jueves, 7 de abril de 2011

Cuando la Voz de Dios no es Escuchada

Si alguna ves te has visto parado frente a un espejo y en ves de la tuya ves otra cara, si alguna ves as ido a un lugar familiar y lo encuentras extraño, si alguna ves as estado en un estado de sopor inexplicable sabiendo que todo lo que hagas no enmendara el daño que has hecho.
Así es como se siente cunado te das cuenta que has escuchado la voz de Dios y no has obedecido.
Yo en este momento me siento contristado, apagado, atolondrado, triste, desalentado y convencido de que he hecho un daño “irreparable” para el reino, y siento como que me ahogo mientras escribo estas palabras.
En mi programa de viajes a través de centro America estaba programado uno a Belize.
Yo aun no se exactamente que propósito tenia Dios en llevarnos a este país, y aunque hemos hecho algunos contactos y teníamos medianamente una agenda hecha, realmente estoy seguro que esta no coincidía con el verdadero propósito de Dios para nuestra visita, pero tengo la completa certeza que Dios si estaba claro en su propósito y que nuestra labor era solamente llegar allí y dejarle el resto a Él.
El Sábado las ideas comenzaron a fluir y la mano del hombre se interpuso al propósito de Dios, y así de manera espeluznante el aguijón de satanás se metió por en medio y lenta y subrepticiamente puso ideas y razones donde no las había, y el domingo en la noche tome la decisión de que no podíamos ir a Belize y de que aun no era el tiempo de Dios.
Mas este viaje casi del todo había sido programado alrededor del hecho de que debíamos ir a Belize, pues Dios numerosamente nos había confirmado que era necesario que fuésemos allí. Por casi tres meses estuvo el señor mostrándome razones y condiciones, y yo tenia una seguridad certera de que el núcleo de este viaje era Belize.
Si, es cierto que era necesario visitar los otros lugares para darle mantenimiento a las relaciones ya establecidas con algunos pastores e iglesias. Pero yo sabia que también era necesario que fuésemos a Belize, Dios me lo había confirmado varias veces.
Ahora es muy tarde para remediar esta situación, y yo me he arrepentido de mi error, y he aprendido mucho de él, y aunque estoy dolido, no permitiré que satanás se aproveche cargándome de culpa, pues es una de sus viejas artimañas, primero te hace pecar, y luego te acusa, para hacerte pecar aun mas, o le hecha la culpa al mismo Dios.
Otra cosa que no haré, es cargar con el error por mucho tiempo excepto para aprender de el y tratar de enseñar a otros a anticipar este tipo de necedades. Mas algo que no podremos evitar es la disciplina, pues Dios te va a disciplinar cuando le desobedeces; Él ya lo ha estado haciendo conmigo por toda esta semana; primero una intoxicación el Lunes en la noche, la noche en la que debía haber estado en Belize, luego el Cloche de un vehiculo dañado el miércoles en la tarde, un vehiculo que no debí haber estado conduciendo pero el cual maneje mal aun teniendo mas de treinta años de experiencia en este tipo de vehículos, y muchos otros detalles que harían el tema muy largo. Agrégale a estos detalles la sensación de que algo anda mal, y el entendimiento de que el orden de las cosas ha sido alterado y el sabor amargo en la boca, y la falta de paz, hasta que te das cuenta o hasta que Él te dice lo que has hecho.
Yo le he pedido perdón a mi Dios, me he arrepentido de este error garrafal, y aunque se que en todas las cosas Dios obra para bien de aquellos que le aman, aquellos que el ha llamado de acuerdo con sus propósitos. (Romanos 8:28)
Y se que Él ya me ha perdonado, y también se que Él ya ha remediado mi falta, haciendo que su propósito sea cumplido de alguna otra manera, esta carga continuara siendo recordada por el resto de mis días en esta carne, y espero que alguien que este leyendo esta nota aprenda de ella. Yo por mi parte he aprendido, y me es imposible afirmar que no cometeré otros errores en mi caminar por la fe, mas se que Dios siempre me estará guiando, y permitiendo que de ves en cuando estas cosas pasen, para que yo crezca.
Hoy he decidido hacer un ayuno de alimento y palabra por todo el día, hasta esta noche en la que tengo que predicar en una iglesia de la Zona 1 en Guatemala. Y esta es mi manera de decirle a Dios que estoy arrepentido, aunque en realidad, es lo que tienes en tu corazón lo que verdaderamente cuenta. Tu corazón te dictara la manera de mostrar tu arrepentimiento. Pero ojala que nunca tengas que decir que has escuchado la voz de Dios y no has obedecido
Voy a cerrar diciendo que he sido crucificado con Cristo y ya no vivo yo mas Cristo vive en mí, y la vida que vivo en la carne la vivo por fe en el hijo de Dios quien me ama, y dio su vida por mí. (Galata 2:20)
Este es el verso que rige mi vida, y cada ves que me permito ser distraído de el, errores acompañaran mi distracción.
Que el Dios trino mantenga tu mente renovada para la obediencia.

Rev. José A. luna
Siervo de Cristo Jesús

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