De quien
todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que
se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su
crecimiento para ir edificándose en amor. Efesios 4:16
Tenemos que crecer juntos, en el amor, debemos buscar el beneficio de los demás, buscarnos unos a otros, congregarnos juntos, y juntos buscar a Cristo,
Un ladrillo no está hecho para trabajar por sí solo.
Cada ladrillo de por sí es solo un ladrillo, y tan sólido como podría parecer por sí solo, pronto comienza a corroerse y es destruido por los estragos del tiempo y clima, pero atado a un edificio, este permanece fuerte y sólido junto a los otros, pegado a los otros por la mezcla de concreto y elementos de fijación, y soportara todos los ataques de la corrosión y la erosión y la lluvia y la nieve y los cambios de temperatura.
Cada uno de nosotros es un ladrillo diseñado para ser conectado a esa portentosa casa que es el cuerpo de Cristo, cada uno de nosotros es una piedra viva hecha para crecer y perdurar y volar como las águilas, pero no por sí solo,
Porque cada uno de nosotros es una parte del cuerpo de Cristo, y al mismo tiempo que tenemos que "funcionar correctamente" para Cristo y por la Iglesia también tenemos que trabajar en conjunto con la iglesia.
Y cuando nos edificamos nosotros mismos y desarrollamos una verdadera relación íntima con Cristo, no sólo nos hacemos fuertes y nos acercamos más a Dios, sino que también nos hacemos útiles, y utilizables, como parte de la iglesia.
Por lo tanto, para crecer y fortalecer nuestra relación con Cristo, debemos hacerlo en forma individual y en conjunto con la iglesia.
Entonces llegamos a ser indestructibles, impenetrables, protegidos contra las artimañas y escaramuzas del enemigo, y nos convertimos en una extensión a través de la cual muchos otros pueden seguir el mismo camino.
Este versículo nos muestra que tenemos que ser concertados y mantenernos unidos en un propósito y una visión común, pues cada uno de nosotros ha sido equipado para trabajar por el crecimiento de la iglesia, y cuando hacemos nuestra parte correctamente, todo el cuerpo de Cristo va a crecer con nosotros. De la misma manera, cuando no somos capaces de hacer nuestra parte, no sólo es afectado nuestro crecimiento, no sólo nos debilitamos, pero debilitamos la iglesia y retrasamos su crecimiento.
Tenemos que crecer juntos, en el amor, debemos buscar el beneficio de los demás, buscarnos unos a otros, congregarnos juntos, y juntos buscar a Cristo,
Un ladrillo no está hecho para trabajar por sí solo.
Cada ladrillo de por sí es solo un ladrillo, y tan sólido como podría parecer por sí solo, pronto comienza a corroerse y es destruido por los estragos del tiempo y clima, pero atado a un edificio, este permanece fuerte y sólido junto a los otros, pegado a los otros por la mezcla de concreto y elementos de fijación, y soportara todos los ataques de la corrosión y la erosión y la lluvia y la nieve y los cambios de temperatura.
Cada uno de nosotros es un ladrillo diseñado para ser conectado a esa portentosa casa que es el cuerpo de Cristo, cada uno de nosotros es una piedra viva hecha para crecer y perdurar y volar como las águilas, pero no por sí solo,
Porque cada uno de nosotros es una parte del cuerpo de Cristo, y al mismo tiempo que tenemos que "funcionar correctamente" para Cristo y por la Iglesia también tenemos que trabajar en conjunto con la iglesia.
Y cuando nos edificamos nosotros mismos y desarrollamos una verdadera relación íntima con Cristo, no sólo nos hacemos fuertes y nos acercamos más a Dios, sino que también nos hacemos útiles, y utilizables, como parte de la iglesia.
Por lo tanto, para crecer y fortalecer nuestra relación con Cristo, debemos hacerlo en forma individual y en conjunto con la iglesia.
Entonces llegamos a ser indestructibles, impenetrables, protegidos contra las artimañas y escaramuzas del enemigo, y nos convertimos en una extensión a través de la cual muchos otros pueden seguir el mismo camino.
Este versículo nos muestra que tenemos que ser concertados y mantenernos unidos en un propósito y una visión común, pues cada uno de nosotros ha sido equipado para trabajar por el crecimiento de la iglesia, y cuando hacemos nuestra parte correctamente, todo el cuerpo de Cristo va a crecer con nosotros. De la misma manera, cuando no somos capaces de hacer nuestra parte, no sólo es afectado nuestro crecimiento, no sólo nos debilitamos, pero debilitamos la iglesia y retrasamos su crecimiento.
¡Sean todos
Bendecidos!
Jose A Luna
Jose A Luna
Siervo y Amigo de Cristo Jesus
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