jueves, 4 de noviembre de 2010

El Velo en el Corazón!

Otro día que pasa sin incidentes y una lección más que se aprende a medida que caminamos en los pasos de Jesús, tropezando y tambaleándonos y sacudiéndonos y cayendo de rodillas, y levantándonos y caminando de nuevo, y otra vez…
Siempre he sabido que el desafío de caminar en el Señor no es un paseo por el parque, de hecho me costó unas cuantas décadas el empezar por fin a mostrar algunos signos de estabilidad y cierta coherencia. Sin embargo, el Señor se mantuvo fiel conmigo todo el camino, mientras me tropecé y caí muchas veces, y aun cuando yo un par de veces, incluso volví mi cara del todo, y comencé a caminar en la dirección opuesta. Y sin embargo, su mano firme se mantuvo aferrada a mí. Y Él inclusive me dejó que cayera violentamente un par de veces, pero siempre poniendo el relleno suficiente en mi caída para que no doliera demasiado.
Hoy puedo ver claramente la razón por la cual el mundo vive en la esclavitud, y doy gracias a mi Señor y salvador Jesucristo por haberme permitido vivir esta vida de tropiezos por más de cuarenta años, pues la experiencia me permite ver claramente la realidad de la muerte espiritual, y la imposibilidad del hombre para encontrar su camino a la luz por su propia cuenta.
Lo que quiero decir es que muchas personas trajeron a Jesús a mi vida muchas veces a través de los años, y aun cuando en cierto modo yo sabía que estaba predestinado a ser un hijo de Dios, incluso cuando Él me había atraído a sí mismo a una edad temprana, incluso cuando Él me daba una prueba tras otra de su presencia en mi vida, e incluso cuando muchas noches lloré profundamente y oré a Dios y leí su palabra, aun continué pecando, y rechazándole, simplemente viviendo en la rebeldía.
Y aquellos que no recibirán el llamado del Pastor de las ovejas no tendrán ninguna posibilidad de venir a Él, pues según las Escrituras "un velo cubre su corazón"
Pero muchos de nosotros somos llamados por el Señor, por lo que muchas veces llegamos a ver su gloria, aun cuando estamos pisoteando la cruz de la salvación. Y como yo lo hice en el pasado, lo miramos por un segundo, nos maravillamos ante el poder de su majestad, e incluso podríamos alabarle por un minuto o dos, y luego seguimos pecando. Y la oportunidad de vivir una vida de milagros, la oportunidad de tener la gloria de la nueva alianza viva en nuestros corazones, y el poder del Espíritu Santo actuando en nosotros con una gloria cada vez mayor, nos pasa por el lado, mientras vamos en camino a la siguiente hazaña que romperá el corazón del Señor.
Yo fui propietario de una tienda por muchos años, y desde detrás de un mostrador, podía ver las muchas razones del hombre, su vida estable, su apresurado paso, su agenda complicada, sus malos pensamientos. Cada uno tiene una razón para vivir, y para todo el mundo, su razón es su prioridad, y se hace evidente muy rápidamente que, aunque las razones son diversas, hay un factor común, uno que ha estado presente en el mundo desde el principio de los tiempos, desde la caída del hombre, y que se convierte en una voz más fuerte a medida que la estructura moral del hombre se deteriora, "Yo soy de mí y de los míos y no necesito a nadie, y no me importa nadie más que yo y mi muy estrecho círculo de influencia, y el resto del mundo sólo es importante cuando me afecta a mí o a mis familiares más cercanos"
Una persona se compromete a participar en la sociedad, siempre y cuando el "qué hay en ello para mí" sea respondido con claridad, y esta actitud ha relegado a Dios a un segundo plano, dándole una importancia de tercera categoría, detrás de todo lo que conforma nuestra vida cotidiana.
Y muchos van a la iglesia los domingos, en un intento de mitigar la culpa asociada con su estilo de vida, y muchos dan una ofrenda en ocasiones, ya sea para tener un sentido de caridad o para utilizarlo como una deducción de los impuestos, nunca como un acto de adoración a Dios.
Y cuando una tormenta sacude algunos de los cuadros de su castillo, buscarán todas las maneras posibles de apaciguar los vientos antes de venir a Dios en busca de su favor, y aun si en su gran misericordia Dios les echa una mano, van a encontrar una buena razón para dar gracias a su buena suerte o al azar.
Y cuando la tragedia les golpea, siempre se hacen la misma pregunta, "¿por qué yo?' o '¿qué he hecho para merecer esto?'
Pero el Señor se mantiene constantemente halando y tocando y guiando a aquellos que Él ha reservado para Él y aun cuando tenemos los ojos vendados, y los oídos sordos, Él nos hace voltear la cara hacia Él tarde o temprano, y cuando lo hacemos, entonces Él nos envuelve en su regazo y comienza a remover todas las hojarascas y la mala hierva en nuestras vidas hasta hacernos realmente a su propia imagen.
"Pero cada vez que alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Y todos nosotros, que con el rostro descubierto contemplamos la gloria del Señor, somos transformados a su imagen de gloria cada vez mayor, la cual viene del Señor, que es el Espíritu. "(2 Corintios 3:16-18)
Muchos de nosotros, extraños a Cristo, e incluso muchos cristianos, tendemos a alejarnos de la guía y la inspiración del Señor. Nos rebelamos en su contra porque estamos siendo engañados por las fuerzas del mal y de la oscuridad, o por los deseos de la carne.
Quiero animarte en el día de hoy, a prestar oídos a su voz, y aprender una nueva manera de vivir, de acuerdo a su voluntad, y te prometo que la grandeza de su gloria tomará el control de tu vida, y te suplirá una eterna paz y un regocijo que van más allá de toda comprensión humana.
Permitan que la paz de Dios esté en vosotros, abracen su llamado, y aprendan a caminar en obediencia a su palabra, y a vivir una vida de verdadera realización y éxito.
Que sus sobreabundantes bendiciones continúen lloviendo en tu corazón!

Rev. José Antonio Luna
Siervo de Cristo Jesús

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