciona una evidencia abrumadora de la repugnancia y el rechazo que el Señor tiene contra la religión, no tanto contra las personas religiosas, sino contra las consecuencias destructivas de sus prácticas.
En mi constante deriva a través de Internet pude confirmar durante el fin de semana que no quedan muchas personas en el mundo que no hayan en una u otra manera oído hablar del Señor Jesucristo, y aunque hay muchas ideas erróneas en torno a su persona, la mayoría de las religiones parecen estar de acuerdo en que El es un hombre enviado por Dios. Incluso las más radicales de las religiones paganas le dan a Jesús un lugar entre los grandes profetas.
Sin embargo, entender su verdadero significado como hombre y como hijo de Dios está reservado sólo para aquellos que han sido iluminados por el Espíritu Santo, para aquellos a quienes Dios ha atraído a él. Sin embargo, entre estos, muchos caen en el error, de seguir las tendencias y prácticas religiosas, que en muchos casos tienden a convertir a Jesús en sólo uno más de los dioses paganos.
Si nos enfocamos en su humanidad, aprendemos de la Biblia que el Señor Jesucristo es tan humano como cualquiera de nosotros, cien por ciento de carne y hueso. El Sentía dolor, alegría, tristeza, ira, pena, desilusión, compasión, amor, hambre, sed, cansancio. La Biblia registra tres tentaciones por las cuales Jesús tuvo que pasar antes del inicio de su ministerio, yo sospecho que hubieron muchas otras tentaciones las cuales simplemente no fueron registradas, sin embargo las tres tentaciones registradas cubren las tres motivaciones que conducen al hombre al pecado; los deseos de la carne, la concupiscencia de los ojos y la vanagloria de la vida.
Por otro lado, con respecto a su deidad, la Biblia nos enseña que Jesús es Dios en la carne, el hijo del Dios vivo, la palabra hecha carne, quien fue desde el principio, quien vino del cielo y regresó al cielo
Pero entender la humanidad de Jesús y su divinidad es sólo importante en términos de saber de donde él vino y lo que representa, no obstante, aunque esta información nos da un conocimiento intelectual de su personalidad, no nos da la clave para desbloquear los secretos de sus maneras extraordinarias, ni la inteligencia espiritual para comprender nuestra interdependencia con Cristo y la sustancia de nuestra salvación y la realización intrínseca de la encarnación de Cristo en nosotros.
Para realmente poder descubrir a Jesús, es necesario que vayamos más allá de nuestra carne y huesos, es absolutamente necesario que erradiquemos nuestra limitada mentalidad y establezcamos nuestros patrones de pensamiento directamente en el cielo, en las cosas de Dios. Dios nos ha dado todas las herramientas que necesitamos para conectarnos con él y para aprovechar esa fuente interminable de conocimiento y sabiduría y entendimiento escondidos en Cristo.
Pero para recibir ese golpe de iluminación que se abrirá las compuertas de la percepción espiritual, del entendimiento infinito, tenemos que purificar nuestra alma, desconectarnos totalmente de las cosas del mundo y sumergirnos en el Espíritu de Dios.
Sin embargo, sólo mediante la oración incesante y dedicación a la palabra podemos realmente remover esa mascara que el mundo ha puesto encima de sus malos caminos, y hasta que se esa máscara sea removida no seremos capaces de ver la horrible verdad de las cosas que constantemente nos enamoran, y que nos alimentan sin cesar con sus mensajes seductores acerca de las diversas maneras de suplir gratificación instantánea a la carne. Estos mensajes putrefactos están llegando desde todas las direcciones, desde todos los puntos a donde nos tornamos, aunque estos no mencionan las consecuencias oscuras que vienen atadas a seguir esos caminos.
Hasta que aprendemos a ver el veneno oculto en la vida mundana y nos hacemos inmunes a él, hasta que aprendemos a interactuar con él mundo sin ser infectados por sus nefastas influencias, no podemos vivir una vida verdaderamente victoriosa, no podemos verdaderamente descubrir a Jesús. E insisto, sólo la verdadera dedicación a la oración y la comunión y la adoración cumplirá esta misión por nosotros.
