Hoy el Mundo Cristiano esta de fiesta, celebrando la fecha mas transcendental en toda la historia de la humanidad, el nacimiento de una nueva era, de un Nuevo comienzo, de una nueva realidad. De cierto nadie a podido con certeza asignar una fecha real al nacimiento del Dios vivo, el hijo del altísimo y Creador de los cielos y la tierra. Pero para una ocasión tan especial esta fecha es tan buena como cualquier otra, y en esta fecha los corazones se tornan positivos. Aunque por un breve instante, el mundo se torna en alegría y se olvidan las penas y las miserias, y el amor y la buena voluntad invaden el corazón del hombre.
Pero no podemos olvidar la razón por la cual este milagro tuvo lugar hace dos mil años, y oramos por aquellos que tienen en este día una razón para llorar, por aquellos que tienen hambre y sed y nadie que les satisfaga su necesidad, por aquellos que están enfermos y no tienen medicina o doctores que les atiendan, por aquellos que luchan en guerras que ellos no han creado y que por su responsabilidad o convicción patriótica han optado por arriesgar sus vidas, lejos de sus seres queridos, por los millones de niños huérfanos y sin esperanza de un día tener un padre y una madre, por los millones de niños y niñas que hoy viven en la esclavitud, o forzados a vivir una vida de ignominia e inmoralidad, por los millones de familias sin hogar, por los tantos que por sus propios errores o errores ajenos se encuentran en prisión, y mas aun por aquellos que son perseguidos por su fe y por su amor a Jesús, por los tantos que hoy son encarcelados por causa de su convicción Cristiana, por ser seguidores de aquel a quien hoy celebramos. También oramos por las familias de aquellos que han caído victimas de la maldad, de las ambiciones, de la ignorancia religiosa, por aquellos que viven en la opresión, la represión y las persecuciones políticas y religiosas. También oramos por los opresores, para que sus corazones sean transformados y un rayo de luz invada sus vidas. Oramos igualmente por aquellos que acumulan las riquezas del mundo, para que sus ojos sean abiertos, logren ver que todas sus riquezas no les sirve de nada, si no las utilizan para el bien común.
Y especialmente oramos para que tu que hoy estas en salud, que tienes pan para poner en tu mesa, que tienes padres o hijos, y hermanos con quienes celebrar tan hermoso día, recuerdes la razón por la cual hoy puedes hacer esto, y le des gracias al Dios padre de nuestro señor Jesucristo por todas las bendiciones que te ha dado. Y oramos para que tu noble corazón no se olvide de aquellos que no tienen tal privilegio y para que en medio de tu regocijo, extiendas tu mano al pobre o al enfermo o a quien no tiene padres o hijos o hermanos con quien celebrar.
Oramos para que nuestro regocijo sea completo, sabiendo que alguien hoy sonríe porque hemos aprendido a compartir nuestras bendiciones y hacer que otros sean bendecidos.
Yo Oramos también al omnipotente, omnisciente y omnipresente Dios para que no solamente en esta fecha pero a través de toda tu vida reine la paz y el amor y prosperidad espiritual y material en tu hogar en aquellos que tu amas.
Pero más importante aun, yo oro para que no solo en esta fecha, pero en todo momento, recuerdes a Jesús, aquel que te ha redimido y abierto la puerta de los cielos para que puedas entrar, oro para que le busques y te mantengas cerca de El.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús (Filipenses 4:7)
Rev. José Antonio Luna
Siervo de Cristo Jesús
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