¡Cuán preciosa es tu misericordia! Todos los hombres, altos y bajos, hallan refugio en la sombra de tus alas. (Salmo 36:7)
¿Alguna vez has despertado una mañana sabiendo que todo está bien, que la vida es bella y maravillosa y que no importa lo que suceda, tu y tu familia siempre van a ser felices y seguros y sus vidas siempre van a tener un significado y propósito?
¿Alguna vez has despertado simplemente sabiendo que habrán ocasionales vientos y tropezones y moretones, pero las cosas siempre estarán bien?
Estoy seguro de que todos tenemos de vez en cuando una de esas mañanas, excepto; cuando estamos sentados bajo la sombra del todopoderoso, cuando hemos encontrado el camino la verdad y la vida y hemos hecho un compromiso absoluto de seguirle, entonces esas mañanas no son nada extraño, son simplemente las mañanas de todos los días.
No existe sobre la tierra tal cosa como una persona que no tiene preocupaciones. Grandes y pequeños, ricos y pobres, sanos o enfermos, todos tenemos siempre algo de qué preocuparnos, es parte de lo que hace la vida significativa. Las preocupaciones son intrínsecas de nuestra naturaleza Humana; es más bien lo que hacemos con ellas lo que nos hace diferentes.
Para aquellos que siguen a Cristo Jesús preocupaciones son tan comunes como para los demás, pero tenemos una persona quien continuamente se involucra en nuestros asuntos y quien siempre está dispuesto a intervenir cuando estamos decididos a echar nuestras cargas a sus pies. No importa que tan fea o complicada pueda verse la situación, un fiel seguidor de Jesucristo tiene un entendimiento superior de que todo va a estar bien. Y no es porque exista algún secreto mágico el cual hará desaparecer la preocupación, aunque Dios de vez en cuando interviene, de acuerdo con su voluntad, y sobrenaturalmente pone fin a la causa de nuestras preocupaciones, pero sabemos que en todo caso, en cualquier circunstancia, cuando vivimos a los pies de Jesús, podemos con toda confianza traer nuestras preocupaciones ante el altar y Él nos levantará por encima de ellas y nos traerá ilesos al otro lado.
"Venid a mí todos ustedes que están cansados y agobiados y yo os haré descansar"; (Mateo 11:28) Esta es una invitación para cualquier persona que quiera encontrar el descanso y la paz, no importa qué tan oscura o complicada pueda parecer su situación. El señor nos ha invitado a todos a su fiesta, y Él nos pide que vengamos como estamos porque "Daré de beber a los sedientos y saciaré a los que estén agotados". (Jeremías 31:25)
La razón por la qué los cristianos (no todos los Cristianos) encontramos la paz no es porque dejamos de vivir o porque no hacemos las cosas que hay que hacer; de hecho el cristianismo invita a la audacia y la determinación en el manejo de cada situación, nos enseña que somos hacedores y que debemos lanzarnos al mundo y confrontar cada situación de frente para lograr ponerla bajo nuestros pies. tanto el antiguo como el nuevo testamento nos enseñan que es ambos el valor y la determinación quienes convierten cada batalla en una victoria, pero la Biblia también nos enseña que nunca hemos de lanzarnos a la batalla por nuestro propio esfuerzo, y que debemos siempre consultar con el Todopoderoso y actuar conforme a su consejo. También nos enseña que si aprendemos a depender totalmente de Él en cada aspecto de nuestras vidas. Los problemas se harán menos frecuentes y menos complicados con el tiempo. Si tenemos la sabiduría de aprender a vivir según sus instrucciones, nuestras vidas serán transformadas y nuestro cuidado estará siempre en sus manos.
Si esto suena descabellado para usted, pregunte a cualquier seguidor de Cristo, o váyase directamente a la fuente, y pregúntele al Maestro. Excepto, para obtener una respuesta de Él, usted deberá poner todo su corazón en ello. Y sinceramente desear con todas tus fuerzas escuchar su voz.
El Señor nos dice: " ¡Venid, todos los que tienen sed, Venid a las aguas, y los que no tienen dinero Venid, comprad y comed! Venid, comprad vino y leche sin dinero y sin precio." (Isaías 55:1) esto es una invitación abierta para todos.
Y Nosotros les invitamos en nombre de Jesús a encontrar esa paz y ese amor que tanto han anhelado, todo lo que tienen que hacer es preguntar.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:7)
El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Omnipotente. (Salmo 91:1)
¡Qué un derramamiento de paz les envuelva a todos plenamente!
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús
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