lunes, 29 de febrero de 2016

¿Hasta dónde llegaría Dios?

Que todos estamos en necesidad de Dios no es una cuestión discutible, podemos entender por qué tantas personas lo rechazan, lo niegan, lo insultan, lo ignoran, y hacen cualquier cosa para deshacerse de Él.
Ateos en los EE.UU., incluso han ido tan lejos como para organizarse, para hacer proselitismo y tener una convención anual que en esencia se centra en negar la existencia de Dios. Y me pregunto, ¿por qué ir tan lejos? ¿Por qué la necesidad? Obviamente quieren permanecer ateos y asegurarse de que otros aprueben su ateísmo, ya que necesitan esto para convencerse a sí mismos y a otros que ellos tienen la razón.

Porque en realidad, si pensamos con cuidado, no debería haber una agenda para ser ateo, sobre todo si no hay Dios, porque si no hay Dios, no habría necesidad de rechazarlo ni le ignorarlo o negarlo o incluso tener una convención para asegurarse de tener la aprobación de otros en su rechazo de Dios. Simplemente debe ser una cuestión de no hacer nada de Él, sólo vivir el día a día sin conciencia o conocimiento acerca de Dios, sin tener ninguna preocupación acerca de si alguien les cree o no.
Sin embargo, debido a que hay un Dios, y porque ellos saben que Él es y existe, necesitan convenciones y aprobación y conversaciones y programas, debido a que tienen que hacer todo lo posible para silenciar la voz que les dice que están equivocados.
Igualmente tenemos la religión. Tenemos el budismo, el Islam, el hinduismo, el taoísmo, el gnosticismo, el humanismo, incluso el judaísmo y el catolicismo, entre cientos de otras, que se resumen bajo el mismo principio. El cual es que es necesario ganarse el camino a la perfección o a Dios. Estas religiones no argumentan o niegan la existencia de Dios, en cambio, en diversas formas, todas operan en el mismo principio de necesitar construir un camino a Dios, a través de prácticas o ejercicios especiales, o buenas obras, etc.
En este aspecto tenemos la realidad de que existe un punto común entre los religiosos y los ateos, con excepción a los católicos que de alguna manera aceptan la obra de Jesús en la cruz, este punto es el rechazo al Dios de Gracia, y del sacrificio de Jesús Cristo en la cruz una vez para siempre, y del evangelio de la salvación por la fe como un don de Dios. Ellos simplemente no pueden admitir que si existe un Dios, Él sería tan acogedor y tan amable y tan dispuesto a dar tanto por nosotros.
Ahora bien, existe una razón para este rechazo, para esta negación. Esta razón se llama pecado.
El pecado es en efecto, la razon común oculta, que agrupa a todo aquel que rechaza a Dios y a su hijo Jesucristo en cualquier forma o estilo, no importa come le llamen. Porque Dios nos ha dado más que suficientes pruebas, razones y motivos para que todos nosotros estemos corriendo hacia él. Sin embargo, una característica subyacente del ADN del pecado es la negación de que tenemos un problema, y ​​no hay manera de solucionar un problema que no podemos ver. Un paciente canceroso no puede sanarse si él o ella rechazan el tratamiento o si en lugar de un tratamiento que extirpa el cáncer, optan por formas de calmar o suavizar o esconder los síntomas.
Hay un profundo significado en la parábola del hijo pródigo como se presenta en la Biblia, en el libro de Lucas 15: 11-32. Cuando el hijo estaba llegando al padre dispuesto a pedir perdón, su padre lo vio desde lejos, y corrió hacia él y le dio un abrazo y un beso. Observe que "el padre lo vio cuando aún estaba muy lejos", y sintió compasión, y lo amo, y corrió a su encuentro y "le echó los brazos al cuello y le dio un beso"
Dios entiende la presente condición del mundo, y la fuente de nuestro rechazo de él, pero él no puede forzar el amor en nosotros pues esto no sería verdadero amor. Así que aquellos que lo niegan o lo rechazan, o le sustituyen por opciones religiosas, las cuales son menos exigentes y más dispuestas a aceptar los estilos de vida pecaminosos; aquellos que continuarán haciendo estas cosas, viviendo estos estilos de vida, ellos han elegido lo que piensan que es mejor para ellos, Han elegido vivir sin Dios.
Por supuesto, muchos necesitan crear una excusa para sentirse bien al rechazar a Dios, y acusaran a Dios de ser despiadado, o inhumano, o alejado de la vida del hombre, o muchas otras versiones de razonamiento, sin embargo, estas excusas toda se fundamentan en la misma razón, aman la vida que el mundo ofrece más de lo que aman a Dios.
Pero algunos se despiertan a la verdad, y se dan cuenta que "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí me muero de hambre! 'V17
Y cuando tornas la cara hacia Dios el padre, Él te ve desde lejos, y corre hacia ti y te abraza y te da un beso y pone un anillo en tu dedo y una nueva túnica y sandalias en tus pies.
 Y él y todo el cielo van a celebrar pues él dirá "mi hijo estaba muerto, y ha revivido; se había perdido, y ahora lo he encontrado" v32.
Dios creo la manera de ser encontrado, y no hace falta ningún sacrificio de nuestra parte para trazar nuestro camino a Él, ya Él lo ha marcado claramente para nosotros, sin embargo, nuestra naturaleza rebelde oscurece este camino hacia Él. Jesús dijo, yo soy el camino la verdad y la vida.
Todas las formas de religión, incluyendo el ateísmo buscan, a un nivel subconsciente el perpetuar el estilo de vida, y rechazar los cambios drásticos que implican el admitir la realidad de Dios y someterse a Él.
 Y todo lo que necesitas es abrir tus ojos, y, por lo menos, considerar la posibilidad de que no hay más que una sola verdad, y que Jesucristo es el resplandor de esa verdad. Si esto despierta tu curiosidad, entonces, sólo tienes que preguntar. Pide a Jesús y Él te mostrará, y El hará esa verdad visible para ti, y Él te mostrara el camino.
Y si eres sincero en tu búsqueda, si realmente, desde el fondo de tu corazón le pides a Jesús que se revele a ti. Entonces experimentarás el más sorprendente encuentro de tu vida, la sacudida más radical de su sistema de creencias, y la transformación más explosiva de toda tu existencia.
Jesús es el Señor
¡Ser bendecido!

José A. Luna

Siervo de Jesucristo