Porque así como nos acercamos a Él, el Señor abrirá nuevas puertas en su reino, las cuales nunca hemos visto, El añadirá nuevas frases y nuevos sentidos a su palabra totalmente nuevos para nosotros, El nos mostrara nuevos niveles de entendimiento que están ocultos a simple vista, y cuando El hace esto, una nueva serie de sabores toca nuestro espíritu, y una nueva dimensión se añade a nuestro caminar, y un mayor sentido de empoderamiento en Cristo se hace disponible para nosotros, y nuestros sentidos expandidos, aprenden a ver las cosas que no eran visibles, y llegamos a sentir a Jesús, y vivir a Jesús, y este nuevo despertar nos es dado para que el mundo lo vea en nosotros, ya que irradiamos un nuevo fuego que antes había estado oculto en nosotros y que ahora está expuesto a la luz.
A medida que aprendemos a vivir la vida en el Espíritu de Dios, la dependencia de la carne en las cosas del mundo se disipa, pero esto sólo en la medida que la continuamos matando cada día con la espada del Espíritu que es la palabra de Dios
Este podría convertirse en un largo discurso; hay suficiente material sobre este tema para escribir un grueso libro, sin embargo nuestro propósito es desafiar el espíritu de aquellos que ya conocen a Cristo, y despertar el espíritu de aquellos que aun no lo conocen.
Así es que te reto a que mires mucho más de cerca, y permitas que la verdad sea expuesta, a medida que descubres al hombre más grande que alguna vez ha estado y siempre estará en la tierra, mientras aprendes a conectar tu espíritu al Espíritu de la estrella de la mañana, el Alfa y el omega, el Hijo del Dios Viviente.
Que el Pastor de las ovejas te sigua guiando a su redil!
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús
sábado, 7 de agosto de 2010
Entendiendo la Redención!
La palabra redención ha estado martillando mi mente y no he podido evitar escribir algo al respecto, por tanto aquí tienes.
¿Qué tanto sé acerca de la redención? Para empezar yo sé que la mayoría de los diccionarios la describen como el pago de una deuda atada a un objeto como en una casa de empeño, también sé que esta palabra representa la obra de Cristo en la cruz, para el pago directo y completo de la deuda de nuestras almas. Pero, ¿cómo es esto posible? ¿No pertenecen nuestras almas a Dios?
El problema radica en el hecho de que a pesar de haber sido nuestras almas hechas por Dios, están empañadas por el pecado, están podridas, sucias, enlodadas, Horriblemente deterioradas por la presencia del pecado en nuestras vidas, tanto el pecado original como los pecados personales que se han acumulado unos sobre otros. Y el Espíritu de Dios es más blanco que la nieve, y la justicia de Dios es perfecta, y la perfecta justicia de Dios no puede lidiar con un ser imperfecto. Nuestro rechazo de Dios nos descalifica para acercarnos a él, y cada uno de nosotros, los que pecan a propósito y los que dicen que no pecan, los que practican el mal y los que practican las buenas obras, los que viven una vida de crimen, y los que viven una vida de bondad, y cualquier persona en el medio, todos rechazamos a Dios cuando rechazamos cualquiera de sus mandatos, cuando violamos cualquiera de sus mandamientos.
Por lo tanto, para que todo quede muy claro, nadie, ni uno solo de nosotros califica para acercarse a Dios, ni siquiera por un millón de millas.
Como está escrito: "No hay un solo justo, ni siquiera uno; no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, ni siquiera uno”. (Romanos 3:10-12)
Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. (Romanos 3:23)
Es así de simple, una persona puede volverse a Dios, y hacer las cosas de Dios, y comportase bien, y hacer cualquier cosa imaginable para ganar el favor de Dios, y esa persona aún no reúne los requisitos para acercarse a Dios, en otras palabras, esa persona continua estando perdida, y su alma, que por derecho le pertenece a Dios, ahora está en un contrato de arrendamiento al diablo, esta atada a él por el pecado y esta a su disposición.
