miércoles, 21 de abril de 2010

sobre palabras inocuas!

Nunca me han sobrado las palabras, aunque muchas veces he tenido conversaciones completas utilizando las palabras guardadas en el almacén de lo inservible.
Y es que he estado aprendiendo que tenemos dos secciones de nuestro ser reservadas para almacenar palabras; en la una esta todo lo que diremos que tiene algún valor o importancia, en la otra, están las palabras vacías, inocuas, irrelevantes, las cuales si las tiras a la basura, nunca te harán ninguna falta.
Y es mi experiencia que por lo general existe un desbalance total en estos archivos o almacenes, o fuentes, como los quieras llamar, pues parece ser que el almacén de palabras huecas es gigantesco, tanto que comúnmente no aparenta ajustarse a la lógica de los espacios físicos con relación a nuestros cuerpos. Por otro lado el amasen de palabras valiosas, parece ser muy pequeño, en algunos casos casi microscópico.
Y muchas personas se acostumbran a caminar por los senderos de la realidad humana cargando dificultosamente, esta montaña de de palabras inservibles, las cuales hacen el andar pesado, a menos que sean dejadas caer frecuentemente. Por esto no es sorprendente ver como tantos hombres y mujeres tienden a desperdiciar una gran parte de su precioso tiempo tirando esta montaña de palabras hacia todos lados, y encontrando en ello aliento, al poder descargar su pesado paquete. Sin embargo he aprendido a entender que lo opuesto es lo acertado pues este incomodo almacén parece inagotable, y mientras mas palabras sin valor dejas salir o por tu boca, muchas mas tendrás para desperdiciar.
La verdad es que en función del uso que le das a tus archivos de palabras, estos serán desarrollados, y si matas de hambre el archivo de palabras inservibles, eventualmente este será atrofiado y dejara de subyugarte. Por lo cual te recomiendo hermano que siempre economices tus palabras, y que si has de abrir la boca, sea para decir cosas relevantes, para desarrollar temas interesantes los cuales alimentaran tu almacén de palabras valiosas. Y si no existe nada importante que decir, no digas nada, no llenes el ambiente con el discordante sonido de palabras inocuas, y el valor de tu conversación será tomado en cuenta.
En el caso particular de este tema, necesitaba usar algunas palabras inocuas, las cuales me habían sobrado de mi última conversación inútil y de manera descortés, decidí lanzarlas a los espacios de la red, a ver quien las atrapa.
La Biblia dice en Proverbios 13:3.- El que guarda su boca guarda su vida, pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre.
Dios les bendiga abundantemente.

Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús

sábado, 17 de abril de 2010

La verdad de la vida Cristina!

