Hoy es un día mas de de los muchos que Dios a asignado a mi vida, mas no es un día común I corriente, pues es uno de los días que Dios me ha dado, y mas importante aun es un día en que puedo sentir la frescura del limpio aire de las Montanas de Guatemala y disfrutar del verdor de los campos, pues mi cuerpo se siente saludable, puedo ver y oír y hablar, y sentir, y no tengo temor o preocupación alguna del ayer, o el hoy o el porvenir, pues Dios esta conmigo. Wow.
Si fuésemos a hablar de pequeñeces, ya las habríamos dicho todas, y sin embargo, la profundidad del significado de esas pequeñeces, debería dejarnos atónitos, lo cual no sucede pues los afanes de la vida diaria, el estar enfrascados en la solución a los problemas que nos regala el mundo, no nos permite ver mas allá de nuestras narices.
Me encuentro en estos momentos en Guatemala en una casa en San Lucas, donde una familia cristiana me ha hospedado mientras realizo la labor de representar a Jesús y el reino de Dios ante el mundo guatemalteco.
El Lunes estuvimos en Nicaragua haciendo la misma labor y pasando por honduras, nos quedamos el miércoles en el Salvador, de nuevo en función diplomática, como embajador del reino de Dios del cual soy ciudadano.
Anoche llegamos a Guatemala y aquí en una jornada similar estaremos varios días.
Pero en este día de descanso, Dios nos da la oportunidad de, en medio de las miserias y los afanes mundanos, deleitarnos en su creación, escuchar el sonido del canto de las aves, y el susurro de los árboles que entablan conversación los unos con los otros, y la música del viento al llevar sus voces a lugares remotos donde los hijos de Dios puedan escuchar, y disfrutar,
Es como un ritmo de canto y adoración en la que la luz del sol interviene rompiendo los colores del día en hermosas combinaciones de romántica belleza, las cuales despliegan el delicioso arte del Dios viviente en la maravilla de su creación. Y nosotros en medio de todo esto podemos hacer dos cosas, abandonar nuestra existencia al ritmo de la exquisita alabanza de la naturaleza al Dios que diariamente les sustenta, el rítmico rugir de las aguas en los ríos, la danza de la hoja seca al caer de los árboles, el calor de la fricción de las ramas al tocarse unas a las otras, el aroma de desbordante vida en la humedad los suntuosos aires condensados en las rocas en las hojas, en la fragante yerba, en el pensamiento de quienes pueden ver tan abundante y extravagante regalo nacido del corazón de Dios.
O podríamos ignorar la dulce conversación que Dios mismo entabla con nosotros a través de su creación, y continuar corriendo detrás de insípidas satisfacciones a necesidades incoherentes las cuales nos roban diariamente hermosos segundos y minutos y horas, y como hojas secas, y como yerba muerta, los tiran al fuego de nuestra dilapidada existencia, y nos hacen mas viejos y mas pobres de espíritu, y mas desconectados de la realidad humana, y mas miserables.
Yo he optado por vivir una vida de plena satisfacción en las manos de mi creador, de conectarme a su creación como fruto en un árbol de suntuosas ramas e imponente y abundante satisfaciente y vivificante corteza, y cuyas raíces están profunda y complejamente atadas al mismo corazón de Dios.
Y eme aquí con los mismos problemas que tu tienes, con las mismas necesidades y urgencias, y complicaciones, y complejidades, y frustraciones, y metas insatisfechas, y dolores y penas, y amores apagados, y lagrimas secas por el viento tras la infructuosa persecución de nada.
Mas yo he aprendido a ver la vida del hombre con los ojos de Dios, y entender cuan insignificante e incoherente es, y cuan absurdo es vivir una vida de afanes los cuales son todos perecederos, mientras mi espíritu desfallece y grita ante la ausencia de nuestro a amor a el, ante la falta de alimentación y atención, ante el abandono, y nos grita desde el rincón oscuro en que lo hemos encerrado, mientras nuestra carne nos gobierna, y nos mantiene encadenados a un cúmulo de mentiras intoxicantes, las cuales nos mantienen ebrios de ilusiones falsas, y sueños de mentiras, los cuales morirán con nuestra carne, por fin liberando nuestro espíritu cuando ya es demasiado tarde.
Tu que lees este mensaje, el cual viene del Mismo Dios, tómalo para ti. Y retorna a tu raíz espiritual, róbale al mundo tu derecho a vivir, rompe las cadenas que te tienen atado a la vanidad, a la avaricia, a la lujuria, a la envidia, quítale la mordaza a tu espíritu y escucha la vos de Dios quien te esta diciendo que tu tienes derecho a una vida de victoria, de paz, de descanso.
Jesús dijo, “El que beba del agua que yo le daré no tendrá sed jamás, (Juan 4:14a)
“Si alguien tiene sed, venga a mi y beba. El que cree en mí, como dice la escriture, de su interior brotaran ríos de agua viva. (Juan 7:37b-38)
Dios te bendiga.
Rev. José A. Luna.
Siervo de Cristo Jesús
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