martes, 4 de enero de 2011

Oracion por las Almas!

Eme Aquí frente a ti un día mas Señor, y en mi fluye el regocijo de haberte encontrado, porque mientras los días se hacen más oscuros y las sombras de un futuro incierto parecen acercarse despiadadamente, sólo la certeza de un futuro eterno en tu presencia permite que las semanas y los días y las horas y los minutos que vivo tengan significado.
No tengo enemigos humanos que yo conozca Señor, pero mis enemigos espirituales son abundantes, ellos son los mismo enemigos tuyos, y buscan bloquear todos mis esfuerzos por complacerte y caminar en obediencia a ti señor, su objetivo final si fuese posible, sería el descarrilarme, y verme reducirlo a un simple mortal, robarme la eternidad que tu tan gentilmente me has dado. Sus nefastos planes son inteligentes y muy astutos, y sus ataques son persistentes y cada vez más sofisticados, pero tú no me has dado un espíritu de temor, sino de poder, y de amor, y dominio propio. Y todos los esquemas y todos los trucos y todas las estrategias del príncipe de las tinieblas no podrán nunca, absolutamente nunca, ser suficientes para detractarme de mi camino a tu gloria.
Quiero decir, es cierto Señor, que a menudo me he sentido desalentado, y de vez en cuando he fallado, pues sus acrobacias están en todas partes, y cuando me sacudo de uno de sus trucos y echo a un lado el otro, un tercero y un cuarto y un quinto intento de morder mi justicia y mi rectitud siempre están allí. Y algunos de ellos muerden, y aunque yo les sacuda ellos siguen empujando y empujando y empujando un poco más.
Pues el enemigo sabe que su única esperanza esta en distraerme de tus objetivos, precioso Señor. Pues el sabe que robarme mi corona no es posible, pero retrasar mi marcha mientras a tu lado avanzo en mi lucha por las almas que has puesto como carga en mis espaldas, y plantar innumerables obstáculos y trampas en mi camino en su intento de desviar mi ruta, esto el lo puede hacer de forma eficiente.
La hora esta cerca Señor, cuando todo argumento es cancelado, ya que al sonido de la trompeta, aquellos que se queden detrás han de pagar un precio muy alto por ignorar tu voz. Pero esa llamada aun no ha llegado, y tu voz debe seguir resonando cada vez más fuerte, cada día más audible, para que sólo los verdaderamente ciegos no vean, y los realmente sordos no escuchen que tú eres el único camino.
Y cuando miro hacia el horizonte, veo el camino estrecho hacerse cada vez más estrecho, veo el brillo del sol cada vez más opaco, y muchos más cada día de aquellos que una vez tuvieron la oportunidad de alcanzarte, hoy son inaccesibles.
Por lo cual en esta hora me arrojo a tus pies Señor. Vengo a ti en agonía y desesperación, proclamando tu majestad, e invocando tus promesas para un mundo que es hoy sin esperanza, para que menos de ellos se pierdan, para que más de ellos vivan. Y a ti clamo Señor por un mayor empoderamiento, Yo grito para que más de tu unción, más de tu sabiduría venga mí y a aquellos fieles heraldos que tu has resucitado de entre las cenizas de un mundo en llamas, y para que una plena expresión de tu Santo Espíritu avance en frente de nosotros y sane a las naciones. Y Traiga un renacimiento, un avivamiento en todo el mundo Señor, refresca las almas dormidas que aún han de despertar y permite que las masas se den cuenta que tú eres Dios, que tu eres nuestro único Dios.
No estoy hablando de Milagros Señor, milagros ellos los ven todos los días, tampoco estoy hablando de temor Señor, pues estos tiempos ya son por si mismos bastante tenebrosos. Estoy hablando de un grito, un grito que haga temblar a todo el mundo, un grito que sacuda los cimientos del planeta, la fundación de las almas; Y que abras los oídos de aquellos que aun pueden oír, para que realmente escuchen, mientras hablas a través de nuestra voz.
El enemigo ha lanzado un ataque masivo en todos los frentes Señor, porque él sabe que sus días ya son bien cortos, sin embargo sus escaramuzas no son sino un vano intento de retrasar lo inevitable. Mientras todos los eventos mundiales están convergiendo en un cumplimiento absoluto de las profecías de la Biblia, mientras el día del Señor se convierte en una realidad actual frente a nuestros propios ojos.
Así que a ti pido Señor, vénganos tu Reino, y llévanos de la mano, hasta llegar a ser verdaderamente armas de instrucción masiva, antes de la batalla final.
En el nombre de tu impresionante y glorioso nombre Señor Jesús, yo oro a ti.

Rev. José Antonio Luna
Siervo de Cristo Jesús

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