Me ha llamado a la atención la manera en que cierto filósofo Cristiano explica la manera de ver las cosas cuando has conocido a Jesús, porque habiendo yo estado en ambos lados de la cerca, me es posible entender la realidad de dicha aserción.
El explica que cuando vivimos conforme a las imposiciones del mundo es similar a ir a un cine el cual esta completamente a oscuras, y sentarse mirando en dirección a la cámara en ves de la pantalla, cuando la cámara es encendida, vemos luces, y movimiento salir de ella, y escuchamos sonidos, pero no podemos distinguir las imágenes.
Conocer A Jesús, y aprender a vivir en el mundo espiritual, es como después de estar viendo las luces de la cámara y escuchando el sonido por un rato, nos damos vuelta y miramos hacia la pantalla, es una diferencia extraordinaria, pues podemos ver la realidad, las imágenes claras, y el sonido que escuchábamos entonces tiene sentido; y descubrimos como esas luces que estábamos viendo se convierten en una perfectamente rítmica combinación de de colores y movimientos.
Nuestra visión del mundo es limitada por la esfera de relaciones en la que nos desenvolvemos, las personas que tocamos, los lugares que visitamos, las labores que realizamos, etc. Y moviéndonos en esta esfera, nos incapacita de ver las cosas en un contexto global. Muchas personas nacen y mueren en una comunidad y esa es su realidad de principio a fin, todo lo demás parece extraño y fuera de lugar; los demás por lo general nos movemos quizás en una esfera mas amplia, pero el concepto es el mismo, nuestra visión del mundo se limita a esa esfera, y todo lo demás nos parece extraño. Y lo natural es que inconcientemente, defendemos el territorio en que nos hemos establecido, protegemos ese radio de acción, de manera que tendemos a rechazar la posibilidad de permitir que otras esferas influyan en la nuestra.
Dependiendo que tan avanzados estemos cultural e intelectualmente, seremos más o menos flexibles a la adaptación, a las variaciones en nuestro círculo de operaciones, somos quizás menos recelosos para recibir nuevos amigos, para aceptar nuevas ideas, para inclusive expandir nuestra esfera de influencia. Pero por encima de estas posibilidades, existe la muralla de protección que hemos establecido alrededor de nuestra esfera, contra todo concepto, objeto o individuo, que atente contra nuestra visión del mundo; y esta muralla es obviamente difícil de romper, aun cuando nuestro consciente invita a la expansión, a la recepción de nuevos conceptos, objetos, o individuos.
En una mas clara explicación podríamos decir que los seres humanos tenemos una visión tridimensional del mundo, la cual se limita no solo a nuestra esfera de movimiento y a los patrones impuestos por nuestros padres, nuestras escuelas y nuestros amigos, sino también a la interacción que hayamos tenido con el mundo espiritual, la cual esta usualmente compuesta de patrones religiosos los cuales están atados a nuestra cultura.
Esta condición relacional ha sido usualmente atrofiada por la absorción de influencias religioso-culturales frecuentemente nocivas las cuales están incrustadas en nuestra visión del mundo y atrapadas en esa muralla de defensa que hemos establecido en nuestro subconsciente contra todo patrón o influencia externa.
Cuando tenemos un encuentro con el mundo espiritual a través del impacto transformador de recibir a Cristo, sufrimos una explosión extraordinaria en nuestra esfera de influencia, esta explosión provoca una serie de ondas expansivas la cuales usualmente destruyen las murallas de protección que hemos establecido alrededor nuestro; esta expansión reestructura nuestra visión tridimensional del mundo agregando a esta una nueva dimensión en el mundo espiritual, Esta nueva dimensión nos revela una nueva realidad, una que quizás habíamos escuchado mencionar, pero la cual nunca habíamos podido experimentar. Es como poder movernos en dos mundos paralelos los cuales tienen influencia directa el uno con el otro, pues todo lo que opera en el mundo natural, esta influenciado y muchas veces regido por los acontecimientos en el mundo espiritual, y a nosotros nos es dada la llave que nos otorga el acceso a este mundo, expandiendo así nuestro alcance, nuestra visión, nuestro entendimiento; y nos permite ver los colores mas intensos, escuchar los sonidos mas imperceptibles, caminar con pasos mas firmes, descubrir que antes de ser carne, somos espíritu.
La razón por la cual no podíamos ver esta nueva dimensión, es porque antes de de haber recibido a Cristo Jesús, nuestros espíritus estaban dormidos, muertos como consecuencia del pecado, y esta explosión es causada por imposición del espíritu Santo de Dios el cual en un instante, de manera sobrenatural provoca una resurrección de nuestro espíritu.
Pero aunque nuestro espíritu es resucitado y rápidamente nos damos cuenta de que quien debe gobernar nuestras vidas es nuestro espíritu y no nuestro cuerpo, este espíritu el cual había estado dormido por tanto tiempo esta atrofiado por la inactividad, es como un bebe recién nacido, el cual necesita ser desarrollado, por lo cual al principio tropezamos y nos caemos frecuentemente, y el poder de la influencia de la carne en nuestra vidas, el cual es fuerte pues ha estado siendo entrenada desde nuestra infancia, nos empuja frecuentemente, queriendo evitar que nuestro espíritu crezca y se desarrolle. Pero tenemos un ayudador, el Espíritu Santo de Dios el cual es como una niñera, dándonos leche de beber, y enseñándonos nuevos pasos, nuevos ejercicios,
Este es un proceso que podría tomar mucho meses o muchos anos, dependiendo de la voluntad del individuo y de la disposición de dejarse guiar por el Espíritu Santo de Dios, pues la influencia de la carne esta siempre presente, y continuara causando estragos, hasta que nuestro recién nacido espíritu, comienza a caminar, y luego llega a la niñez, y a la pubertad, entonces la carne comienza a ser echada a un lado y nuestra alma, y nuestras acciones y nuestra voluntad comienzan a ser gobernadas por nuestro espíritu, el cual eventualmente al llegar a la madurez nos guiara continuamente hacia la luz divina.
En la medida que nos desarrollamos Espiritualmente, nos embarcamos cada vez mas en las cosas del espíritu, nuestra visión continúa siendo ampliada, y los poderes y los dones espirituales que nos han sido asignados comienzan a ser revelados y desarrollados, eventualmente permitiéndonos participar de manera directa y activa en la vida espiritual
Entonces aprendemos a escuchar la voz de Dios y a regirnos por su voluntad, esto nos lleva a alcanzar una vida de victoria continua, una vida que esta expuesta pero exenta de las influencias negativas del mundo.
El espíritu Santo de Dios continuara con nosotros por el resto de nuestra vida en esta tierra, pero tomando el rol entonces de consejero, de guía, y nuestra total Libertad en Cristo nos guiara a influenciar otras esferas, pues el descubrimiento de esta vida de triunfo, de paz, de regocijo, nos incita a invitar a otros a descubrir la verdad de la vida Cristiana.

Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús

martes, 13 de abril de 2010

De la fragilidad a la inmortalidad!

