domingo, 6 de septiembre de 2015

He Aqui Un Gran Misterio


He Aquí un gran misterio; el hombre hace lo que quiere, él es absoluta e innegablemente libre en cada paso que da, en cada pensamiento que piensa, en cada decisión que toma, y ​​sin embargo, Dios es soberano, Él reina sobre todas las cosas, sobre cada pensamiento, sobre cada paso y cada acción del hombre, y todo lo que un hombre hace ha sido ordenado por Dios. Y preguntarías "¿cómo puede ser esto; esta es una gran contradicción? ", sin embargo, no lo es, es sólo una de esas cosas demasiado altas para nosotros, la cual está más allá de nuestra comprensión. Muchos dirán que porque el hombre es libre, él elige si se acerca a Dios o lo rechaza, y yo digo que eso es cierto; otros dirán que porque Dios es soberano, Él ordena cada acción del hombre y el escoge darle el regalo de la salvación o dejarlo a la deriva a la condenación, y yo digo que también esto es cierto. Y alguien me va a decir: “esto no es posible! Muéstrame donde dice eso en las escrituras”, entonces yo los refiero a Juan 3:16; Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Y a Juan 6:44 Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae. Y yo lo resucitaré en el último día. También los  remito a Proverbios 16: 9. El corazón del hombre piensa su camino, pero el Señor establece sus pasos. O podemos guiarlos a Josué 24:15, o a Apocalipsis 3:20, y luego al Salmo 37:23, y Efesios 1: 4-5. Y así existen cientos de versículos de las Escrituras los cuales nos guían a través de esta extraordinaria verdad, el destino del hombre es su propio hacer, sin embargo, Dios ha predestinado en cada detalle cada respiración que el hombre toma.
Charles Spurgeon nos lo dice de esta manera: Los que piensan que la predestinación y el cumplimiento del propósito divino es contrario al libre albedrío del hombre, no saben lo que hablan ni lo que afirman. No sería ningún milagro el que Dios efectuara su propio propósito, si El estuviera tratando con palos y piedras, con granito y con árboles; pero este es el milagro de los milagros, que las criaturas son libres, absolutamente libres, y sin embargo, el propósito divino prevalece. Aquí hay sabiduría. Se trata de una profunda inescrutable verdad. El Hombre camina sin una traba, más cada pisada la da en los mismos pasos que Dios ordenó que él pisaría, tan ciertamente como si esposas le hubiesen sido puestas en manos y pies. Y, ciertamente, el hombre elige cómo vive y en muchos casos incluso la forma en que muere, él elige carrera, estilo de vida, los amigos, la ropa, las actitudes y el futuro, él es libre de elegir si estudiar o no, casarse o tener hijos, elige la educación , trabajo, e incluso el lugar en que vive, él elige el honor o el deshonor, la autorrealización o la autodestrucción, y así sucesivamente, sin embargo, Dios determina qué caminos el hombre caminará, que vida vivirá, incluso, la mujer con quien va a casarse y quiénes serán sus hijos. La más sencilla ropa que el hombre se pone, de hecho, es determinada por Dios.
Un hombre decide si seguir a Dios o si llevar una vida de oscuridad, y su elección lo llevará a la gloria o a la condenación, y todo es su propia decisión. Isaías 55: 6-7, Sin embargo, Dios elige a los que van a caminar con Él, a los que buscarán un camino de justicia, Romanos 8: 28-30;
Considere Romanos 11:33, ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, y sus caminos intrazables! O podríamos citar el Salmo 139: 1-5Tu me examinas, Señor, y me conoces. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; percibes desde lejos mis pensamientos. Tu escudriñas mi andar y mi reposo; estás familiarizado con todos mis caminos. Antes que este la palabra en mi lengua, Señor, ya la sabes toda. Tu protección me envuelve por detrás y por delante, y pones tu mano sobre mí.
Cuando entendemos que la sabiduría del Señor está demasiado alta para que pretendamos poder alcanzarla, que su soberana voluntad prevalece sobre todas las cosas, y que en su gran compasión y amor, como un padre cariñoso y piadoso, él sólo desea lo mejor para nosotros, entonces vamos a buscarlo con todos nuestros corazones, libremente y porque así lo deseamos, siempre entendiendo, y no tratando de comprender que Él nos ha escogido para que lo adoremos, porque él ya había predestinado que lo buscáramos.
El Señor te bendiga y te guarde, el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; el Señor alce sobre ti su rostro y te conceda la paz!
José A. Luna
Un siervo de Cristo Jesús!

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