Esto es, por supuesto, a menos que el precio de esa alma sea pagado, a menos que esa alma sea redimida.
¿Y que podemos hacer para pagar ese precio? La respuesta a esa pregunta es; no podemos hacer nada. Como he dicho antes, no hay nada que podamos hacer para salir de esta prisión. Porque Dios es perfecta Justicia, y a fin de salir de ella la justicia de Dios tiene que ser satisfecha, el juez necesita golpear el martillo y el acusado tiene que ser condenado.
Ok, ¿Y ahora qué? Si no hay nada que podamos hacer para salir de ello, y si todos estamos destinados al infierno, ¿cómo podemos ser rescatados de la condenación eterna?
La Biblia dice:
Por lo tanto, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, porque en Cristo Jesús la ley del Espíritu de vida me ha librado de la ley del pecado y la muerte. Porque lo que la ley no podía hacer, ya que se vio debilitada por la carne, Dios lo ha hecho enviando a su propio Hijo en semejanza de hombre pecador para que el fuese una ofrenda por el pecado. Y de esta manera El condenó al pecado en el hombre pecador, a fin de que los justos requisitos de la ley fuesen cumplidos plenamente en nosotros, que no vivimos más según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu. (Romanos 8:1-4)
En otras palabras, Cristo Jesús pagó el precio que había que pagar por nuestros pecados, y de esta forma cumplió los requisitos de Dios de perfecta justicia, y pago el precio por la redención de nuestras almas. Pero hay algo más.
Esta justicia de Dios se cumple por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen. (Romanos 3:22).
Para que nadie se jacte delante de Dios. Es gracias a él que estamos en Cristo Jesús, quien se ha convertido para nosotros en sabiduría de Dios, es decir, nuestra justicia, santificación y redención. (1 Corintios 1:29-30)
... Entró en el Lugar Santísimo una vez para siempre por su propia sangre, habiendo obtenido eterna redención. (Hebreos 9:12).
Ahí lo tienes, no podemos acercamos al trono de la gracia por nuestros propios medios, pero Dios envió a su hijo Jesucristo para hacer el camino para que nosotros podamos llegar a Él, Él sacrifico a su hijo para construir un hermoso puente entre Él y nosotros, un puente de redención a través del sacrificio en la Cruz, a través de la preciosa sangre de Jesús, el último sacrificio, el cordero de Dios.
En pocas palabras, esto significa que al abrazar a nuestro señor Jesucristo, al venir a sus pies en humilde arrepentimiento y convertirnos en seguidores de sus caminos, la rectitud de Cristo se convierte en nuestra rectitud, la justicia de Dios está plenamente satisfecha, y el precio de nuestros pecados es pagado en su totalidad.
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvar al mundo a través de Él. El que cree en Él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado porque no ha creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. (Juan 3:16-18)
Esa es la declaración más bella y significativa, y de mayor alcance en toda la Biblia. El que cree en Jesús no se pierde, mas tiene vida eterna.
El problema con esa declaración es que el diablo y todas sus fuerzas demoníacas creen en Jesús, y todos están destinados al infierno.
Entonces, ¿qué significa creer? El Señor siempre nos da las respuestas que necesitamos, porque su palabra dice "Que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. "(Romanos 10:9-10).
Así que vamos todos a asegurarnos de que tenemos los requisitos de la salvación, vamos a acercarnos al Señor en humilde adoración y re-dediquemos a Él nuestras vidas, con sólo confesar con nuestra boca su señoría, y derramar nuestro corazón y nuestro amor en Él, y vamos a proclamar con poder que Jesucristo es el Señor.
Que el Señor Jesucristo sea siempre la luz que te guía, y que puedas siempre volver a la cruz para ver el alto precio que Él pagó por tu libertad y tu redención eterna
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús
¿Qué tanto sé acerca de la redención? Para empezar yo sé que la mayoría de los diccionarios la describen como el pago de una deuda atada a un objeto como en una casa de empeño, también sé que esta palabra representa la obra de Cristo en la cruz, para el pago directo y completo de la deuda de nuestras almas. Pero, ¿cómo es esto posible? ¿No pertenecen nuestras almas a Dios?
El problema radica en el hecho de que a pesar de haber sido nuestras almas hechas por Dios, están empañadas por el pecado, están podridas, sucias, enlodadas, Horriblemente deterioradas por la presencia del pecado en nuestras vidas, tanto el pecado original como los pecados personales que se han acumulado unos sobre otros. Y el Espíritu de Dios es más blanco que la nieve, y la justicia de Dios es perfecta, y la perfecta justicia de Dios no puede lidiar con un ser imperfecto. Nuestro rechazo de Dios nos descalifica para acercarnos a él, y cada uno de nosotros, los que pecan a propósito y los que dicen que no pecan, los que practican el mal y los que practican las buenas obras, los que viven una vida de crimen, y los que viven una vida de bondad, y cualquier persona en el medio, todos rechazamos a Dios cuando rechazamos cualquiera de sus mandatos, cuando violamos cualquiera de sus mandamientos.
Por lo tanto, para que todo quede muy claro, nadie, ni uno solo de nosotros califica para acercarse a Dios, ni siquiera por un millón de millas.
Como está escrito: "No hay un solo justo, ni siquiera uno; no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, ni siquiera uno”. (Romanos 3:10-12)
Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. (Romanos 3:23)
Es así de simple, una persona puede volverse a Dios, y hacer las cosas de Dios, y comportase bien, y hacer cualquier cosa imaginable para ganar el favor de Dios, y esa persona aún no reúne los requisitos para acercarse a Dios, en otras palabras, esa persona continua estando perdida, y su alma, que por derecho le pertenece a Dios, ahora está en un contrato de arrendamiento al diablo, esta atada a él por el pecado y esta a su disposición.
Esto es, por supuesto, a menos que el precio de esa alma sea pagado, a menos que esa alma sea redimida.
¿Y que podemos hacer para pagar ese precio? La respuesta a esa pregunta es; no podemos hacer nada. Como he dicho antes, no hay nada que podamos hacer para salir de esta prisión. Porque Dios es perfecta Justicia, y a fin de salir de ella la justicia de Dios tiene que ser satisfecha, el juez necesita golpear el martillo y el acusado tiene que ser condenado.
Ok, ¿Y ahora qué? Si no hay nada que podamos hacer para salir de ello, y si todos estamos destinados al infierno, ¿cómo podemos ser rescatados de la condenación eterna?
La Biblia dice:
Por lo tanto, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, porque en Cristo Jesús la ley del Espíritu de vida me ha librado de la ley del pecado y la muerte. Porque lo que la ley no podía hacer, ya que se vio debilitada por la carne, Dios lo ha hecho enviando a su propio Hijo en semejanza de hombre pecador para que el fuese una ofrenda por el pecado. Y de esta manera El condenó al pecado en el hombre pecador, a fin de que los justos requisitos de la ley fuesen cumplidos plenamente en nosotros, que no vivimos más según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu. (Romanos 8:1-4)
En otras palabras, Cristo Jesús pagó el precio que había que pagar por nuestros pecados, y de esta forma cumplió los requisitos de Dios de perfecta justicia, y pago el precio por la redención de nuestras almas. Pero hay algo más.
Esta justicia de Dios se cumple por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen. (Romanos 3:22).
Para que nadie se jacte delante de Dios. Es gracias a él que estamos en Cristo Jesús, quien se ha convertido para nosotros en sabiduría de Dios, es decir, nuestra justicia, santificación y redención. (1 Corintios 1:29-30)
... Entró en el Lugar Santísimo una vez para siempre por su propia sangre, habiendo obtenido eterna redención. (Hebreos 9:12).
Ahí lo tienes, no podemos acercamos al trono de la gracia por nuestros propios medios, pero Dios envió a su hijo Jesucristo para hacer el camino para que nosotros podamos llegar a Él, Él sacrifico a su hijo para construir un hermoso puente entre Él y nosotros, un puente de redención a través del sacrificio en la Cruz, a través de la preciosa sangre de Jesús, el último sacrificio, el cordero de Dios.
En pocas palabras, esto significa que al abrazar a nuestro señor Jesucristo, al venir a sus pies en humilde arrepentimiento y convertirnos en seguidores de sus caminos, la rectitud de Cristo se convierte en nuestra rectitud, la justicia de Dios está plenamente satisfecha, y el precio de nuestros pecados es pagado en su totalidad.
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvar al mundo a través de Él. El que cree en Él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado porque no ha creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. (Juan 3:16-18)
Esa es la declaración más bella y significativa, y de mayor alcance en toda la Biblia. El que cree en Jesús no se pierde, mas tiene vida eterna.
El problema con esa declaración es que el diablo y todas sus fuerzas demoníacas creen en Jesús, y todos están destinados al infierno.
Entonces, ¿qué significa creer? El Señor siempre nos da las respuestas que necesitamos, porque su palabra dice "Que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. "(Romanos 10:9-10).
Así que vamos todos a asegurarnos de que tenemos los requisitos de la salvación, vamos a acercarnos al Señor en humilde adoración y re-dediquemos a Él nuestras vidas, con sólo confesar con nuestra boca su señoría, y derramar nuestro corazón y nuestro amor en Él, y vamos a proclamar con poder que Jesucristo es el Señor.
Que el Señor Jesucristo sea siempre la luz que te guía, y que puedas siempre volver a la cruz para ver el alto precio que Él pagó por tu libertad y tu redención eterna
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús
martes, 3 de agosto de 2010
El Pueblo Perece!
El mensaje de Dios es locura para los que se pierden. 1Corintios1:18
He aprendido a contentarme, a regocijarme con sólo predicar con valentía, con sólo testificar agresivamente, y hablar el mensaje de la cruz donde quiera que vaya y en cada oportunidad que tengo, pues no hay nada más que yo pueda hacer; ¡De verdad! Y es que no importa cuánto nos esforcemos, cuánta preparación y tiempo y dedicación pongamos en ello, es Dios quien en última instancia va a decidir quién escucha y quién no. Y no estoy hablando sólo de aquellos que aun no conocen a Cristo, estoy hablando también de los hermanos, de aquellos que una vez clamaron al Señor y le abrieron a Él en su corazón.
Un amigo me decía hace un par de días que el mayor obstáculo en la predicación del evangelio en la mayoría de las iglesias de hoy es que estamos predicándole a vasijas rotas, que ese río de agua viva que Jesús nos promete no puede fluir en suelo muerto, en arroyos secos. La iglesia es como una vasija donde el Espíritu Santo está fluyendo constantemente, y cuando los hermanos se congregan, esa vasija debería convertirse en una gran tinaja rebosante del agua viva del Espíritu Santo. Pero imagínese si usted va a un río con una jarra para llenarla de agua, pero en el camino se le cae y se rompe en mil pedazos, ¿cómo podría esta jarra ser llena? Podríamos tal vez recoger pequeñas porciones de agua con algunas de las piezas que quedan. Pero llenar esa jarra nunca mas podría convertirse en una realidad a menos que esta sea reparada o reemplazada.
Me entristece ver cómo muchas congregaciones se pasan una hora aplaudiendo y cantando al Señor, y mientras lo hacen, justo en medio del servicio, sus corazones están divagando por el mundo, sus mentes flotando alrededor de sus problemas o simplemente distraídas con sus banalidades y sus vidas mundanas.
No es con ejército, ni con espada, sino con mi Espíritu dice el Señor. (Zacarías 4:6)
Y si el espíritu no esta presente no hay esperanza de que la gloria de Dios se manifieste en ninguna congregación.
La razón por la cual hago referencia a este tema es porque un espíritu muerto no puede producir ningún fruto. Y porque hay una necesidad urgente de que el evangelio sea predicado con poder, de que la gloria de Dios sea retornada a la iglesia de Jesucristo, porque estamos viviendo tiempos peligrosos, porque el Señor Jesucristo no tardará mucho más tiempo, y cuando venga, se va a encontrar con una iglesia dormida.
Hay millones de personas en el mundo que necesitan ser llevados ante la Cruz, pero esto no puede suceder si la iglesia está llena de cadáveres.
Anoche estaba yo ayudando a mis hijos con sus devociones y estábamos discutiendo el tema en Mateo 5:13, su pregunta era: ¿cómo puede la sal perder su sabor? ¿O cómo puede una luz ser puesta debajo de la cama? Mi respuesta fue simple y quiero confrontarte hoy con este pensamiento, imagina a un violinista que nunca toca el violín, o un gran chef experto en cocina que nunca cocina, o un hijo de Dios que no refleja la imagen de Cristo, que no respira y habla y derrama en si mismo la vida del señor.
Como hijos de Dios podemos tener el Espíritu Santo, sin embargo, el gran poder espiritual no está en nosotros si mantenemos al espíritu reprimido, si la carne es quien controla nuestras vidas, si las cuentas y la diversión y el deporte de los niños, o el televisor o la computadora o las cosas que pertenecen a este mundo tienen prioridad sobre Jesús.
No podemos ser grandes testigos si nuestra vida se empaña, si vivimos como si esta fuera la única vida que existe. Donde no hay visión el pueblo perece! (Prov.29: 18)
Y no puede haber una visión por las almas, una visión de Jesús, cuando estamos ocupados con todo lo demás que agobia nuestras vidas.
En el versículo al principio de este artículo el Espíritu Santo nos habla a través de Pablo, y hace énfasis en el problema de aquellos que están en busca de milagros o de sabiduría, a fin de creer, sin embargo, ¿qué mayor milagro puede haber hoy que el de ver a un poderoso cristiano, lleno hasta el desborde con el poder del Espíritu Santo, guiando a un amigo o un miembro de la familia o incluso un extraño a Cristo, y que más sabiduría podemos esperar que la de aquellos cristianos que entienden y practican este maravilloso don.
El versículo completo dice: "Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden, pero para los que se salvan, esto es el poder de Dios. (I Corintios 1:18)
Y es ese poder, el cual habita en nosotros, el que estamos desperdiciando cuando fallamos en entender el punto de todo esto, ya que no logramos comprender la grandeza que existe en poner en práctica la vida de Jesús en nuestras vidas, y en ser una luz que brilla con fuerza para que todos la vean, en poder salar a todo el mundo con el sabor del Espíritu Santo, en hacer que todos vean a Jesús a través de nuestros actos, y a través de nuestras palabras, y mostrarles que Jesucristo es el Señor, que estamos sentados con Cristo en el mundo espiritual, que tenemos un lugar seguro en el reino de los cielos, y que allí hay un lugar disponible para todo aquel que quiera venir.
Que el Señor abra sus corazones y les guíe a ser un testimonio de su nombre.
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús
He aprendido a contentarme, a regocijarme con sólo predicar con valentía, con sólo testificar agresivamente, y hablar el mensaje de la cruz donde quiera que vaya y en cada oportunidad que tengo, pues no hay nada más que yo pueda hacer; ¡De verdad! Y es que no importa cuánto nos esforcemos, cuánta preparación y tiempo y dedicación pongamos en ello, es Dios quien en última instancia va a decidir quién escucha y quién no. Y no estoy hablando sólo de aquellos que aun no conocen a Cristo, estoy hablando también de los hermanos, de aquellos que una vez clamaron al Señor y le abrieron a Él en su corazón.
Un amigo me decía hace un par de días que el mayor obstáculo en la predicación del evangelio en la mayoría de las iglesias de hoy es que estamos predicándole a vasijas rotas, que ese río de agua viva que Jesús nos promete no puede fluir en suelo muerto, en arroyos secos. La iglesia es como una vasija donde el Espíritu Santo está fluyendo constantemente, y cuando los hermanos se congregan, esa vasija debería convertirse en una gran tinaja rebosante del agua viva del Espíritu Santo. Pero imagínese si usted va a un río con una jarra para llenarla de agua, pero en el camino se le cae y se rompe en mil pedazos, ¿cómo podría esta jarra ser llena? Podríamos tal vez recoger pequeñas porciones de agua con algunas de las piezas que quedan. Pero llenar esa jarra nunca mas podría convertirse en una realidad a menos que esta sea reparada o reemplazada.
Me entristece ver cómo muchas congregaciones se pasan una hora aplaudiendo y cantando al Señor, y mientras lo hacen, justo en medio del servicio, sus corazones están divagando por el mundo, sus mentes flotando alrededor de sus problemas o simplemente distraídas con sus banalidades y sus vidas mundanas.
No es con ejército, ni con espada, sino con mi Espíritu dice el Señor. (Zacarías 4:6)
Y si el espíritu no esta presente no hay esperanza de que la gloria de Dios se manifieste en ninguna congregación.
La razón por la cual hago referencia a este tema es porque un espíritu muerto no puede producir ningún fruto. Y porque hay una necesidad urgente de que el evangelio sea predicado con poder, de que la gloria de Dios sea retornada a la iglesia de Jesucristo, porque estamos viviendo tiempos peligrosos, porque el Señor Jesucristo no tardará mucho más tiempo, y cuando venga, se va a encontrar con una iglesia dormida.
Hay millones de personas en el mundo que necesitan ser llevados ante la Cruz, pero esto no puede suceder si la iglesia está llena de cadáveres.
Anoche estaba yo ayudando a mis hijos con sus devociones y estábamos discutiendo el tema en Mateo 5:13, su pregunta era: ¿cómo puede la sal perder su sabor? ¿O cómo puede una luz ser puesta debajo de la cama? Mi respuesta fue simple y quiero confrontarte hoy con este pensamiento, imagina a un violinista que nunca toca el violín, o un gran chef experto en cocina que nunca cocina, o un hijo de Dios que no refleja la imagen de Cristo, que no respira y habla y derrama en si mismo la vida del señor.
Como hijos de Dios podemos tener el Espíritu Santo, sin embargo, el gran poder espiritual no está en nosotros si mantenemos al espíritu reprimido, si la carne es quien controla nuestras vidas, si las cuentas y la diversión y el deporte de los niños, o el televisor o la computadora o las cosas que pertenecen a este mundo tienen prioridad sobre Jesús.
No podemos ser grandes testigos si nuestra vida se empaña, si vivimos como si esta fuera la única vida que existe. Donde no hay visión el pueblo perece! (Prov.29: 18)
Y no puede haber una visión por las almas, una visión de Jesús, cuando estamos ocupados con todo lo demás que agobia nuestras vidas.
En el versículo al principio de este artículo el Espíritu Santo nos habla a través de Pablo, y hace énfasis en el problema de aquellos que están en busca de milagros o de sabiduría, a fin de creer, sin embargo, ¿qué mayor milagro puede haber hoy que el de ver a un poderoso cristiano, lleno hasta el desborde con el poder del Espíritu Santo, guiando a un amigo o un miembro de la familia o incluso un extraño a Cristo, y que más sabiduría podemos esperar que la de aquellos cristianos que entienden y practican este maravilloso don.
El versículo completo dice: "Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden, pero para los que se salvan, esto es el poder de Dios. (I Corintios 1:18)
Y es ese poder, el cual habita en nosotros, el que estamos desperdiciando cuando fallamos en entender el punto de todo esto, ya que no logramos comprender la grandeza que existe en poner en práctica la vida de Jesús en nuestras vidas, y en ser una luz que brilla con fuerza para que todos la vean, en poder salar a todo el mundo con el sabor del Espíritu Santo, en hacer que todos vean a Jesús a través de nuestros actos, y a través de nuestras palabras, y mostrarles que Jesucristo es el Señor, que estamos sentados con Cristo en el mundo espiritual, que tenemos un lugar seguro en el reino de los cielos, y que allí hay un lugar disponible para todo aquel que quiera venir.
Que el Señor abra sus corazones y les guíe a ser un testimonio de su nombre.
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús
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