Anoche se me ocurrió comerme una tasita de Helado, algo que muy raras veces hago, y con mucha cautela debido a la intolerancia de lactosa, unos minutos mas tarde me retorcía yo en el dolor, en agonía de muerte, mientras las contracciones estomacales despiadadamente abatían mi mente y mi cuerpo decididas a doblegarme, los sudores corrían por mi frente, mis rodillas no podían sostenerme, mi color cambio en pocos minutos a un verde pálido, como de pistacho y las expresiones de mi rostro mostraban persuasivamente la derrota. Las oraciones surgían incesantemente en mi mente aunque no era capaz de expresarlas audiblemente debido a los golpes agresivos de la indigestión. Y en ningún momento por esas dos largas horas de sufrimiento paso por mi mente nada más que la desesperante suplica al altísimo para que este tormento llegara a su fin de una manera u otra.
Gracias a la amorosa intervención de mi esposa, y a una batería de medicina casera y farmacéutica, y a la misericordia de nuestro señor Jesucristo, eventualmente logre recostar la cabeza en la cama, y alrededor de la media noche, me quede dormido.
El razonamiento de lo que somos, y de la cosa en que nos convertimos cuando nuestro cuerpo falla debería llevarnos naturalmente a la conclusión de que no somos mas que una masa que piensa; un grupo de piezas orgánicas ensambladas de manera especifica para realizar funciones determinadas, y activadas por un procesador central el cual envía señales a cada uno de los diversos mecanismos para que de manera coordinada puedan realizar dichas funciones, y si una de esas partes falla, cualquiera que sea esa parte, el sistema completo deja de funcionar. WOW, que tremenda falacia, que terrible paquete de mentiras puede ser creado por aquellos que no conocen a Dios; pues una cosa que podemos garantizar es que cuando estamos en un estado de miseria, cualquiera que sea la razón que lo este causando, lo primero que tendemos a hacer es clamar por Dios.
Y aquellos que aun se atreven a abogar por las teorías evolucionistas de Charles Darwin, aquellos que aun se atreven a querer justificar el razonamiento de que somos descendientes del chimpancé, aquellos que aun después del descubrimiento y la descodificación del ADN y de las exploraciones extragalácticas, aun insisten a tratar de razonar teorías que han sido desmanteladas por la ciencia misma, son los primeros en apelar a Dios cuando el sistema operativo les deja de funcionar, o cuando uno de los engranajes se rompe.
Porque sin Dios no somos mas que amebas con forma, no somos mas que el oportuno resultado de un grupo de células muertas que por casualidad tomaron forma y fueron activadas de la nada para multiplicarse y producir el ser pensante y racional que somos hoy. Yo me pregunto a que ser racional le cabe tal irracionalidad en la cabeza?
Los evolucionistas han luchado por encontrar el eslabón perdido, y lo tienen frente a sus narices, han inclusive inventado en ocasiones seres inexistentes para justificar sus teorías sonadoras. Un filósofo cristiano nos dice que hay que tener mas fe para ser evolucionista que para ser Cristiano. Y esa es una realidad contundente, porque ellos mismos admiten no tener explicación a la formación de ciertas razas del reino animal, el inicio de la formación del universo, y en su afán por demostrar sus teorías han creado una serie de asunciones irrealizables en el contexto evolucionario mismo.
Yo quiero presentarles una teoría evolucionaría sólida, y fundamentada en realidades observables.
En el principio creo Dios los cielos y la tierra. (Génesis 1:1)
Y es que sin ese principio, todos los otros principios pierden valides. El concepto básico de moralidad por ejemplo, nunca podrá ser explicado y sin embargo, sin el seriamos no mas que un grupo de salvajes, simples animales sin control alguno. Y aquellos que alegan que Dios no existe, no pueden explicarse la razón por la ellos mismos son personas morales, los cuales sienten culpa, y restricción hacia acciones despiadadas o corruptivas.
Y aunque ciertamente el salvajismo, la inmoralidad y la falta de amor se han convertido en un estilo de vida para muchos, es precisamente la ausencia de dios en estas personas lo que causa la promoción de la corruptividad.
Pero aun los más insensatos, se identifican contra los horrores del asesinato, la violación, los crímenes violentos, y todos independientemente de sus creencias admiten que donde este Dios presente la vida es más llevadera.
Somos seres Humanos, creados por Dios a su imagen y semejanza, y ese poder creador del todopoderoso fue una semilla puesta en nosotros para crear, y apoyándonos en el podemos descubrir la amplitud del alcance de su creación mucho mas allá de nuestro entendimiento. El temor de ser dependientes nos atemoriza, y es precisamente esa dependencia la que nos da la verdadera libertad para ser, para sentir, para surgir como seres eternos cuyos cuerpos frágiles perecerán un día pero cuyos espíritus prevalecerán por los siglos de los siglos. Ese es el alcance de la creación, y la magnificencia de su regalo en Cristo.
Se bendecido y recíbele.

Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús.